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viernes, 25 de mayo de 2007

psicología del éxito

Actitud en el Trading, psicología del éxito (I)

Tras un periodo de cambios frenéticos tanto a nivel personal como profesional, necesitaba un tiempo para retirarme y así poder “observar mi vida desde una distancia”.

Lo cierto es que todo se ha movido a un ritmo frenético… desde un punto de vista personal, necesitaba pasar mas ratos junto a mi familia, sobre todo a mi hijo –que ya comenzaba a mirarme con cara “¿y quién es este tipo?”.

Y después con mi amada esposa, quien a su vez acaba de salir de una experiencia un tanto desagradable. Son cosas de la vida… si es que, como muchos podrán comprobar, no todo son los mercados.

PERSPECTIVA EMPRESARIAL

Y –como nota más positiva- un paso adelante desde la perspectiva empresarial.

Lo último antes de mi “desaparición” eran mis planes de montar una empresa de propietary trading, cuyo objetivo es la formación de trainees, para convertirse posteriormente en traders de éxito (por supuesto, a base de trabajo duro y dedicación, dedicación, dedicación…).

Pues dichos planes ya dejan de ser planes, para convertirse cada día que pasa en una realidad que llena a este servidor de mucha ilusión.

LOS ÚLTIMOS AVANCES

¿Un resumen respecto a los últimos avances en este tema? Pues hace aproximadamente dos meses se hizo la primera criba para seleccionar en primer lugar a los “socios potenciales”.

Se había dejado constancia en multitud de veces que lo esencial para poder llevar a buen puerto este proyecto –que como confesaba humildemente “me venía demasiado grande”- era formar al equipo –que lejos de aspirar ingenuamente a que sea “perfecta”- fuera la ideal.

Y para ello, tan solo buscaba dos factores: uno, que cada uno reuniese toda una serie de aptitudes y virtudes, que ya desde un plano individual pudiese servir para enriquecer al proyecto, pero sobre todo que creasen “sinergia” cuando se junten con los demás.

Y segundo, el espíritu de entrega. De entrada, encontrar semejantes tipos sería tarea monumental (así lo había pensado), pero una oportunidad como ésta sólo podría venir una vez en la vida, así que habría que intentarlo (quién sabe… lo mismo hay personas mas locas dispuestos de seguir a un loco…). Y vaya que sí los hay…

LAS PROPUESTAS

De todas las propuestas enviadas por parte de interesados en ser socios, se ha dado cita para una entrevista, siempre en la cafetería Samarkanda, en la estación de AVE de Atocha y a una hora clave ¡en domingo! (¿por qué un domingo? ¿Quién tiene la mala leche de colocar una “entrevista de trabajo” un domingo?) Tiene un doble propósito.

Lo primero, porque en fin de semana los mercados están abiertos, por lo que tengo tiempo de preparar la entrevista el sábado y marchar “mentalizado” el domingo. Y segundo –la clave- ha servido como filtro para conocer realmente a las personas a quienes no les importe acudir un domingo al encuentro de un desconocido con vista a emprender un negocio juntos. Esta es la clase de personas que me interesa asociarme.

Y de este grupo de personas, tres han sido los seleccionados (eran cuatro en principio, pero finalmente uno será trader trainee… bien, nos hace falta). Y vaya si me han sorprendido gratamente.

No solo han superado con creces en cuanto a aptitudes –tanto técnicas como humanas- sino además han demostrado poseer precisamente ese alma de equipo y arrojo que uno busca en sus futuros socios: solo decir que ninguno vive en Madrid (uno es de Toledo, otro de Londres y el otro de Milán), y que cada fin de semana –ante la “llamada del deber”- acuden religiosamente a nuestro sitio de encuentro para abordar los temas necesarios con el fin de avanzar en nuestro proyecto.

LAS SIGUIENTES ETAPAS

Y mucho se ha avanzado: ya se ha empezado a negociar con la Central de Canadá, ya se han asentado las primeras piedras angulares que marcarían posteriormente nuestras directrices, se ha hecho el viaje a una provincia española con el fin de estudiar y analizar una iniciativa similar, e incluso se ha decidido ya el nombre de la empresa (que muy pronto si Dios quiere se anunciará a lo grande en esta sección), al igual que la imagen corporativa.

Ahora la siguiente etapa es la preparación de la constitución de la empresa, la búsqueda de los locales, la negociación con los proveedores tecnológicos, y el viaje de formación a Toronto.

Y una vez finalizados estos en el medio plazo: se pasará al reclutamiento del primer grupo de trainees, y por supuesto a la preparación de su entrenamiento (que esté servidor pasa día y noche recabando y organizando el material necesario para garantizar el éxito de dicha fase formativa).

Como podrán ver, mucho se ha adelantado… y sacrificado. Veréis, un negocio nuevo es como un bebe: Hay que nutrirlo, pasar el mayor tiempo posible con él, conocer sus necesidades… etc.

Y si para ello hay que renunciar a ciertas comodidades, e incluso si hiciera falta, a introducir cambios drásticos en la carrera profesional de uno: hace más o menos un mes he renunciado a parte de mis obligaciones hacia la cartera de mis clientes, y con ello, perdiendo la mayor parte de mis “ingresos fijos”.

Los que hayan pasado por la experiencia similar de montar una empresa donde han volcado toda su ilusión, comprenderán esta decisión.

