Un siglo de
River-Boca en diez anécdotas
LA NACION -
viernes, 11 de septiembre de 2015
El
superclásico que duró casi cuatro horas; las goleadas xeneizes y las vueltas
olímpicas millonarias, la violencia como protagonista, una patada criminal, las
dos hinchadas y una única canción; el domingo, a las 18.15, un nuevo capítulo
en el Monumental
Poco más de un
siglo de historia comparten Boca y River , River y Boca. Desde aquel primer
duelo oficial del 24 de agosto de 1913 hasta el que se disputará este domingo,
desde las 18.15, en el estadio Monumental. Son miles las anécdotas y los
recuerdos que escriben cada capítulo del superclásico .
Aquí, apenas
10 momentos seleccionados por décadas:
1915 - El
superclásico más largo de la historia
Si bien ambos
clubes apenas tenían poco más de una década de existencia, la rivalidad barrial
ya se palpitaba en cada enfrentamiento. El 2 de mayo de 1915, por la Copa
Competencia, Boca recibió a River en su viejo estadio de Wilde. El partido
culminó 1 a 1 (goles de Enrique Colla para el local y Cándido García, para el
visitante), por lo que hubo que jugar dos tiempos de 15 minutos para definir al
vencedor. El resultado no se modificó, y entonces siguieron jugando hasta que
la falta de luz determinó el final, sin que se cumpliera el máximo de tres
horas que estipulaba el reglamento.
Siete días
después se jugó el desempate, en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos
Aires, donde River ganó 4 a 2. En total, entre ambos encuentros y el tiempo
extra del primero, jugaron casi cuatro horas. Todo un récord.
1935 - A los
abrazos
"Es digno
de elogio la actitud final de todos los jugadores, pues cuando el árbitro
anunció la terminación del cotejo se saludaron en forma cordial. Asimismo,
conviene destacar que ambos capitanes se adelantaron a saludar al juez",
remarcaba la crónica del diario La Nación sobre lo sucedido una vez que
finalizó el Boca 1 (Roberto Cherro) - River 0 del 22 de abril de 1935.
Aquel
encuentro, jugado en el viejo estadio que el club de la Ribera tenía en
Brandsen y Del Crucero, fue presenciado por unos 50.000 fanáticos.
1945 - Goleó
Boca y no hubo vuelta de River en la Bombonera
Sucedió el 18
de noviembre de 1945. River llegó a la Bombonera con chances concretas de
coronarse ante su clásico rival. En épocas donde cada victoria sumaba dos
unidades, el club de Núñez le sacaba cuatro puntos de ventaja a su clásico
rival, a falta de tres fechas. Boca, que no quería ver la vuelta olímpica de
River en su estadio, salió con todo y goleó 4 a 1, gracias a los goles de Pío
Corcuera, Mario Boyé (2) y Jaime Sarlanga (José Ramos había marcado el empate
transitorio para River).
Sorprende el
primer párrafo de la crónica del diario La Nación, del día posterior, que
narra: "¡Boca y River! El doble metaplasmo substancialmente definidor y
promesa de máxima fiesta en el fútbol nuestro, comporta incentivo que no cabe
desoír. Curiosamente, anuncio así prieto y conciso encierra sugestiones sin cuento,
y parece milagro que el brevísimo apócope tenga la fuerza de convicción de las
más largas y minuciosas tiradas."
Pese al
tropiezo, el ganador del campeonato de 1945 fue de todos modos River, que sumó
46 puntos, cuatro más que su clásico rival., que apenas pudo postergar la
fiesta por unos días.
1955 - Boca
festeja, pero River es el campeón
Una de las
máximas goleadas de Boca sobre River se produjo el 17 de agosto de 1955, en el
estadio de Racing, en Avellaneda. Los goles del equipo azul y oro fueron
convertidos por Juan Carlos Navarro (2), Juan José Pizzutti y Ernesto
Cucchiaroni, para delirio de los fanáticos xeneizes.
Según La
Nación, se enfrentaron "un equipo oportuno, ordenado y veloz frente a otro
equipo aquejado de gruesas desconexiones y con un juego defensivo de inesperada
deficiencia".
La alegría
boquense duró poco, dado que el 8 de diciembre fue River, ya campeón, el que se
lo dio vuelta a Boca en un minuto, con los goles de Angel Labruna y Roberto
Zárate (Carlos Etcheverry había abierto la cuenta). Se impuso 2 a 1 y celebró a
lo grande en la Boca.
1965 - A las patadas
El minucioso
detalle de los números estadísticos del superclásico jugado el 8 de diciembre
de 1965 asombra. Según el diario La Nación, Boca, que ganó 2 a 1, pateó ¡17
veces! al arco, 10 más que River. Hubo 129 "avances" del club de la
Ribera, que cayó en 11 ocasiones en offside, contra 111 de los de Núñez.
Sin embargo,
la principal protagonista de este superclásico fue la violencia en el campo.
Hubo 27 foules cometidos por los futbolistas xeneizes, contra 33 de los
millonarios.
En épocas
donde todavía no existían las tarjetas amarilla y roja, el único expulsado fue
el riverplatense Juan Carlos Lallana.
Incluso, pese
a que con la victoria el conjunto auriazul se encaminó hacia el bicampeonato,
la crónica del partido resalta el juego brusco. "Del partido no se pueden
extraer serias conclusiones. Hacerlo sería inventar. Hablar de algo que no
existió. La violencia y la intemperancia reemplazó al fútbol. Boca logró el
resultado que esperaba, y nada más", se resume en un recuadro que, con
fina ironía, se titula "El partido del año".
