Más que un aniversario... Los cuarenta días
que cambiaron el mundo
El Confidencial - septiembre de 2015
Se cumplen siete años desde que
la quiebra del gigante estadounidense Lehman Brothers desató la mayor crisis
desde la Gran Depresión y cambió la historia del mundo
Es difícil establecer un día como
inicio de la crisis financiera más profunda que ha vivido Occidente desde la
Gran Depresión. Sin embargo, si hay que elegir una fecha oficial, esta podría
ser el 15 de septiembre de 2008, el día en el que el gigante Lehman Brothers,
fundado en 1850, se acoge al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados
Unidos tras el fracaso de las negociaciones con la Reserva Federal para ser
rescatado.
Han pasado siete años desde que
el colapso del gigante americano Lehman Brothers, presidido por Richard Fuld,
puso contra las cuerdas al mundo entero. El pánico experimentado en los días
que siguieron sólo es comparable con el desatado tras el crack del 29 y el mes
de octubre de 2008 ya ha pasado a la historia como el 'octubre negro'.
Ese mismo 15 de septiembre, al
tiempo que se dejaba caer a Lehman, Bank of America anunció la compra de
Merrill Lynch por 50.000 millones de dólares para salvarle también de la
quiebra. La creación de un fondo de caja de 70.000 millones de dólares por parte
de diez bancos internacionales y los esfuerzos de los bancos centrales por
abrir el crédito no impiden el primer gran desplome de las bolsas mundiales. El
Dow Jones firma la que es hasta entonces la peor caída desde el atentado de las
Torres Gemelas en 2001.
La Fed nacionaliza AIG
Con el susto y el asombro de la
quiebra oficial de Lehman, los inversores asisten incrédulos el 16 de
septiembre a la nacionalización de la mayor aseguradora del mundo, American
International Group. La Fed y el Gobierno de EEUU inyectan en la entidad 85.000
millones de dólares por el 79,9% del capital. Una medida que no sirve, sin
embargo, para frenar la sangría del mercado.
Ese mismo día Wall Street apenas
recupera un 1% del desplome anterior y las bolsas mundiales continuaron en modo
'caída' sumidas en una espiral de pánico difícil de remontar.
El 17 de septiembre, el Dow Jones
se deja otro 4,06% y la crisis de confianza se extiende como la pólvora a lo
ancho y largo del globo. De hecho, Rusia se ve obligada a cerrar las puertas de
su bolsa tras sufrir el mayor castigo desde 1998. Goldman Sachs y Morgan
Stanley se hunden un 13,9% y un 26,2% al cierre, respectivamente, mientras que
el británico Lloyds compra el HBOS para salvarle de la quiebra.
Los principales bancos centrales
de occidente se unen para inyectar hasta 180.000 millones de dólares en el
mercado para compensar el cerrozajo del interbancario en un momento en el que
ninguna entidad se fía de la de al lado.
El Gobierno de EEUU anuncia un
plan de rescate
“Tenemos un plan”… El Gobierno de
George Bush anuncia el 19 de septiembre un amplio plan de rescate para
apuntalar el sistema financiero. El programa incluye 700.000 millones de
dólares destinados a comprar las hipotecas basura de los bancos, las llamadas
subprime, culpables del colapso, así como otros tipos de activos tóxicos… Las
bolsas rebotan con fuerza.
Entretanto, el 21 de septiembre
los dos últimos bancos de inversión puros que quedan en pie, Goldman Sachs y
Morgan Stanley, se convierten en bancos comunes… Es el fin de Wall Street tal y
como se conocía.
La crisis financiera llega a
Europa
Pero la desconfianza de los
inversores se extiende como la pólvora y mientras Wachovia es comprado por Citi
para no ser el siguiente en caer, las acciones de la entidad holandesa Fortis
se hunden entre especulaciones sobre su solvencia. El 28 de septiembre, el
banco es nacionalizado también. La crisis ha entrado en Europa por la puerta
grande.