Actitud en el Trading, psicología del éxito (II)

Si es que en todo negocio, la actitud es lo principal.

Y el trading –que es otra forma de hacer negocios (de hecho, en mi opinión, es la mas transparente y directa de todos)- no deja de ser menos.

Pero volviendo al hilo argumental anterior, tras unas semanas intensas de desplazamientos, de continuas reuniones y charlas, de conversaciones telefónicas con la Central, y un sinfín de correos electrónicos, me he decidido pasar unos días “al retiro”, con el fin de descansar, pasar tiempo con los míos, y especialmente, para preparar las asignaturas y toda el programa de selección y entrenamiento de los que serán nuestros futuros trainees.

Ya a modo de adelanto, se tocarán bastantes temas, pero destacando tres apartados imprescindibles –y que serán esenciales para el éxito de los trainees- : el análisis técnico, la gestión del riesgo, y la psicología del trading. Y al contrario de lo que piensan muchos, el análisis técnico es el que menos tiempo se ocupará.

No porque no sea importante, sino porque a pesar de su relevancia, no son la clave para triunfar en esta profesión. De hecho, cualquiera tiene acceso e infinidad de recursos para aprender el análisis técnico y lectura sobre señales de entrada… y por ello mismo no es por tanto el elemento que distingue a los buenos traders, de los regulares, ni siquiera de los malos.

GESTIÓN DE RIESGO Y FACTOR PSICOLÓGICO

En segundo lugar viene la gestión del riesgo. Aquí, su desconocimiento ya constituye un buen indicativo de quienes serán traders de éxito de los que acabarán en las casas de acogida. Dicho llanamente: “los grandes traders conocen y practican algún modo sistemático de gestión del riesgo, mientras los que no, simplemente son eliminados del juego para no volver nunca más”.

Pero tampoco ninguna modalidad de “money management” –por muy buena que sea- y mucho menos un sistema de entrada/salida, le valdrá a un aspirante de trader, si éste falla en lo básico: que es su propia psicología.

Si un trader no es fuerte, tanto mental como emocionalmente, mejor que ni siquiera lo intente. Ganar en los mercados radica en más de un 60% en este factor. Donde mejor se definiría este concepto es a través de las palabras de Sun Tzu, en su libro El Arte de la Guerra: “las batallas se ganan incluso antes de que hayan empezado”. Y más que referirse a la estrategia –que también es primordial- se refiere a la actitud del trader.

LA IMPORTANCIA DE 'LOS ELEMENTOS'

Lo cierto es que se ha puesto demasiado hincapié –exageradamente demasiado- en las nociones de análisis fundamental (estudios de cash-flow, fondos de comercio, ratios… etc.) como de análisis técnico (gráficos, osciladores, indicadores… etc.), siempre con el propósito supremo de encontrar el “valor perfecto” y el momento correcto de entrar (comprar o vender corto) dicho valor.

Esto ha creado la falsa –y peligrosísima idea, puesto que en realidad es justo al revés- de que tanto la selección del activo como el “timing” son los elementos más cruciales a la hora de tener éxito en los mercados.

Lo cierto es que buena parte de esta culpa también se nos podría achacar a los analistas y a la horda de lecturas, bibliografías y publicaciones en torno al análisis técnico y fundamental, y apenas un puñado de estudios sobre psicología del trading –y encima en su mayoría- destinados a un público mas experto y hasta académico, escritos en un lenguaje poco asequible al gran público, haciendo pues que su difusión sea menor si aún cabe.

Sin ir mas lejos, sólo hay que pasearse por los distintos portales, foros y blogs financieros y mirar qué temas se están tratando con mayor ahínco. No hace falta ser muy perspicaz para darse cuenta que –como siempre- los temas más candentes son las últimas olas de movimientos corporativos (noticias, y sobre todo, rumores y mas rumores).

Luego van los consejos y recomendaciones según patrones de rotura, confirmación de figuras e incluso por señales de indicadores y osciladores (cruces de medias, zonas de sobrecompra/sobreventa… etc.).

LA CONDICIÓN MENTAL, EL ARMA MÁS PODEROSA

Incluso yo debo confesar que cuando realizo mis análisis, me doy cuenta que en bastantes ocasiones tiendo también a pesar mas el componente técnico de los mismos, sacrificando otros componentes más importantes como la psicología y actitud que ha de tener el trader tanto en los instantes previos, como durante y después de realizar cualquier operación (y como no, este apartado se está intentando solucionar).

En realidad, la actitud mental de un individuo constituye su arma más poderosa. Un buen ejemplo (por su actualidad además) sería la película “300”. Sea realidad con sus matices o sea ficción, que un reducido grupo de 300 a 500 hombres haya podido frenar la avanzadilla del mayor ejército de aquellos tiempos –el persa- compuesto por mas de 400.000 hombres, da mucho qué pensar.

El ser humano es capaz de toda clase de hazañas si realmente se lo propone (de aquí una de mis frases favoritas, del “filósofo” Coelho: “cuando uno realmente desea una cosa, el universo entero se conspira para ayudarle a conseguirlo”).

Llevado al trading, la condición mental con que uno se mete todos los días en los mercados ha de encontrarse en la mejor forma siempre.

¿Y esto cómo se logra?



