https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

viernes, 5 de octubre de 2007

A solas

Mur hablando casi a solas
por:César Hildebrandt

Este es un país gris. Aquí todo parece preferir la mediatinta. Aquí los énfasis tiemblan, los subrayados no se ven, los jueces eligen la tibieza, los fiscales apenas acusan y –como se dice– hasta las moscas se acojudan.

Y en este país de medias aguas y leches translúcidas no es de extrañar que un tal Martín Retamozo –Fiscal Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios– exculpe a los chicos y chicas del difunto banco Wiese de toda responsabilidad en la quiebra con truco y la desgracia financiera que asoló a esa institución. Para no hablar del aval que no era tal y de la compra, por el Banco de la Nación, de 25 millones de dólares por un paquete de acciones que valían la modesta suma de cero soles con cero centavos (pero que valieron 25 millones de dólares porque estaban en manos de los Wiese, que seguían haciendo, aun después de ser declarados banqueros muertos, auténticos milagros con el dinero del Estado).

Para no cumplir con su papel de acusador, el fiscal Retamozo produjo un mamotreto enjundioso que es una obra maestra de la ciencia ficción. Y es que basa la exculpación en favor de los Wiese y parentela en un reglamento que no tiene existencia legal, que jamás se publicó oficialmente y que está en ese limbo legislativo donde mora lo que pudo ser pero no fue, donde moran casi los jamases (Vallejo again).

Es el mismo fiscal que expidió un informe deliberadamente zonzo sobre Laura Bozzo, el mismo que presentó una apelación “en contra de Hermoza Ríos” fuera de fecha (con un día de retraso, lo que la hizo inservible) y el que ahora se atreve a decir, para regocijo de la gran prensa, que no hay culpables, que qué ocurrencia, que no hay que acusar a nadie y qué es eso de pedir juicio oral cuando lo que corresponde es que todo se archive y que todo siga en orden, que lo contrario sería desestabilizar al sistema.

¿Y J. P. Morgan?

¡Inocentes!

¿Intesa?

Más castos que Lucchetti.

¿Sudameris?

¡A la hornacina respectiva!

Como dijo Jaime Mur: “devolvieron la bicicleta robada y entonces ya no hubo delito”.

¿Y eso lo dice un fiscal en un informe de 100 páginas y en un estilo que cualquiera sabe que ha sido tomado de algún “inspirador” borrador “donado” por un estudio de encopetados jurisconsultos?

¿Y nadie dice nada?

Nadie, excepto Jaime Mur y este escribidor que lo escucha y lo publica.

Es que cada día que pasa la gran prensa –con excepciones, una de las cuales es hasta ahora este digno periódico llamado La Primera y bastante de Perú 21– es cada vez más la gran Naná, la gran Nené, la gran Madame y, de una vez por todas, la tremenda puta del gran billetón que a casi todos desbrava y ensilla y convierte en caballo de paso, José Antonio.

En el caso Wiese nada fue más clamoroso y transparente que la ilegal colusión de funcionarios públicos y propietarios del banco Wiese con el propósito de socializar la crisis que ellos habían provocado y obtener, a través del fraude, el auxilio de los dineros públicos.

Pero aquí no pasa nada. Y como nada de esto sale en la tele de los MQ, y nada sale en la frecuencia del Ivcher que espera que el juez que se sacó la Tinka en 1997 resuelva su pedido de no pagar los 54 millones de soles que debe en impuestos, y nada sale en la radio del Delgado P. de las conversas en el SIN, y nada sale en las revistas especializadas de los NN bancados por el avisaje, nadie, entonces, se entera demasiado.

Porque sigue siendo ley no escrita que en el Perú, para no ir a la cárcel, no tienes que robar una sucursal ni un cajero automático ni un camión de valores y mucho menos un giro o un plástico de marras. Para no ir a la cárcel tienes que tirarte el banco entero.

Te lo llevas a tu casa, a pedazos y con secretarias, con bóveda y apoderados te lo llevas, con biombos y conserjes te lo furgoneas y luego te vas al club Nacional a beber un martini más seco que el corazón de Morgan. Y cuando estás bebiendo tu martini se aparece un Picasso del banco Latino y vienen los abrazos y van y vienen los martinis y el intercambio de experiencias y los chistes sobre los fiscales de la subasta inversa.

Y luego algunos se preguntan por qué el sur está agitado y muchísimos peruanos asqueados hasta la rabia de este pardismo interminable, de este pardismo que dura siglos, tan invencible como un herpes, asqueados de este pardismo mal parido y peor escrito en el Correo de los Aguá, esos que le deben a la Sunat lo que a otros ya habría hecho quebrar.

No hay comentarios: