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martes, 22 de noviembre de 2016

críticas en el trabajo

Aprende a manejar las críticas en el trabajo


América Economía -   noviembre de 2016
Lidiar con las críticas no es una tarea fácil, especialmente si quien nos critica no lo hace de manera sutil. Además hoy, gracias a la tecnología y la proliferación de las redes sociales, vivimos más expuestos que nunca.
Basta con dar un solo click, para que la vida de otros nos sea revelada, y del mismo modo sucede con la nuestra; dando pie, de manera a veces inconsciente, a que muchos desvelen su faceta de “opinólogos”, convirtiéndonos en blanco de críticas.

Lo anterior, sumado a todas nuestras relaciones interpersonales, sin duda, puede situarnos en escenarios poco favorables, especialmente si no sabemos cómo enfrentar estas situaciones, o si tenemos, de plano, un problema con las críticas y con ser criticados.

Las crítica y sus dimensiones

Ya en la antigüedad, el sabio Aristóteles, advertía que “la crítica es algo que uno puede evitar fácilmente al no decir nada, no hacer nada y no ser nada”, sentenciando que es simplemente imposible eludirla.

Así, La crítica puede ser por un lado, una forma de acoso, pero, por otro, puede ser un obsequio si es emitida con sinceridad por alguien que realmente alberga los mejores deseos para nuestro progreso. Esto es particularmente cierto, si esa persona tiene experiencia en el campo apropiado.

La crítica y el rechazo, son partes difíciles de la vida. Pueden ser molestos e incluso, pueden dejar un sabor amargo duradero. Podemos terminar sintiéndonos miserables, enojados, heridos, y así sucesivamente, y podemos, además, sentir ese tentador deseo de “golpear de vuelta” para defendernos.

Por otra parte, nuestro rechazo a ser criticados puede resultar en un ejercicio agotador, especialmente cuando lo volcamos en esa búsqueda incansable por obtener la aprobación de todo nuestro entorno. Podemos inclusive, llegar a obsesionarnos con lo que la gente piensa de nosotros, asignando significados especulativos e inexactos a la retroalimentación que recibimos.

La diferencia esencial entre ambos tipos de feedbacks es básicamente la forma en que son comunicados. Así lo consigna el sitio especializado en desarrollo personal Skills you need.
Aunque ambas formas desafían nuestras ideas, carácter o habilidad, cuando alguien está dando una crítica destructiva puede dañar nuestro orgullo y tener efectos negativos sobre nuestra autoestima y confianza. La crítica destructiva es a menudo simplemente irreflexiva, pero también puede ser deliberadamente maliciosa e hiriente. La crítica destructiva puede, en algunos casos, conducir a la ira y a la agresión.

Por su parte, la crítica constructiva apunta a nuestros errores, pero busca mostrarnos dónde y cómo se pueden hacer mejoras. La crítica constructiva debe ser vista como una retroalimentación útil que puede ayudarnos a mejorar, a elevarnos. No a perjudicarnos y disminuirnos.

Cuando la crítica es constructiva suele ser más fácil de aceptar, puede quizás dolernos un poquito, pero se percibe la intención de ayudarnos.
En cualquier escenario, debemos procurar recordar que siempre podemos utilizar la crítica para nuestra ventaja. La manera en que elegimos manejar la crítica, tiene y tendrá un gran efecto sobre varios aspectos de nuestra vida. Por eso es tan importante identificar las formas en las que podemos beneficiarnos de ella.

Hipersensibilidad a la crítica

Expertos en la materia coinciden y apuntan a distintas causas, como por ejemplo, la baja autoestima o falta de ella, la falta de asertividad como habilidad social y la crianza.

La hipersensibilidad a la crítica tiene una estrecha relación con la baja autoestima o falta de autoestima. Las personas con baja autoestima se toman a modo muy personal las críticas, aunque ello no implique un juicio de valor o un comentario destructivo. Lo ven como un ataque directo a su personalidad. Esta condición de extrema sensibilidad adopta su peor postura cuando no se alcanza la aceptación de los demás, por lo tanto, la crítica es vista como una falta de aprecio, como un rechazo a lo que son, no hacia un aspecto, actitud o comportamiento específico.

La asertividad, por su parte, es una habilidad social y comunicaciónal. Significa defender los derechos personales. Expresar pensamientos, sentimientos y creencias de manera directa, honesta y apropiada. Es visualizada como el punto de equilibrio entre el comportamiento pasivo y agresivo.

Los individuos asertivos son capaces de poner sobre la mesa su punto de vista, sin molestar a los demás, y sin frustrarse o enojarse ellos mismos.

La asertividad también está profundamente ligada a la autoconfianza, y potenciar ambos aspectos nos permiten tener un mayor control de nosotros mismos, y movernos con mayor éxito, aún, en las situaciones de mayor complejidad, asegura el sitio Take your power.

