La importancia de la productividad empresarial
FORBES- 2 de noviembre de 2018
Tener tu propio negocio es complicado,
son muchos los factores que hay que tomar en cuenta para dirigirlo
correctamente y lograr los objetivos propuestos al inicio del proyecto.
Una de las claves para que tu
empresa funcione es la productividad del equipo de trabajo. Hay varias formas
de lograr que fluya al máximo y obtener los mejores resultados.
Primero que nada, la
organización. Tiene que haber rutinas establecidas para que cada quien sepa qué
y cuándo tiene que hacer lo que le corresponde y, al mismo tiempo, tú sepas que
está haciendo cada quien. Esto también sirve para ver el tiempo que toma cada
actividad y así poder ir mejorando a la hora de poner metas. También hay que
priorizar y jerarquizar cada tarea.
De la mano con la organización,
viene la comunicación. Principalmente, la comunicación del jefe con sus
empleados. Debes ser muy claro en explicarles lo que necesitas de ellos. Esto
funciona mejor si, además, les dices en qué otra área de la empresa afecta lo
que hacen. Es decir, no sólo el qué, si no también el porqué. La otra cara de
la comunicación es la comunicación entre áreas. Que la información precisa y
necesaria fluya entre todos es vital para la productividad. Si todos están en
el mismo canal es difícil que alguien se pierda.
Si logras establecer orden y
tener buena comunicación, lo siguiente es fácil: resolver problemas. Siempre
hay algo que sale mal, o que se tiene que arreglar. Eso puede llevar a alentar
el rendimiento de toda la organización si no se trabaja de manera adecuada. Al
tener bases sólidas y gente capaz de reaccionar bajo presión, las crisis pueden
ser fáciles de manejar e incluso, muchas pueden ser ya esperadas si se cuenta
con buena previsión.
Casi siempre solemos querer
ahorrar en todo. Esto puede estar bien en muchos casos, pero uno que no
recomiendo nada es en las herramientas de trabajo, sobre todo en las
computadoras y tecnología. Imagínate que tienes que atender a un cliente que
tiene mucha prisa, pero tu internet es lentísimo, o el disco duro está tan
lleno que no jala. Es importante invertir en lo que te va a ayudar a que las
cosas se hagan más rápido, y eso definitivamente implica tener los aparatos más
modernos y de mejor calidad y más si eres una empresa tecnológica.
Otro factor es cómo tratar a los
empleados. Mientras estén más motivados, mejor van a funcionar. Todos somos
personas y a todos nos gusta que nos feliciten si hacemos las cosas bien.
Ofrecer recompensas es un buen método para lograr que todos trabajen en equipo.
Poner retos hace que el ambiente laboral sea más satisfactorio para todos. Es
importante capacitar al personal, tanto a quienes están entrando, como a los
que llevan ya tiempo. En todo momento hay cosas nuevas que aprender que
ayudarán al negocio.
Un buen líder tiene muy claro que
para avanzar necesita rodearse de los mejores; en ocasiones, de gente mejor
(más inteligente, más hábil o con más conocimiento sobre un tema en particular)
que el propio jefe. Contar con un equipo de personas que sepan hacer su trabajo
y lo hagan bien, para que el líder se ocupe de dirigir todo lo demás. De ahí
viene la importancia que tiene el saber delegar. Nadie es capaz de hacer todo,
esto solo nos llevaría a perdidas económicas y de tiempo, generando estrés. Hay
que pensar qué es lo que se va a delegar. Es muy distinto delegar tareas
sencillas de hacer, que quizá podría ejecutar cualquier miembro del equipo, que
tareas que requieren de especialidad. También hay que tener muy claro qué cosas
solo puedes hacer tú, cuáles se te dan bien y cuáles no. Una vez que se decide
esto, entonces se piensa a quién se le va a delegar cada responsabilidad. Por
eso tienes que conocer bien a tu equipo, saber sus puntos fuertes y débiles, de
forma que todo se complemente y se haga mucho mejor.
En el caso de la competencia, hay
que tomar en cuenta que lo que todos buscan es siempre ofrecer lo mejor e
innovar. No te puedes quedar atrás, hay que estar pensando todo el tiempo qué y
cómo podemos mejorar. Los modelos de negocio y los recursos tienen que ir
avanzando conforme nosotros y la competencia lo hacen. Para eso hacer juntas
periódicas ayuda mucho.
Escucha las críticas. Tomar en
cuenta lo que tus colaboradores piensan enriquece nuestra perspectiva. Ellos
pueden decir mucho de lo que les funciona o no para ser más eficientes. Por
otro lado, los clientes también pueden aportar. En vez de tomar a mal lo que te
digan, aprovéchalo para mejorar. Puedes leer sus opiniones en redes sociales,
pero también es importante tener un centro de atención en el que puedan
expresarse libremente.
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