Actitud en el trading, psicología del éxito (III)
Decíamos que la disciplina es lo que separa a los traders de élite de los que se quedan por el camino.
Partiendo de nuestros comentarios de que ganar en los mercados es resultado de un 15% de estrategias de entrada (y salida), un 30% de “money management”, y un determinante 55% de psicología, es más que justo dedicarle el tiempo oportuno en, por lo menos, conocer los ingredientes básicos que cada individuo ha de cultivar para así garantizar, si no su éxito rotundo desde el principio, por lo menos que pueda ir cogiendo los hábitos que le llevarán a perdurar y así a mas largo plazo alcanzar sus metas.

Al igual que en cualquier práctica, sea deportiva, artística, militar como profesional, nadie –absolutamente nadie, al contrario de lo que digan otros- nace aprendido. Se puede tener mas o menos cierta disposición o ciertas cualidades físicas (en caso de los atletas) e incluso talento innato hacia una actividad. Pero, este “factor X” no es lo determinante.

Hace falta desarrollarlo como poco, y potenciarlo al máximo. Y aquello sólo es posible con un buen programa de entrenamiento, donde el individuo es quien debe aportarlo todo de si mismo.

¿CÓMO ES POSIBLE ESTO?

Ya lo decíamos, ¿cómo es posible esto? Pues mediante una correcta actitud orientada hacia la disciplina y el optimismo. Trataremos a ambos por separado.

Y antes comencemos por la parte de la disciplina.

Un trader novato, especialmente aquel que no tiene ni idea de lo duro que es este trabajo, se mete por primera vez en el mercado pensando que ha ideado “el sistema perfecto” que le hará ganar tropecientos mil euros en el primer año, y otros tantos en el segundo año… así hasta hacerse lo suficientemente rico para comprarse la mansión de los Beckhams que está en venta en Madrid, y sobrarle dinero para vivir holgadamente de las rentas (¿suena familiar verdad? Lo cierto es que todos nos hemos visto alguna vez tentados a pensar de esta forma).

Al igual que habíamos mencionado anteriormente, disponer de las herramientas necesarias (conocimientos de análisis técnico, un hardware ultra-moderno, el sistema de gestión de órdenes mas avanzadas que hay disponible… etc.) tan solo son una parte ínfima de la ecuación.

Lo que no todo el mundo se da cuenta es que como todo requiere un proceso evolutivo, en curva ascendente, donde el objetivo es arraigar en si mismo toda una serie de características y pautas de comportamiento. Y hay que arraigar y fomentarlos internamente de tal modo que se vuelvan automáticos. Sólo tras adquirir estas facetas uno realmente tiene las bazas para ganar en los mercados.

Se han escrito algunos libros interesantes sobre el tema de la disciplina, sobre todo enfocados desde el punto de vista de la psicología aplicada (para el aprendizaje de los niños y adolescentes, principalmente). Nosotros únicamente nos centraremos en aquellos que tuviera repercusión en nuestra labor como traders.

Tras leer una y otra vez los dos libros de Jack Schwager, “The Market Wizards” y “The New Market Wizards”, y tras compararlos con otros artículos sobre psicología, es evidente que los mejores traders que han pisado la tierra han mostrado varias similitudes en cuanto a su planteamiento y preparación de cara a sus operaciones.

PRINCIPALES ASPECTOS

¿Y cuáles son estos aspectos en su perfil que les ha llevado a la cima en esta actividad?

Lo primero: todos tienen un plan de trading, y lo ejecutan a rajatabla.

Vale, ha creado un “sistema perfecto” que le indica en qué punto y momento exacto debe introducir su orden. ¿Pero qué hay de las salidas? ¿Acaso tiene una buena política –si es que la tiene- sobre gestión de stops? ¿De lo contrario, qué va a hacer si su operativa –por cualquier coyuntura o puntualidad del mercado- de repente cambia de dirección y se gira en su contra?

Luego, ¿tiene acaso una tabla o un modo de calcular el “tamaño óptimo” por cada operación según la fortaleza de la tendencia y la actual volatilidad? Después, ¿ha previsto acciones alternativas en caso de que las variables cambiasen de repente (en los mercados, mas que una excepción, esta es la norma)? Bien, estupendo, tiene un plan –y para colmo, encima tiene un “diario de trading”- pero, ¿acaso lo cumple, o es de esos que continuamente improvisando, alegando posteriormente que ha sido una “intuición”?

Como opinión personal basada en experiencia, tres cuartas partes de las personas que dicen operar por intuición en realidad no tienen ni idea de lo que están haciendo, y tan solo se están dejando arrastrar por el momento. A veces le puede funcionar (un viejo adagio del mercado: “con una ola fuerte, todos los barcos suben”, es igualmente aplicable a todos los agentes del mercado), pero a la larga es su pasaporte a la ruina.

Y los 25% restantes –a quienes sí admiro- son individuos que durante tanto tiempo han mantenido una férrea disciplina en aplicar los diferentes pasos y reglas de su plan de trading, que se han enraizado en su mente de tal manera que se han convertido en “funciones prácticamente automatizadas”, permitiéndole no anticipar a lo que va a hacer a continuación el mercado (nadie puede hacerlo, e intentar siquiera hacerlo es un juego de ganancia cero), sino cómo va a reaccionar él en caso de que esta variable y esta otra de diesen. Por tanto, en este caso, lo que parece ser una “intuición”, en realidad es una selección acelerada de sus vías de actuación.