De hecho, al día siguiente es el
Hypo Real Estate alemán el siguiente, con un rescate de 35,000 millones de
euros, mientras que Santander y el Gobierno británico son los encargados de
salvar al Bradford y Binley.
El Congreso de EEUU rechaza el
plan de rescate
La Cámara de Representantes de
EEUU rechaza, el lunes 29 de septiembre, el plan de rescate financiero de
700.000 millones de dólares en una votación que conmocionó los mercados
financieros con 205 a favor y 228 en contra tras tres horas de debate.
Las reuniones que el presidente
de EEUU había mantenido todo el fin de semana con diferentes legisladores, así
como con los dos candidatos entonces a la Casa Blanca, el demócrata Barack
Obama y el republicano John McCain parecían haber dado sus frutos. Pero no fue
así.
Comenzó la noche más larga para
el mundo occidental. El Dow Jones se hundía un 6,6% y sufría la mayor pérdida
de puntos de su historia, el S&P 500 un 8,09% y el tecnológico Nasdaq un
9,14% mientras que los inversores comenzaban una auténtica caza de brujas entre
los bancos con el National City abajo un 63,3% y el Sovereign, participado por
Santander, un 68,34%. Y la onda expansiva se iba extendiendo al resto de
parqués a medida que iban abriendo sus puertas, empezando por Latinoamércia,
pasando por Asia hasta llegar a Europa.
El 30 de septiembre el banco
franco-belga Dexia es nacionalizado.
Habemus plan: el Congreso de EEUU
da luz verde al rescate de la banca
El 3 de octubre llegó la noticia
más esperada por los mercados. El Congreso de EEUU aprobaba el plan de rescate
propuesto por el entonces secretario del Tesoro Henry Paulson y el presidente
de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y que contemplaba destinar 700.000
millones de dólares a la compra de activos tóxicos de las entidades
financieras.
El texto, que había sido
previamente dulcificado por el Senado, contemplaba enmiendas destinadas a
garantizar los ahorros de los ciudadanos, así como importantes rebajas de
impuestos para particulares y empresas.
Tres días después la Fed, el BCE
(Jean Claude-Trichet) y el Banco de Inglaterra (Mervyn King) meten a fondo la
tijera en los tipos de interés y recortan medio punto porcentual, para evitar
que la crisis financiera se convierta en una crisis económica mundial, como
finalmente fue.
Las bolsas se vuelven a hundir.
El Ibex 35 se deja un 6,06%, mientras el Cac 40 parisino se desploma un 9%, el
Eurostoxx un 7,75% y el Dax un 7%. Por su parte, el Dow Jones cierra por debajo
de los 10.000 puntos por primera vez desde 2004.
Una sangría que continúa en los
días posteriores. De hecho, el 9 de octubre Wall Street vive una caída récord
desde 1987, con el Dow Jones abajo un 7,3%. Ventas que se contagian a Asia, donde
Tokio retrocede un 9,62% en su peor sesión también desde octubre de 1987
coincidiendo con la quiebra de la aseguradora nipona Yamato.
La Eurozona también acuerda un
plan de rescate
Al tiempo que se reúnen los
ministros de finanzas del G7 en Washington para comprometerse a evitar más
quiebras de grandes bancos, la Eurozona también llega a un entendimiento sobre
el plan de rescate en la región.
En una cumbre de crisis en París
garantizan a los bancos poder refinanciarse hasta finales de 2009. Reabrir el
mercado interbancario se convierte en una prioridad. El total del dinero
aportado por los países al fondo de garantía asciende a 1,7 billones de euros.
Finalmente las bolsas de Occidente rebotaron por encima de 10%, mientras que
Tokio recuperó un 14,15%.
Los días que siguieron la
volatilidad en los parqués fue máxima, con desplomes que batían cada día un
nuevo récord mientras que los inversores ya comenzaban a descontar la recesión
mundial. Para el 25 de octubre, el colapso de la bolsa es mundial y se confirma
la recesión económica global.
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