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viernes, 3 de octubre de 2008

Furia

La furia española en el mundial de México 86

"Al intentar coserme la frente, la aguja se rompió dos veces"
La cabeza sangrante de Camacho ante Irlanda (2-1) fue una de las imágenes de aquel torneo, el de los penaltis con Bélgica. Sucedió en el segundo partido del grupo, el siguiente al del gol no concedido a Míchel frente a Brasil, y nos lo contó en Casa Juan.

Ganábamos por 2-0 (goles de Butragueño y Julio Salinas) y el partido estaba bravo. Poco antes del descanso fui a por un balón que controlaba un irlandés junto a la línea de banda. Se lo quité y él me clavó los tacos en la cabeza; yo ya estaba en el suelo... Sangré al instante, claro. Pero como entonces no te obligaban a abandonar el partido si eso sucedía (fue años más tarde, cuando apareció el temible sida) acabé el primer tiempo y el doctor Jorge Guillén me cosió en el descanso. El problema fue que al estar la brecha en la frente, con apenas carne para meter la aguja, se le rompió dos veces."

A la tercera, el médico se salió con la suya y Camacho volvió a jugar. Entonces pasó... lo de siempre: Irlanda decidió ser Irlanda y colgó un balón tras otro sobre el área de Zubizarreta. "Y todos me caían a mí. Me pasó igual en el tercero, contra Argelia. No había manera de que se cerrara la herida cabezazo va, cabezazo viene. Para ese partido me pusieron una venda redonda, cogida con esparadrapo... ¡Fue mucho más cómodo!".

Jóse reconoce en la fotografía esas bolitas blancas esparcidas por el césped. "Eran bolsas de plástico llenas de agua fría, para combatir el tremendo calor de aquel verano mexicano". Durante la segunda mitad (los irlandeses acortaron distancias con un gol de Clarke) Camacho cambió por dos veces la venda que le cubría la herida y los puntos. "Entre los balonazos y el sudor no había manera de conseguir que se detuviera la pequeña hemorragia. Había que aguantar. Habíamos perdido injustamente con Brasil el primer partido, pues no nos dieron aquel gol legal de Míchel, y el envite con Irlanda, el segundo, había que ganarlo".

El gol de Míchel fue un tirazo que se estrelló en el larguero de la meta brasileña defendida por Carlos y botó después dentro de la portería. El árbitro, un australiano llamado Bambridge, ordenó que siguiera el juego.

Juanito
Pero en la sección Cabezas por España, Camacho tiene un recuerdo para la de Juanito en Belgrado, en aquel Yugoslavia-España de clasificación para el Mundial de Argentina'78. "Fue un partido terrible, de muchos palos. Ganamos con el famoso gol de Rubén Cano y cuando Juan se retiraba, ya saben; le hizo al público el gesto de la derrota, con el pulgar para abajo. Nosotros, que lo veíamos desde el campo, descubrimos junto a la banda a dos cabezones, Antonio, el utillero y José María García, y a Juanito que se acercaba. Enseguida pensamos: a uno le dan, seguro que a uno le dan. Le dieron a Juan. Cuando acabó el partido lo encontramos tendido en la camilla, todavía mareado. Yo le gritaba: ¡Juan, Juan, que hemos ganado! Para cabezas con problemas, la suya..."

Partidos con leyenda y cabezas de otros tiempos. "¿Que lo de la mía fue una demostración de la Furia? Pues quizá... Yo no había oído hablar mucho de ella, sólo a mi padre recordando los Juegos de Amberes de 1920 y a Sabino", explica Camacho. Sabino, el de "¡a mí el pelotón, que los arrollo". "Mi padre me enseñó un equipo nacional que siempre recordaré: Zamora; Ciriaco, Quincoces; Bonal, Esparza, Pe Larrauri, Iraragorri, Bata, Chirri y Gorostiza".

Camacho jugó de central la tarde negra con Bélgica pues al titular, Antonio Maceda, se le complicó definitivamente la lesión de rodilla que le apartó del fútbol. Sólo participó en el partido con Brasil. Miguel Muñoz se apañó con Andoni Goikoetxea y Camacho. Ante los belgas, Goiko fue baja por sanción y el eje central lo formaron Jóse y Chendo, con Ricardo Gallego de líbero.

"Furia y toque, calidad. Aquel equipo la tenía, también el del 82, no dimos una a derechas entonces y nunca sabré por qué. Aquella España del 86 no fue sólo sangre y pelea, tenía jugadores de mucha clase, que también tocaban y controlaban el partido. Ya en 1984 habíamos sido subcampeones de Europa en París..."