Y hasta llegar a ello, ha hecho falta anteriormente mucha disciplina en aprender todos los pasos necesarios, poco a poco, hasta ganar destreza con el tiempo.

Actitud del Trading, la psicología del éxito (IV)

Todo plan de trading válido posee un fuerte componente de sistema de gestión del riesgo.

Lejos de querer resultar “cansino” (aunque ya lo sea), pero todo plan de trading válido posee un fuerte componente de sistema de gestión del riesgo.

Hemos insistido en ello hasta la saciedad, pero tener un plan de “money management” es la única garantía real de supervivencia, el cual le permitirá recuperarse de los golpes que haya recibido y que pueda volver para pelear otro día (acabo de ver la última película de “Rocky Balboa”, así pues perdonad los símiles). Y esto es precisamente la marca distintiva de un auténtico trader de éxito.

Elementos como una buena política de stops (con todas sus variantes y contextos asociados: stop fijo, “trailing stop”), el establecimiento de “targets” u objetivos respondiendo siempre a una buena administración del ratio beneficio/riesgo, la observación concienzuda de cualquier variación en las condiciones del mercado (estado de la tendencia y la volatilidad), no pueden faltar en un plan de trading que se precie.

EJECUTAR UN PLAN DE TRADING

Bien, en realidad, tener un buen plan de trading es solo la primera parte (es como tener el mapa o GPS con la ruta trazada). Pero la parte fundamental –y por ello la mas difícil- es precisamente ejecutar dicho plan de trading (el echar a andar y ponerse en ello hasta alcanzar el destino).

Resulta sobre todo difícil –mas al principio- si nuestro planteamiento inicial al trading, es decir, la mentalidad con que nos hemos introducido en él sea de “bueno, hago esto, estoy al tanto de una noticia, engancho el rally resultante y luego me siento hojeando el catálogo de Porche mientras esto sigue subiendo”.

No se trata, como veremos a continuación, de “hago esto y ya veremos”. Otro error en que se incurre en incontables ocasiones es el meterse en la arena pensando que el trading es una ciencia exacta, donde agenciarse el “mejor sistema de entrada” ya da una probabilidad del 100% de aciertos, y por tanto, a “meter toda la carne en el asador”.

Honradamente, tal sistema no existe. Hace unos meses estuve trabajando con un informático haciendo concretamente simulaciones mezclando todo tipo de variables técnicos, e incluso adquiriendo otros ya creados (los llamados “black-boxes”). Y de todo aquello, lo mas decente que se ha encontrado tenía unas probabilidades de acierto “hit ratio” de apenas un 55%, y gracias.

Esto por un lado demuestra mi teoría de que los sistemas automatizados los crean unos rufianes codiciosos y que no saben nada realmente de trading para vendérselo a un montón de bobos –con perdón de la expresión- aún mas codiciosos y con menos idea todavía sobre el trading. Operar con todo tu capital obedeciendo señales de los “black-boxes” es firmar tu propia orden de embargo.

Por su parte, los defensores de los sistemas automatizados, constantemente emplean el argumento de que estos (los “black-boxes”) “eliminan el factor emocional” puesto que actúan fríamente siguiendo unos parámetros previamente establecidos. No obstante, la solución no es precisamente eliminar las emociones –que en realidad, es el fuel de los mercados- sino el saber gestionarlos y controlarlos para que actúen a favor de uno mismo.

Además, aspectos tan cruciales como el “feeling” del mercado como el sentido común, simplemente no se puede reducir a unas miles de líneas de programación, por mucha inteligencia artificial que exista.

EL TRADING REAL

Por consiguiente, el trading real –el que hace un trader de verdad, y no una maquinita- consiste en comprender que se trata de un “juego de probabilidades”, y que la meta es poner cuantos factores posibles a favor de uno. No se trata de emplear todo el capital operativo y esperar que haya un 100% de probabilidades que te dé un rendimiento de X por cierto.

Se trata más bien, de entender que existe un componente de incertidumbre y otro de certeza, y que la misión es incrementar el tamaño de la muestra (en este caso, número de operaciones) de tal modo que se aproxime lo mejor posible a esa probabilidad de acierto. Y como habíamos dicho que hay que contar con un elevado componente de incertidumbre, habría que asegurarse de tal modo que siempre tras una pérdida (que nunca desaparecerán) se pueda volver a poner en pie.

Y es aquí porque siempre se ha dado mucha importancia a que el trader se acostumbre -hasta fusionarlo con su personalidad- a tener una correcta política de “gestión del riesgo”.

Y como siempre, se requiere una buena dosis de disciplina, puesto que lo mencionado se hará posible con el tiempo… a base de continuas repeticiones. Día tras día, operación tras operación. Si está ausente la comprensión del mismo y de esa disciplina para ir a conseguirlo, resulta bastante tentado arrojar la toalla tras una primera mala racha (que tarde o temprano siempre llegará).

Disciplina, disciplina.

Actitud en el Trading, psicología del éxito (V)

La disciplina tanto lo que hay que hacer, como lo que nunca se debe hacer

Referente a lo último, siempre una cosa que ha despertado sinceramente mi curiosidad: sabiendo que un rally o un movimiento importante (digamos un movimiento único de más de 25 puntos, o equivalente al rango real diario) sólo se producen de media entre una y dos a lo sumo en un día (y casi siempre desencadenado por algún hecho relevante como el anuncio de datos macros, resultados empresariales… etc.), y por otro lado, también de media se producen entre 18 a 22 movimientos de 5 a 7 puntos en una jornada, ¿por qué la gente se empeña por cazar el gran rally, en lugar de aprender a detectar y operar con los pequeños movimientos y hacerlo muchas veces en el día?

