La
historia secreta detrás del origen de Internet
Infobae - septiembre de 2015
En plena Guerra Fría, Estados
Unidos inventaba una red para mantener las comunicaciones en caso de un ataque
enemigo. La periodista Natalia Zuazo cuenta los detalles en su nuevo libro
El 22 de octubre de 1962, Estados
Unidos emitió la máxima alerta posible en la historia en su sistema de
seguridad: la Defcon 2. Para su ejército, era la orden de prepararse para
defender su territorio contra una guerra nuclear.
El líder de la Rusia comunista
Nikita Kruschev había aprovechado la fallida invasión a Bahía de Cochinos por
parte de Estados Unidos para ordenar la instalación de una parte de su arsenal
nuclear en las costas de Cuba, con el apoyo de su aliado y flamante héroe de la
Revolución, Fidel Castro. Y así se desataron los días más calientes de la
Crisis de los Misiles, el episodio que llevó a la Guerra Fría a su punto
límite.
Tras varios días de negociación,
el presidente norteamericano, John Fitzgerald Kennedy, llegó a un acuerdo con
Kruschev y logró el objetivo más importante de cualquier ocupante del poder en
la Casa Blanca: mantener la homeland security, es decir, su territorio, libre
de intrusos. Hasta entonces, las guerras siempre habían estado lejos del país,
pero durante ese octubre los misiles instalados en isla del Caribe habían
estado a 200 kilómetros de pisarle los talones al suelo de Florida. En esas
playas de casinos y lujo, James Bond transformaba la realidad en la saga más
popular de la época. Sus enemigos, los espías soviéticos, eran los villanos de
la Guerra Fría. Una combinación de secretos, conspiraciones y miedos dominaba
la época.
Pasada la Crisis de los Misiles,
Estados Unidos se encontraba nuevamente a salvo y vivía un período de optimismo
cultural, producto de la prosperidad económica posterior a la Segunda Guerra
Mundial. El pop, el rock y las series de fantasía y familias perfectas se
comenzaban a multiplicar por el mundo a través de un invento reciente: la
televisión.
La historia de la Red es una
historia de guerras.
En la Argentina, eran tiempos de
progreso social, con una juventud que por primera vez iba a la universidad
masivamente, familias que compraban su primer auto y aparato de televisión,
versiones del rock en español con bandas locales y un florecimiento del arte
vanguardista. La ciencia y la industria no se quedaban atrás: Bernardo Houssay,
premio Nobel argentino, dirigía el recién fundado Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y las empresas nacionales
invertían en sus primeros centros de investigación y desarrollo.
Pero en el mundo, sobre todo en
Estados Unidos, la amenaza seguía siendo inminente. Una bomba, además del
inicio de la Tercera Guerra Mundial en su territorio, podía suponer la
incomunicación del país con el resto del planeta. La infraestructura de telecomunicaciones
ya estaba concentrada en manos de unas pocas empresas y suponía que un corte en
cualquiera de sus rutas se transformaría en un desastre.
¿Cómo sobrevivir a ese ataque? El
Departamento de Defensa de los Estados Unidos se estaba haciendo esa pregunta
desde fines de los 50 cuando apareció en escena Paul Baran. Este ingeniero
eléctrico de cachetes grandes y anteojos gruesos, nacido en Polonia en 1926,
emigrado y educado en Filadelfia, les ofreció una solución.
Y así nació internet. Del miedo.
Lo sabían los científicos que la crearon en los 60 y lo saben todavía quienes
hoy tienen que defenderla de las nuevas amenazas. La historia de la Red es una
historia de guerras.
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