1975 - El año
de los visitantes
Fue una gran
temporada para River en todo sentido. Con un gran equipo, donde se destacaban
Ubaldo Fillol, Juan José López, Reinaldo Merlo, Norberto Alonso y Carlos
Morete, entre otros, el equipo de Núñez logró quebrar dos rachas adversas
significativas.
El 17 de
abril, y como si fuera una premisa de lo que sucedería meses después, cuando en
agosto logró romper el maleficio de 18 temporadas sin vueltas olímpicas al
adjudicarse el Metropolitano, el conjunto de la banda roja volvió a celebrar en
la Bombonera luego de 9 años.
Con goles de
Carlos Morete y Norberto Alonso (Marcelo Trobbiani descontó, de penal), River
derrotó 2 a 1 a su clásico rival. Para que la fiesta sea completa, sobre el
final del primer tiempo, Fillol le detuvo un penal a Trobbiani, que
desaprovechó la chance de igualar el encuentro.
Lo más curioso
de ese año fue que, más allá de un 2 a 2 de febrero por la Copa de Oro de
verano, en los cuatro superclásicos de la temporada el ganador fue el equipo
visitante. Además del 2 a 1, River volvió a celebrar en la Bombonera el 21 de
septiembre, por idéntico resultado (Hugo Sánchez para el equipo xeneize, y
Pedro González y Leopoldo Luque para el vencedor).
En tanto Boca
se fue ganador del estadio Monumental el 27 de julio (1 a 0, gol de Osvaldo
Potente) y el 26 de octubre, por el campeonato Nacional (2 a 1, con tantos de
Hugo Sánchez y Abel Albes para el conjunto auriazul, y Oscar Más para la banda
roja).
1985 - Una
venganza "criminal"
A comienzos de
1985, y después de varios meses de tensión, Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca, dos
futbolistas nacidos en Boca e ídolos del club, anunciaron su pase a River. No
fueron ni los primeros ni los únicos. Sin embargo, aquella transferencia golpeó
fuerte en el hincha xeneize, que jamás perdonó la "traición" del
Cabezón y del Flaco.
En el
superclásico del 27 de octubre de ese año, el recio defensor de Boca Roberto
Aníbal Pasucci decidió hacer "justicia" y, a poco más de 15 minutos
para el final de un partido que River ganó 1 a 0 con un golazo de Alejandro
Montenegro, fue a disputar una pelota con Ruggeri con los dos pies hacia
adelante, con la clara intención de lastimar a su ex compañero.
El flamante
defensor millonario dio varias vueltas en el césped, mientras que el futbolista
de Boca levantó los brazos, como esperando una ovación por su acción y se fue a
los vestuarios, expulsado por Juan Carlos Loustau.
1995 - Dos
hinchadas, una canción
Con los dos
equipos muy lejos de la lucha por el título, el partido del 18 de junio de 1995
se vivió con un desinterés pocas veces visto. Aquel torneo Clausura fue
disputado cabeza a cabeza por San Lorenzo y Gimnasia y Esgrima La Plata.
El conductor
Marcelo Tinelli convocó a través de su programa Videomatch a una caravana a
Luján, como promesa en caso de que el club de sus amores se coronase.
En un hecho
curioso y muy infrecuente, antes y durante buena parte del partido las
hinchadas de Boca y de River se unieron en sólo cántico agresivo, que se mofaba
de aquella hipotética caravana.
Si bien fue
anecdótico, el encuentro culminó con un categórico 4 a 2 en favor del club de
la Ribera (goles de Julio César Saldaña, Alberto Márcico, el camerunés Alphonse
Tchami y el uruguayo Ruben Da Silva. Fernando Gamboa, en contra, y Francescoli,
de penal, anotaron para el local).
1995 - Diego,
Enzo y la profecía de Ramón
"A lo
mejor ni siquiera salen campeones", declaró Ramón Díaz con su habitual
picardía, cuando al promediar el Apertura 95 un Boca líder, protagonista y
colmado de figuras se ilusionaba con dar la vuelta olímpica en el Monumental.
Aquel
superclásico del 26 de noviembre de 1995 fue el único que unió en el campo de
juego a dos grandes ídolos: Diego Maradona y Enzo Francescoli. Además, entre
otros jugadores formaron parte de ese encuentro Matías Almeyda, Marcelo
Gallardo y Ariel Ortega en los locales, y Claudio Caniggia y el Kily González,
en los visitantes.
Toda la
expectativa duró un suspiro. En un partido chato, igualaron 0 a 0. Y unas
semanas después, Boca veía con amargura cómo se le escurría el título de las
manos (se consagró Vélez), tal como había pronosticado el riojano.
2005 - Un
empate, mil sospechas
Un Boca líder,
protagonista y con una clara idea de juego impuesta por Alfio Basile visitó a
River el 16 de octubre de 2005. En el banco del club de Núñez estaba Reinaldo
Merlo.
La
inestabilidad del equipo millonario provocó en la semana previa una suerte de
situación límite, y más de uno aseguró que si River perdía con Boca, Mostaza
renunciaba.
La amistad
entre ambos entrenadores hizo crecer el rumor de un posible pacto de no
agresión, y el opaco 0 a 0 agigantó una sospecha jamás comprobada.
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