Incluso si en el segundo caso tan sólo se acertara la mitad de las veces, su equivalente en puntos agregados sería igual al resultante de si se hubiera acertado en enganchar a los tres rallies intradiarios, algo que ya de entrada sabemos improbables.

Además, incluso si se supiera cuándo se produciría dicho rally, la volatilidad intrínseca se habría incrementado de forma desmesurada, haciendo la operación intrínsecamente arriesgada, y por tanto, restándole atractivo.

LA CAZA DEL 'RALLY'

Eso sí, hay que hacer una aclaración, como bien podría surgir: ¿no es lo mismo enganchar un movimiento prolongado, y dejar correr tus ganancias? Rotundamente no.

De entrada, uno que pretende pillar un rally lo convierte en su fin último, mientras el trader que opera buscando los pequeños “swings”, en el caso de que luego ese pequeño movimiento haya despegado o cogido carrerilla, entonces únicamente está aprovechando el nuevo “momentum” o los cambios en las condiciones originales.

Segundo, uno que va a la caza del rally se mete a ciegas y depende del “ya veremos lo que pasa”, mientras uno que sencillamente está dejando correr sus ganancias está continuamente pendiente de su plan de trading: subiendo los stops (pasándolos de uno estático a uno de seguimiento), monitorizando las susodichas variaciones en el estado del mercado, estudiando y calculando los target de acuerdo a un buen ratio beneficio/riesgo… etc.

Es decir, mientras el loco que busca meterse en una gran ola, efectúa su juego completamente a ciegas, el trader que deja correr sus ganancias concibe el mismo contexto como una sucesión o cadena de “escenarios nuevos”, adaptándose a cada nueva realidad.

Y por último, el que va tras el rally busca incansablemente comprar en el mínimo, y vender en el máximo del día. Un trader de verdad simplemente prefiere ver una película de ciencia ficción, que a los mismos efectos, resultaría menos costoso.

MALOS VICIOS

Esto que acabamos de describir es uno entre muchos “malos hábitos” que mediante una disciplina de hierro se han de eliminar, o de lo contrario llevaría directamente a quien lo siga practicando a “establecer hogar” en el habitáculo del cajero automático de algún banco.

Otro de los vicios que hacen mucho daño a los traders –tanto si aspiran a convertirse en grandes, como sencillamente escapar de zona de pérdidas- es la idea enfermiza de “comprar barato y vender caro”.

¿Suena también familiar? A ver, como en el anuncio del famoso refresco, “que levante la mano el que no ha cortado pérdidas, sino que ha dejado que las pérdidas hayan seguido subiendo”.

O, peor aún, “que levante la mano el que después de que el mercado hubo comenzado a ir en su contra, en vez de cortar pérdidas, ha incrementado sus posiciones”. (Luego dicen porque eso reduciría el precio medio de adquisición… claro… “no cariño, no es lo que estás pensando… está persona desnuda conmigo en la cama sólo me estaba enseñando los resultados de su crema depilatoria…).

UN POCO DE SENTIDO COMÚN

Aquí un poco de sentido común: cuando uno compra un valor o título o activo con el fin de especular, ¿en qué dirección desearía que vaya una vez adquirido el activo? Arriba, bien.

¿Y lo contrario en el caso de que hubiese vendido corto, verdad? Entonces, ¿por qué muchos siguen sufriendo la patología de comprar más y más cada vez que un valor baja (con la excusa siempre del “averaging down” o ir reduciendo el precio medio de adquisición)?

Al calor de los intentos por analizar estas situaciones y dar explicación a estos comportamientos irracionales del ser humano respecto al dinero, ha nacido el “behavioural finance”.

Bien, en cuanto a esta disfunción, existe la teoría de que su trasfondo se debe a que el ser humano tiende a ser más agresivo sobre todo en las situaciones más adversas.

Bien, aunque ir con la mentalidad de “ahora lo daré todo porque total no tengo nada que perder”, podría ser beneficioso en varios aspectos de la vida de uno, en el trading este acercamiento no es nada aconsejable, puesto que realmente no sabes “dónde puede llegar el fondo” (y para cuando lo sepas es que ya estás ahí, por lo que es peor).

En resumen, hay que tener una buena dosis de disciplina para erradicar estos pésimos patrones de comportamiento, y después sustituirlos por otros que sí conducirían al éxito en el trading.

Actitud en el Trading, la psicología del éxito (VI)

Y para acabar con el tema de los “malos vicios”, aquí mi favorito:

Especialmente cuando uno es nuevo o está empezando en una nueva actividad, lo primero que hace es agarrarse todos los libros, revistas, publicaciones, artículos y todo cuanto se haya escrito referente a la actividad en cuestión.

Luego, dependiendo de su grado de interés y lo que le permita el bolsillo, comenzará a asistir a seminarios, conferencias, cursillos… etc.

Primero decir, que hacerlo –sobre todo en los primeros estadios del aprendizaje- no es malo. Más bien, es necesario. Lo malo viene cuando toda la energía se invierte en “adquirir más y más conocimiento”, y no se da paso a la siguiente fase, justamente la importante: la selección y especialización.

