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lunes, 24 de diciembre de 2007

Malaria

Pepino de mar contra la malaria

Los pepinos de mar podrían convertirse en una poderosa arma para bloquear la transmisión del parásito que causa la malaria, según un nuevo un estudio.
La criatura de apariencia babosa produce una proteína llamada lectina, que afecta el desarrollo de los parásitos.

Un equipo integrado por expertos de diferentes países manipularon genéticamente mosquitos, que poseían el parasito de la malaria, para producir la misma proteína en sus tripas al momento de alimentarse.
El estudio de la revista especializada PLoS, de la Biblioteca Pública de Ciencias de Estados Unidos, halló que la proteína interrumpía el desarrollo de los parásitos dentro del estómago de los insectos.
La malaria es una enfermedad que causa la muerte de más de un millón de personas cada año en todo el mundo y afecta a 500 millones de individuos en el planeta.
Se estima que el 40% de la población mundial corre el riesgo de contraer la enfermedad.

Manipulación genética
Para estimular la producción de lectina en los mosquitos, los investigadores fusionaron un gen del pepino marino, el que produce la proteína, con un gen del insecto.
Los resultados demostraron que la técnica fue efectiva al combatir varios de los parásitos que causan la malaria.
La lectina envenenó a los parásitos en una etapa temprana de su desarrollo, llamada oocineto.
Generalmente, los oocinetos migran a través de las paredes del estómago de los mosquitos, y producen miles de células hijas que invaden las glándulas salivales e infectan a la persona cuando le sustraen sangre o lo pican.
Sin embargo, una vez expuestos a la proteína lectina, los oocinetos mueren antes de que puedan empezar a movilizarse.

Trabajo por hacer
Un investigador del Imperial College de Londres, Reino Unido, Bob Sinden, dijo: "Estos resultados son muy prometedores y muestran que mosquitos manipulados genéticamente de esta manera tienen un claro impacto en la capacidad de los parásitos para multiplicarse dentro del mosquito-huésped".
Sin embargo, el científico señaló que todavía queda mucho trabajo por hacer, antes de que la técnica pueda ser usada para frenar los brotes de malaria.
"Aunque la proteína del pepino de mar reduce significativamente el número de parásitos en los mosquitos, no los elimina totalmente de todos los insectos", dijo Sinden.
"En la fase actual de desarrollo, los mosquitos genéticamente modificados podrían seguir siendo peligrosos para los seres humanos".
"El objetivo del proceso de investigación es encontrar la forma de modificar genéticamente mosquitos para que el parásito que produce la malaria no pueda desarrollarse dentro de ellos", explicó Sinden.
El profesor Sanjeev Krishna, un experto en malaria del St. George Hospital, en Londres, dijo que los nuevos tratamientos para combatir la enfermedad son vitales, pues hay evidencia de que los parásitos que la provocan están desarrollando resistencia a los actuales medicamentos usados para combatir la malaria.
"Es un paso muy importante para desarrollar un potencial método para controlar la infección", dijo el docente. Por su parte, el doctor Ron Behrens, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la capital británica, señaló que la técnica es prometedora desde la perspectiva teórica, pero advirtió que introducir mosquitos genéticamente modificados podría acarrear dificultades prácticas.

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