Cosas que no te dirá tu jefe (y
que necesitas saber)
Esquire - septiembre de 2016
Pasamos aproximadamente 40 horas
a la semana en la oficina, lo que equivale a 48 semanas al año sentados en
nuestro escritorio. Este hecho hace necesario una buena relación con nuestros
compañeros de empresa, y aún mejor, con tu jefe. Por muy atento y buen mandamás
que éste sea, existen unas normas y reglas que él no te dirá -y que tú
agradecerás saber-.
1. Estás más espiado de lo que
piensas.
Vives en un ‘Big Brother’
continuo en lo que respecta a tu actividad on-line, por lo que medir tus
movimientos en tu computadora es vital. Ya no sólo en tu historial de
búsquedas, sino correos y carpetas.
2. No deberías de hacer horas
extras para conseguir un aumento
De hecho, si te excedes en el
tiempo que pasas en la oficina, es posible que tu empresa esté infringiendo la
ley. Consigue tus ascensos y aumentos sin caer enfermo.
3. Esas ‘horas extras’ no
exigidas pueden ser ilegales
Sabemos que no te las piden
expresamente, pero cuentan con ellas: atento porque si excedes el tiempo máximo
permitido trabajando, puedes presentar una queja por sobrecargo de trabajo.
¿Consejo? Desde el primer día no te dejes explotar más lo debido para agradar
más fácilmente.
4. Atento a la jubilación
La mayoría de nosotros confiamos
en que nuestra empresa nos asegura un futuro cuando decidimos retirarnos, ¿pero
estamos ante un buen trato? Infórmate a través de seguros de jubilación
externos y compara, puede que no te estén ofertando todo lo que mereces.
5. La siguiente generación, a
tener en cuenta
Si tienes más de 40 años, atento,
puede que estés en el punto de mira de tu jefe. Varios estudios realizados en
EE.UU. y Reino Unido destapan que existe una “sed por sangre joven” que aumenta
cuanto más joven es el jefe. El tiempo y la lealtad a la empresa parece no
importar ya tanto como antes.
6. Los sindicatos, más útiles de
lo que crees
Nos recuerdan a huelgas de antaño
y a mineros pidiendo derechos, pero estas formaciones son muy útiles hoy en
día. Ten en cuenta que tienes todo el derecho a acudir a reuniones planteadas
por ellos, por lo que las quejas de tu superior no tienen cabida en este punto.
Es tu derecho y has de ejercerlo.
7. ¿Amistad en la oficina?
Claro que puede ser posible, pero
recuerda que juegas en un ámbito que, de excederlo, puede volverse en tu
contra. Nunca reveles información que pueda comprometerte y mucho menos trates
como un “chamaco” más a tu mandamás. La cordialidad ha de ir reñida con la
cordura.
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