EXPLOTAR LOS CONOCIMIENTOS

Es decir, escoger de entre todo su compendio de saber, aquellos conocimientos que mejor se amoldan a uno mismo, dependiendo principalmente de la propia personalidad, y especializarse en ellos.

Sabiendo de antemano que, por una parte la capacidad de almacenamiento y respuesta del ser humano a los distintos estímulos está limitado (“umbral de saturación” lo llaman los psicólogos); y por otro lado, un creciente número de estímulos tienden irremediablemente a producir ruido e incluso a entrar en conflicto, la clave radicaría pues en hacer una selección exhaustiva de conocimientos, y eso sí, explotarlos al máximo.

Con ello queda dicho que no debe convertirse nunca en una obsesión el leerse el último libro que haya salido sobre trading, ni asistir a esa charla que imparte aquel gurú, y mucho menos comprarse ese último modelo de Blackberry que te descarga datos en tiempo real desde cualquier ubicación.

Repetimos, no hay nada malo con ampliar conocimientos y reciclarse, pero jamás debe quedarse ahí, sino que ha de actuar como fomento de lo que ya se sabe y controla.

Y ya finalizando el apartado de los “malos hábitos”, sólo mencionar que justo esta patología llevan a los traders a “sobreanalizar” los escenarios en lugar de actuar; y con ello, en demasiadas ocasiones perder la oportunidad (o peor aún, meterse cuando ya sea tarde, y concretamente cuando se está girando el mercado).

INGREDIENTE DEL ÉXITO: FUERZA DE VOLUNTAD

Ahora bien, queda patente que una actitud a favor de la disciplina (y optimismo, como veremos mas adelante) es ingrediente para que la fórmula dé su resultado. La pregunta lógica que sigue pues, ¿cómo me inculco esa disciplina, la cual me permitirá triunfar en los mercados?

Tanto si uno pretende eliminar los malos hábitos como sustituirlos por otros buenos, el denominador común entre ambos es que debe haber mucha fuerza de voluntad por parte del individuo que se somete a ellas. El secreto pues es desarrollar esa fuerza de voluntad. ¿Y cómo se consigue?

Al igual que cualquier programa de desintoxicación, o la hoja de entrenamiento de un deportista de élite, ambos se estructuran en “pequeñas tareas” repetitivas y escalables, todas ellas coordinadas y orientadas para que el individuo las pueda ir asimilando y cimentando paso a paso, hasta convertirlas en un integrante mas en su conducta habitual.

De lo contrario, emprender toda la tarea “de una sola vez” la convertiría en una carga demasiado pesada, la cual repercutiría negativamente en su ánimo. Y esto es lo último que ha de perder.

A modo ilustrativo, llega una persona que quiere aprender taekwondo (partamos del hecho de que es la primera vez que pisa un tatami), y llega su maestro y le dice así sin mas: “vale, rompe esa tabla de 5 centímetros de grosor colgada a dos metros de altura, y con el empeine, por favor”. Lo más probable es que el pobre alumno no vuelva más por ahí.

LA DISCIPLINA, PASO A PASO

No obstante, si el maestro le dice: “perfecto. Lo primero que haremos es ejercitar tu flexibilidad. Así que calienta y haz unos estiramientos. Más adelante, cuando hayamos logrado que toques el suelo con la ingle, endureceremos tu empeine con saltos seguidos y rápidos en el sitio”.

“Luego una vez conseguido esto, practicaremos tu equilibrio durante los saltos, a través de lanzamientos continuos de patadas al aire (no sin antes haber perfeccionado la técnica para ello)”… etc.

Y así, a base de continuas repeticiones, esta persona va poco a poco echando las fundaciones que le permitirá acometer tareas más grandes (ya no solo conseguirá partir esa tabla con el empeine, sino además lo podrá hacer con los ojos vendados, por poner un ejemplo).

Y lo mejor es que –al ver su objetivo cumplido con el tiempo- el autoestima y ánimo de esta persona se habrá acrecentado de tal modo que querrá con el mismo ritmo seguir avanzando en su entrenamiento.

A lo que nos interesa, ¿cuáles son estas pequeñas tareas que un trader ha de seguir con el fin de arraigarse esa disciplina, que le llevará con el tiempo a ganar en los mercados?

Actitud en el Trading, psicología del éxito (VII)

Decíamos que ¿cuáles eran las 'pequeñas tareas' debía poner en marcha un trader para adquirir la disciplina que luego le llevaría al éxito en los mercados? Lo primero, la auto-evaluación

Es una función continua (con el tiempo se volverá subconsciente). Se ha de hacer todos los días antes siquiera de encender el ordenador. Después, se hace también antes de cada operación. Después se hace al cerrar ésta.

Luego, al cierre de cada jornada, mientras se repasa lo que ha sido y se ha hecho durante la sesión, se está nuevamente auto-evaluando a si mismo. Después al término de una semana, se vuelve a hacer una auto-evaluación de lo que ha supuesto esa semana en el progreso de uno como trader.

Después al cabo del mes, del año. Se hace una auto-evaluación igualmente a largo plazo para conocer profundamente lo que ha sido su vida como trader.

CONOCERSE A SÍ MISMO

La auto-evaluación consiste esencialmente en conocerse a si mismo –los pensamientos, los sentimientos, las reacciones, las tomas de decisiones- según cada circunstancia.

