El consumo premium es otra
víctima de la desaceleración económica en América latina
El Cronista Comercial - jueves,
24 de septiembre de 2015
El control del gasto llegó a los
bolsillos de los consumidores de la región. El sector alimenticio y de limpieza
lideran la tendencia hacia el segmento B
Durante la mayor parte de una década,
la popularidad de las marcas de lujo fue uno de los rasgos más llamativos del
crecimiento repentino de la economía de consumo de América Latina.
Pero desde hace un par de años,
empezó a surgir la tendencia de control del gasto diferente debido a la
desaceleración económica, el desempleo y el aumento de la carga de la deuda.
"Cada vez más personas están
preocupadas por sus empleos, y economizan", afirma Luciana Esperanza, una
ama de casa que vive en un distinguido barrio de Salvador, en Brasil.
En los últimos meses, cambió su
detergente Omo, de eficacia comprobada, por Ariel, que es más económico; usó el
suavizante Ypê, en lugar de Confort, y el champú Sedal en vez del costoso
Tresemmé.
Cuando los amigos y vecinos de la
señora Hope salen, eligen tomar la cerveza de moda más barata, Skol, en lugar
de los tragos o cócteles más caros.
Esta tendencia es particularmente
marcada en la economía brasileña, que se espera se contraiga en alrededor del
2% en 2015. Sin embargo, la región en su conjunto se prepara para un
estancamiento este año, por lo que en otras partes la confianza también decae.
Según encuestas periódicas a 6.500 consumidores de seis países latinoamericanos
realizadas en los últimos meses por FT Confidential Research, la confianza está
cayendo incluso en países como Colombia y Perú, que se espera que crezcan más
de un 3% este año.
En toda la región, las
investigaciones muestran un aumento constante en el número de consumidores que
dan más importancia al precio que a la calidad. En junio de 2015, por ejemplo,
19% de los encuestados dijo que el precio era lo que consideraba más importante
cuando compraba alimentos, frente al 16,4% registrado nueve meses antes. El
precio también fue un factor muy influyente a la hora de comprar ropa y
productos de cuidado personal, y se convirtió en el principal factor de
preocupación para el 41,5% (frente al 38,8%) y el 34,4% (frente al 31,1%) de
los encuestados.
"Somos testigos de una
despremiumización a medida que América Latina pasa por un momento de
crisis", sostiene. Eduardo Tomiya, director para América del Sur de
Millward Brown Vermeer, una consultora de marketing de San Paulo.
En la última compilación del
grupo de las 50 mejores marcas más valiosas de América Latina, cinco cervezas
relativamente más baratas, cuatro de las cuales son fabricadas por AB InBev, el
gigante cervecero del cual la brasileña AmBev forma una parte importante, están
en el top 10. Skol encabeza el ranking por primera vez, tras desplazar del
trono a Corona, que fue la marca más valiosa de la región en 2013 y 2014.
Los cálculos -sobre la base de la
diferencia entre un valor estimado de mercado y los activos tangibles de una
marca- muestran que hay productos de bajo costo que ganan terreno en otras
áreas también.
En el sector alimenticio, un
número creciente de consumidores prefieren comprar en autoservicios o
supermercados de descuento. Bodega Aurrerá y Lider, que son, respectivamente,
las operaciones de descuento de México y Chile del grupo de supermercados
estadounidense Wal-Mart, ocupan los primeros puestos en el ranking de Millward:
Bodega subió seis lugares, al puesto número 14, y Lider, ocho lugares, al
puesto décimo séptimo.
"Los autoservicios se
expandieron en forma agresiva", afirma Tomiya. Las operaciones locales de
dos grupos internacionales, la brasileña Atacadão, propiedad de la francesa
Carrefour, y las operaciones argentinas y brasileñas de la española Día,
reflejan la misma tendencia.
Muchos brasileños todavía
priorizan las marcas de lujo en champús, cremas faciales y otros artículos de
cosmética y cuidado personal, pero según recientes investigaciones de FT
Confidential Research, las marcas económicas dieron buenos resultados este año.
Los latinoamericanos siguen
siendo grandes fans de los teléfonos inteligentes y miembros entusiastas de las
redes sociales, pero son menos propensos a gastar en los equipos más caros.
En junio de 2015, solo el 41,8%
de los 1.500 de los brasileños encuestados por Confidential dijo que se
compraría una tablet de Apple o Samsung en los próximos seis meses. Cuando la
encuesta se realizó por primera vez en diciembre de 2012, el 59,7% de los
encuestados dijo que planeaba hacerlo.
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