Razones no válidas para renunciar a un trabajo
Finanzas Personales - viernes, 11 de
septiembre de 2015
Considerar abandonar un trabajo
tiene que tener unos fundamentos bastante fuertes, ya sea porque se le presentó
una nueva oportunidad laboral o porque simplemente existen razones que le dicen
“ya no más”.
A lo largo de la vida profesional
se pueden presentar distintas situaciones y experiencias que lo pueden poner a
prueba, tanto su paciencia, como sus habilidades profesionales o, incluso, el
amor por su profesión. El verdadero reto está en cómo usted asuma esos momentos
y la respuesta inmediata de reacción que tenga cuando se presenten.
Porque en la vida laboral no todo siempre es
lindo y bueno, sino también hay momentos (días, meses o años) que pueden ser
bastante difíciles de llevar y mantener, cuando no hay una satisfacción o
porque existan necesidades de dinero que no le permitan considerar otras
opciones.
No obstante, renunciar suele ser una salida
facilista, en la mayoría de casos. Ya que es necesario “quemar otros
cartuchos”, primero, antes de darse por vencido. Al respecto, CBS News consultó
a un experto, Jayne Mattson, Vicepresidente Senior, en Keystone Associates,
quien señala que es necesario evaluar todas las situaciones antes de decir que
la solución es renunciar.
FP le sugiere leer “13 razones
que le indican que llegó el momento de renunciar”.
Porque, por ejemplo, puede que usted esté
buscando o aceptando una nueva oferta laboral, esperando que ciertas
situaciones cambien, cuando puede que usted sea el del problema y “quiera
abandonar el barco”. Así, es necesario hacer un análisis exhaustivo a las
situaciones que se presentan, para saber, en profundidad, las causas y no sea
que solamente se esté viendo “la punta del iceberg”.
Entonces, piense bien su decisión si está
basada en alguno de los siguientes argumentos:
1. Mejor paga: si bien es uno de
los factores que motivan a la mayoría de empleados a buscar nuevas opciones de
trabajo, no debe ser considerado como el único. Hay que mirar factores más allá
de los monetarios ya que, por lo general, un trabajo mejor pago también implica
más responsabilidades, más trabajo y más presión, lo que le puede restar
calidad de vida. Además, debe evaluar otros factores que sí tiene su empresa y
que, aunque no se traduzcan en dinero, pueden ayudarlo a sentir feliz, como
horarios flexibles, bonificaciones a final de año, ambiente laboral tranquilo,
opciones de ascenso o crecimiento profesional.
Cartucho a quemar: pida un
aumento de salario o ponga en la balanza si el nuevo puesto realmente
contrarresta lo que estaría perdiendo en su actual empresa.
2. Odia a su jefe: si bien es un
factor fundamental que puede hacer que esté aburrido o cansado, es algo que se
puede trabajar. La mayoría de personas le tiene miedo a las confrontaciones,
pero a veces, los jefes también precisan de la retroalimentación de sus
empleados para mejorar los procesos y las relaciones dentro del departamento
que dirigen. Puede ser algo complicado, pero nunca será en vano ya que, por más
“malgeniado” o terco que sea, siempre estarán prestos a escuchar y algo habrá
de quedársele de la conversación que sostenga.
Cartucho a quemar: hable
directamente, en buenos términos y con buena actitud. Comente lo que no le
agrada y la forma como se siente y procure también establecer acuerdos. Dado el
caso, acuda también al departamento de Recursos Humanos.
3. Tuvo un mal día o mala semana:
a cualquiera le pasa, pero no por eso va a dejar todo tirado y, peor aún, dejar
una mala imagen profesional ante los demás. Esto suele ser bastante común luego
de haber cometido un error o de que su jefe lo haya culpado por algo que no le
correspondía a usted o, también, por un inconveniente con un compañero. De
acuerdo con The Guardian, incluso si usted trabaja en un trabajo que le gusta,
es inevitable tener malos días.
Cartucho a quemar: deje que pase
el tiempo, al menos, una semana. Recuerde cuáles fueron las razones iniciales
por las que ingresó y quiso el trabajo que hoy tiene. Pero si finalmente
considera que pesa más lo malo, que lo bueno, tiene algo que reconsiderar.
Le sugerimos también “¿Cuáles son
las razones válidas para renunciar a su trabajo?".
4. Siente que está sobrecargado de trabajo:
hay personas que no son felices sintiéndose libres de trabajo como otras que
consideran que tienen mucho. Claro, las altas cargas laborales pueden tener un
impacto fuerte en su día a día pero, ¿cómo saber si realmente está
sobrecargado? Puede que se trate de algo temporal o que los trabajos anteriores
que usted haya tenido, hayan sido realmente suaves. Hable con colegas de su
sector y comente su situación y pida su apreciación. Una vez cuente con su
consejo, ya podrá saber cómo actuar.
Cartucho a quemar: verifique su
calendario, puede que esté pasando por una temporada fuerte del sector en el
que trabaja o si otro es el caso y le han asignado nuevas responsabilidades, no
se vaya sin antes explicar que siente que tiene mucho que hacer y no cuenta con
los recursos suficientes para lograrlo, ya sea de tiempo, técnicos o de
personal.
5. No le caen bien sus compañeros: ¿y si quizá
es usted el del problema? La mayoría de veces siempre se suele culpar al resto
de lo que suceda, de un mal ambiente o de actitudes antipáticas, pero rara vez
la persona misma es la que se pregunta si puede ser el factor desencadenante de
eso. De acuerdo con Forbes, también puede verificar si establecer relaciones en
otras áreas puede bastarle y ser suficiente, para sentirse un poco mejor en su
trabajo.
Cartucho a quemar: intente alejarse de la
situación, coméntele a alguien de confianza cómo se siente y evalúe su
comportamiento y respuesta ante la actitud de los demás. En la mayoría de casos,
suele tratarse de malos entendidos o confusiones que siempre tendrán una
solución.
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