No tiene nada que ver con la auto-crítica (sobre todo si esta es destructiva), de buscar fallos o aciertos y de culparse a si mismo, sino simplemente dejar que “tanto la mente como el cuerpo te hable”.

¿Qué tipo de pensamientos te invade cuando vez que el mercado se está aproximando a tu stop? ¿Qué sientes cuando un patrón se cumple y estás ganando por ello? ¿En qué tipo de escenarios te sientes cómodo operar? ¿Cuáles son las señales que buscas?

¿Qué se te enciende en la cabeza cuando ves que la volatilidad sube? ¿Una operación realmente resulta complicada, o tan solo lo percibes tú así?... O yendo un poco mas lejos, ¿te sientes con ganas de operar después de haber tenido una pelea con tu pareja, por ejemplo? ¿Por qué te sientes así? ¿Cuál es tu estado mental después de cerrar la jornada con ganancias? ¿Y con pérdidas? ¿Repercute esto en tus relaciones sociales?... etc.

Lo mejor desde luego y en la medida de lo posible es llevar por escrito de toda esta retahíla que sucede en el mundo interior de uno mismo. Y de aquí, la importancia nuevamente de llevar un “diario de trader”.

No solamente sirve para llevar un registro de todos los datos de cada operación, sino también para grabar todo el proceso interior y mecanismos de toma de decisión que haya adoptado uno en cada instante, esté dentro como fuera del mercado. Y en muchas ocasiones esta información resulta más útil incluso que la de la propia operación.

¿CÓMO SE REALIZA UNA CORRECTA AUTO-EVALUACIÓN?

Desde un punto de vista psicológico, en particular, al psicoanálisis, cada persona se compone de “varias partes”, cada una enfocada a jugar un rol diferente en la persona de cada individuo, pero todos con el fin último de garantizarle a éste el “máximo beneficio”: ya sea incrementando su seguridad, de ayudarle a encontrar diversión… etc.

Y para ello, cada parte adopta unas pautas de comportamiento que le ayude en sus intenciones. En algunas situaciones, las distintas partes podrían entrar en conflicto entre ellas, con resultados devastadores para el trader.

¿Nunca ha ocurrido que una vez uno se levanta por la mañana sintiendo que “algo falla”, y desde luego, a lo largo del día todo le sale muy mal? Pues bien, eso sucede porque justamente esa parte de uno mismo al que no se le ha satisfecho en su momento, continuará emitiendo señales, cada cual más fuerte y drástica.

Es en interés por tanto de cada trader, y aunque suene ridículo, que pase un tiempo (de apenas unos minutos) por la mañana, en silencio, tratando de entrar en contacto con todas las distintas partes de si mismo.

De buscar y entender dichas señales (ya sea una “voz interior”, una imagen que se repite constantemente, una sensación rara… etc.), y tratar de zanjarlas en el momento. Porque de lo contrario, podrían intentar llamar tu atención durante una operación, con la consecuente pérdida de concentración, y con resultados devastadores.

'UNIVERSO INTERIOR'

Existe otro tipo de auto-evaluación, enfocada a aspectos más puntuales; lo contrario a lo anteriormente comentado, que era más una forma de indagar en general dentro de la personalidad de cada uno.

Este tipo de auto-evaluación se lleva a cabo justo cuando, tras analizar una serie de variables y de ver cómo se va formando uno u otro escenario, uno trata de escuchar lo que “le dicta su universo interior” (no me gusta sonar metafísico, pero es el único modo de expresarlo).

Es el momento de hacer preguntas del tipo: “me siento cómodo haciendo este trade? ¿Esta operación es para mí? ¿Por qué? ¿Por qué no? ¿Qué elementos no me gusta? ¿Qué factores me atraen?

Por supuesto, siempre cuesta dominar, sobre todo al principio, esta etapa de la formación. Es posible incluso que se pierdan oportunidades mientras uno está intentando “conectar” consigo mismo.

No obstante, no conviene saltarse esta tarea tan importante. Además, con el tiempo, se llegará a tal destreza que parecerá que sean las partes las que te hablen sin siquiera pedírselo tú (como toda vida en pareja). El hecho además, de llevar un diario de trading, ayuda a acelerar esta fase.


Actitud en el Trading, psicología del éxito (VIII)

Y al igual que la auto-evaluación, otra de las tareas importantes que uno debe llevar a cabo es un continuo ENSAYO MENTAL.

E igualmente, se ha de efectuar con la misma asiduidad que la auto-evaluación (cada mañana todos los días, unos minutos antes de realizar una operación, al finalizar cada mes, a lo largo de la vida… etc.).

El ensayo mental consiste llanamente en dibujar en la mente, y concentrarse en la imagen de sí mismo haciendo la acción (o diferentes acciones) que se está planeando realizar.

Pero no se trata de asistir como un mero espectador, sino el meterse en la piel del protagonista (que en realidad es uno mismo), y experimentar lo que experimenta en cada instante.