La psicóloga de la Universidad San Sebastián Valentina Caamaño explicó a BioBioChile que lo primero a tener en consideración es que la dificultad para tolerar las críticas es un fenómeno que, como todos, es multicausal. Pero que, entre las causas pueden mencionarse el haber enfrentado pocas frustraciones en la infancia.
Así, la experta explica que existen padres que ven a sus hijos como únicos, especiales, admirables, premiando cada logro que tienen, incluso en aspectos que son totalmente normativos en el desarrollo de un niño, como por ejemplo, aprender a caminar, leer, escribir, etc. Se trata de situaciones que son esperables y que no debieran premiarse, porque no son eventos extraordinarios en un niño.

Sumado a esto, el no saber decir que no a un niño, accediendo a todas sus demandas y peticiones, le puede entregar un mensaje al menor de que es perfecto, que no comete errores, y que puede tener todo lo que desee en cualquier momento.
Todos estos factores pueden influir en que una persona, ya en edad adulta, por no haber experimentado situaciones de frustración previas, que son necesarias para la vida, presenten enormes dificultades para aceptar las críticas de parte de su entorno, con todas las reacciones posibles, desde culpar a otros, no hacerse responsable de sus propios errores, molestarse, sobre reaccionar emocionalmente, entre otras.

Qué hacer

Como sugerencia, Valentina recomienda a los padres, que enseñen a sus hijos a tener una imagen real de sí mismos, aceptándose como personas con fortalezas y aspectos por mejorar. Nadie es perfecto ni debiera pretender serlo, pero sí debiera buscar las opciones de crecer, desarrollarse y mejorar.

Por otro lado, los adultos debemos entender que en nuestras propias visiones personales, existen aspectos que no siempre queremos ver, especialmente aquellos que nos producen dificultades, como nuestras debilidades, las cuales quedan en una “zona oscura” y difusa.

En este sentido, muchas veces son las otras personas las que nos muestran estos aspectos, a través precisamente de las críticas. Por lo mismo, la invitación es justamente escuchar qué es lo que las otras personas quieren decirnos, evaluar las críticas con la mayor objetividad posible y finalmente agradecerlas, ya que con ellas podemos tomar conciencia de qué debemos mejorar.

Así también, tener altura de miras, de igual manera existen personas que critican sin fundamentos, por lo que es recomendable evaluar estos comentarios y como se dice en buen chileno: “tomarlos de quien viene”, aconseja la profesional.

En la misma línea, la coach transformacional Patricia Uhrich enseña que la clave para resolver el problema de la crítica es la distancia que tomamos con respecto al comentario. Puntualmente recomienda estar disociado. Esto es, verlo desde una posición externa.

Uhrich explica que cuando se está disociado, se escucha, se ve y se interpreta la situación como una película externa. De esta manera es posible observar más, escuchar mejor, tomar la información como una opinión ajena y no involucrarte emocionalmente.

En cambio, agrega, “si te tragas todo el comentario que viene de un tercero (estado asociado), sobre un accionar tuyo, te asocias completamente a la situación, le pones emoción, cuerpo, y esto te destruye en mayor o menor grado. Dependiendo del grado de validación que le des al comentario que escuchas e interpretas a tu manera…Cuando tomamos distancia, podemos detectar si el comentario merece ser escuchado, o hay que dejarlo ir”.

En cuanto a como actuar cuando estamos de cara a la crítica, lo primero a considerar según Elly Prior, una de las más connotadas consejeras y terapistas de relaciones del Reino Unido, es no actuar a la defensiva.

Para ello, recomienda no tomarlo de manera automática como un ataque personal, no reaccionar agresivamente, no tratar de probar que la otra persona está equivocada, y no buscar los defectos de quién nos está criticando. Si lo hacemos, perderemos el punto.

Cinco preguntas clave
Cuando te enfrentes a críticas injustas, estas preguntas te ayudarán a mantener la perspectiva adecuada:

1. ¿De quién es el problema realmente?

2. ¿Le estás dando más importancia a la opinión de quien te está criticando que a tu propia opinión?

3. ¿Te estás preparando para ser criticado? el bullying puede ser tan sutil que apenas notas cuando está comenzando.

4. ¿Es realmente una lucha de poder? Si tienes la seguridad de que no estás jugando ese juego, no te hagas daño.

5. ¿Se trata de una defensa, competencia, represalia, o control? (esto puede indicarte si estás siendo victima de acoso, dependiendo de la cantidad de tiempo en que ha estado sucediendo)[/bbclembed]

No podemos controlar lo que nos dirán los demás. Pero podemos controlar cómo lo internalizamos, lo respondemos y aprendemos de ello, y cuándo lo liberamos y seguimos adelante.

Si notas que tienes dificultades para lidiar con las críticas, recuerda que de todo podemos obtener algo positivo. De este modo, los comentarios pueden también traducirse en una gran oportunidad de progreso, consigna el sitio web Thiny Buddha.

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