Querétaro y tal
Camacho recuerda el 5-1 a Dinamarca en Querétaro (octavos de final del M-86) como extraordinario: "Uno de los mejores partidos de nuestra historia". Llegó Bélgica y... "Faltó suerte. Fuimos mejores, debimos ganar, evitar los penaltis. Para entonces ya se me había cerrado la herida y hasta subía a rematar los córners, ausentes Maceda y Goiko. Cacé uno que casi acaba en gol... Debimos jugar la semifinal contra la Argentina de Maradona. Yo tenía una tarjeta y sabía que si ganábamos a los belgas no estaría en la final: la segunda acarreaba suspensión, me hubiera tocado marcar a Diego y una amarilla la habría visto, ¡segurísimo!".

Los dichosos penaltis. Camacho tiene su teoría: "Este verano ganamos la Eurocopa por fin, no era normal que España cayera tantas veces en los penaltis. En el 86, como después en Corea 2002, chocamos contra eso. Lo viví como jugador y como seleccionador, fue terrible. Por fútbol debimos clasificarnos en ambas ocasiones y para la semifinal. Y una vez allí..."

Futbolistas españoles de ayer y de hoy y una misma identificación, según Camacho. "Exactamente la misma en andaluces, vascos, manchegos, catalanes, madrileños... ¡En un Mundial te vuelves loco! Y si no es así, no eres español ni futbolista. Todo el mundo está pendiente de ti, quieres ganar como sea". Camacho, con 81 partidos internacionales, fue nuestro jugador con más entorchados hasta que le superaron Hierro (89), Raúl (102), Zubizarreta (126) y ahora también Casillas (85) Su gravísima lesión de rodilla, y alguna más, le obligó a estar un total de veinte meses inactivo a lo largo de su carrera, lo que le impidió jugar el Mundial de Argentina 78 y la Eurocopa de Italia 80. Sin esos percances habría superado con creces la centena de partidos con la Selección.

Camacho se clasificó siempre para una fase final de un gran torneo, Europeo o Mundial. "La diferencia es que España no tenía el peso de ahora, el que se fue ganando en muchos torneos que no conquistamos, pero que pudimos hacerlo. Un prestigio que no sólo tiene nuestro fútbol sino el país como tal y deportistas de la categoría de Nadal, Gasol, Alonso... En mi época Arconada, Zamora y yo jugamos en la selección europea de fútbol; hoy cualquier selección continental de un montón de deportes tendría una gran presencia española"

La diferencia
¿Por una nueva mentalidad? Camacho asiente. "Hoy somos más competitivos. En mi época la mayoría de internacionales jugaba en el Madrid y en el Barcelona. Ahora todo está más repartido. Ves jugar al Villarreal y sabes que va a ganar porque tiene excelentes jugadores que también son internacionales. Y tenemos gente fuera, formándose en otro fútbol como Torres, Alonso, Cesc... Y los chicos juegan torneos Sub'15, 16, 17; entonces no salíamos de casa. Pero España siempre ha estado ah el único gran misterio por la decepción que supuso fue el Mundial 82"

Esa herida le duele a Camacho todavía más que la brecha que le produjo aquel irlandés. "Antes del campeonato lo ganamos todo, incluso a Inglaterra en Wembley (1-2). Pero llegó el momento y fallamos. Nos quedamos tiesos, sin capacidad de reacción. A Honduras (1-1) le debíamos ganar a medio gas y no lo hicimos... Jamás vi una afición tan entregada; estábamos en El Saler y los veinte kilómetros que le separan de Mestalla estaban llenos de gente aclamándonos". Y la cuestión: ¿es verdad que ETA amenazó a los jugadores de la selección, especialmente a los vascos? Camacho se explica: "Algo hubo pues llevábamos escolta siempre, incluso cuando teníamos tiempo libre".

Camacho dejó la selección tras la Eurocopa de Alemania. "Perdimos con ellos por 2-0 y al final le dije a Gordillo. Vámonos o nos echará el que venga. Lo cumplí".

Su amigo Del Bosque está al frente de una Selección con todo claro: "Sí, el estilo lo marcan Iniesta y Xavi; Torres y Villa son una referencia... Vicente está impuesto; su tarea es ir viendo jugadores pensando en que el Mundial está a dos años vista y puede haber lesiones, gente en baja forma... Nos falta el Mundial e iremos por él: en el Europeo le ganamos a Italia, el último campeón, a Grecia que era la campeona de Europa vigente. Creo en este grupo."

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