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Jeff Koons, de agente de bolsa a uno de los 10 artistas más demandados del mundo

El Cronista Comercial - viernes, 25 de septiembre de 2015

Por sus grandes retrospectivas en Nueva York, París y Bilbao, los precios de sus obras subieron un 70% el año pasado. La más cotizada alcanzó los u$s 59 millones

Nacido hace 60 años en Estados Unidos, Jeff Koons comenzó a trabajar como agente de Bolsa en Wall Street. Sus obras tempranas son la apología de lo kitsch y realizadas en porcelana. A partir de la década del 80 comienza a trabajar con inflables de plástico, como los que se usan en piletas o juguetes de niños; ya lograba generar escándalo y tenía 30 ayudantes trabajando para él (ahora son más de 160).

Luego comienza a utilizar aspiradoras, cafeteras y otros objetos de la sociedad de consumo (siguiendo el ejemplo de Andy Warhol).

Hace 30 años, Koons descubre el acero inoxidable y desde entonces lo utiliza magistralmente.

A fines de la década realiza nuevamente piezas insólitas en cerámica, como por ejemplo en dos metros de largo un horrible Michael Jackson con su mono.

En 1991, se casa con la porno star Cicciolina. Recuerdo su exposición en el Soho de Nueva York con posturas y detalles pseudo-eróticas, tanto en esculturas como en fotografías (muy cercano a la pornografía).

Al año siguiente realiza una obra que me encanta. Es Puppy, un cachorro de perro con cinco metros de altura que tiene como piel flores. Está en la entrada del Guggenheim de Bilbao, donde el domingo termina su retrospectiva, que ya lleva 15 meses en tres museos y se ha visto en el Museo Whitney de Nueva York (700.000 visitantes); en el Centro Pompidou de París, con alguna obra retirada con acusación de plagio fácilmente verificable, y luego en Bilbao. Se expusieron obras realizadas en los últimos 35 años y fueron casi 300 las elegidas.

Sus obras como globos inflados por un mago, realizados en acero inoxidable pulido, generalmente en cinco colores, son mis preferidas; algunas alcanzan los 6 metros y sus compradores en lista de espera son Peter Brant, Eli Broad, François Pinault, Steve Wynn, y otras dos las vende su marchand, que es el poderoso Larry Gagosian. Todos han logrado grandes diferencias entre lo pagado y lo obtenido cuando las vendieron, por lo tanto siguen siendo los primeros en adquirir sus obras.

El Balloon Dog, en su color naranja, que era de Peter Brant, se vendió hace dos años en u$s 59 millones; es su escultura más cotizada y ningún artista contemporáneo ha llegado a dicho valor. Un tren de acero de 3 metros de largo, como los que teníamos en nuestra infancia, pero rellenado con bourbon, fue comprado por un chino en u$s 34 millones hace un año.

Este lunes se presentó otra en el fabuloso nuevo museo de Los Angeles, el Broad, que costó u$s 140 millones, y posee 2.000 obras de arte contemporáneo. En su apertura mostró 250 obras de Koons, Warhol, Basquiat y todos los famosos del arte moderno. Esta ciudad de California tiene hoy un gran atractivo cultural; los fabulosos museos Getty, Norton Simon, LAC Los Angeles Contemporáneo Museo, el Hammer y el Los Angeles County Museum. Aunque debamos usar todo el tiempo un auto para movernos, es quizás la capital del arte moderno en el mundo.

Otra obra destacada de Koons, son las Tulipas de más de 5 metros que representan los objetos que ponemos en el árbol de navidad; una está en el Guggenheim de Bilbao, en su terraza, y otra se puede disfrutar en el Hotel Wynn de las Vegas, ya que su dueño Steve la compró en u$s 34 millones hace 3 años.

Otra obra destacada es un Popeye de 2 metros, que se vendió el año pasado en u$s 28 millones. Una venta destacada fue un Mono inflado en u$s 26 millones. El año pasado, ante sus grandes retrospectivas, sus precios subieron un 70%.

Es uno de los 10 artistas más demandados del mundo. En subasta pública se vendieron, en los últimos 15 años, unas 26 esculturas en más de u$s 5 millones; también sus pinturas hiperrealistas se venden muy bien y sus litografías con tiradas de 60 ejemplares son muy buscadas.

Hace 15 años que su marchand es Gagosian, quien suele ser el comprador o el underbidder cuando sus obras salen a subasta para mantenerle el precio.

Seguramente en los próximos días se expondrá en el Malba una de las dos esculturas que le compró Eduardo Costantini. Creo que luego de Andy Warhol, es el artista con mejor llegada al público aficionado al arte moderno y sus exposiciones en todo el mundo lo posicionan como el número uno de los artistas actuales a nivel mundial.