Sería algo así como: “OK, este es mi plan de acción para estos escenarios… Entonces –ya con el “home-cinema mental” puesto- me veo esperando esta señal… Acaba de emitirse la señal, entonces me veo abriendo mi posición… me resulta fácil… Ahora coloco el stop a esta distancia, dada la volatilidad actual… y ahora me veo observando con paciencia a que alcance mi stop… lo cierto es que me siento muy tranquilo…”

'VISUALIZAR' CADA ESCENARIO

Esto sería un buen ejemplo. Pero tal como habíamos dicho, hay que hacer un ensayo mental de TODAS las posibles acciones en TODOS los posibles escenarios. Regresando al ejemplo anterior, nos encontramos en el mismo contexto, pero con otra línea de actuación: “Bien… he introducido la orden… y me espero… pero, vaya por Dios, parece que se está dando la vuelta…

Entonces, me veo aguardando pacientemente a que toque mi stop… Sigo tranquilo eso sí… he hecho mis cálculos y había introducido el tamaño óptimo, de modo que esta pérdida será la mínima… Qué mala suerte, ha cerrado un punto por debajo de mi stop… Me veo cerrando mi posición… Me siento algo fastidiado, pero es normal… Ahora me veo tomándome un breve relax… Y otra vez al ataque…”

Y ALCANZAR UN GRADO DE MAESTRÍA...

Una vez leí un artículo sobre Ronaldo (en sus buenos años, antes de entrar en el Real Madrid… como buen culé tenía que decirlo) en que decía que en las noches anteriores a sus entrenamientos, se dedicaba a mirar revistas y leer jugadas –tanto individuales como colectivas- de otros astros del fútbol tanto contemporáneos como los clásicos.

Estudiaba a fondo esas jugadas, y luego se dedicaba a imaginarse a sí mismo haciendo los mismos. Prestaba atención a cada detalle (cada pase, cada juego de piernas, los cambios de velocidad… etc.), pero sobre todo a las emociones que sentía.

Entonces llegaba al día siguiente al campo de entrenamiento (o al partido en sí), y a la hora de ejecutar dicha jugada, le salía tal cuál lo había imaginado, como si llevará desde siempre haciéndolo.

Ese es el grado de maestría y éxito que puede alcanzar un trader si se toma en serio este ensayo mental.

ESPÍRITU CONSTRUCTIVO SIEMPRE

De hecho, en cuestión práctica, este pequeño “ritual” le permite a uno poder anticipar cualquier posible problema y a desarrollar de antemano las soluciones apropiadas en cada caso. O mejor todavía, previene de cometer errores, tanto si son grandes como “despistes” (que igualmente pueden hacer bastante daño a los resultados).

Al igual que con la auto-evaluación, aquí no se trata de auto-criticarse. No es cuestión de censurarse a sí mismo en plan “debí hacer esto” o “no debía haber hecho lo otro”, y mucho menos de echarse las culpas o descalificaciones del estilo “soy un idiota por haberme salido pronto” ó “¿estaba ciego o qué? ¿Cómo no habré visto aquello?”… etc.

Tanto en la fase de auto-evaluación como del ensayo mental, uno ha de entrar con espíritu constructivo. Bien es cierto, sobre todo en caso de haber cometido fallos, dejarse influir por ese sentimiento de culpa y arrepentimiento. No obstante, en términos neurolingüísticos, la diferencia radica en cómo lo enfocas.

En nuestro caso particular, en lugar de emplear un lenguaje negativo y acusador, lo mejor sería: primero reconocer el error. Nada más, solo decir que se ha hecho esto y como resultado ha sido esto. Ni siquiera es recomendable emplear juicios del tipo “bien” o “mal”.

Sino hacerlo desde un punto de vista objetivo: “esto ha llevado a lo otro”. Acto seguido, se ha de efectuar un nuevo análisis –ya “a posteriori”- de los resultados que hubieran tenido cada una de las posibles líneas de actuación que se había planteado anteriormente.

De estos, se compararán los que han sido favorables y se estudiará cómo extrapolarlos a la que ha sido nuestro contexto. Y por último, el trader regresará en su mente a dicho escenario pero esta vez en ella ensayará la “nueva jugada” que acaba de analizar. Pero antes, debería decirse a si mismo: “voy a hacer esto…” De este modo, la próxima vez que surja un escenario con similares características, el trader ya estará “programado” para ejecutar la operativa correcta.

Actitud en el Trading, psicología del éxito (IX)

Acabando con la etapa del ensayo mental, volvemos a enfatizar sobre la importancia de llevar un diario de trading, ya que nos sirve además para anotar futuras planificaciones para las jornadas siguientes y las impresiones que tenemos respecto a ellas.

Incluso en la forma en que anotamos nuestras planificaciones e impresiones, debemos emplear un lenguaje más positivo. Como ejemplo es muy distinto decir: “Mañana salen datos importantes. Será un infierno (“esto es un infierno Charlie…”).

Me van a llover golpes por todos los lados…”, que decir esto otro: “Mañana salen datos importantes. Van a moverse mucho los mercados. Por tanto estas serán mis líneas de actuación. Es probable que algunas operaciones se cierren con pérdidas, pero ajustar mis stops, serán mínimas.”

En realidad, ambos contextos son totalmente iguales, pero desde distintos enfoques. El primero habla con un lenguaje catastrofista y con prejuicios, mientras el otro ve claros retos.

REFORZAR LA AUTO-CONFIANZA

El primero en cuanto comience a hacer tanto su auto-evaluación como ensayo mental, lo hará ya de entrada induciéndose a nivel subconsciente de que será un “día de perros” y que estará abocado a perder ese día.

Por tanto, se irá al campo de batalla invadido por dudas y ansiedad. Su rendimiento bajará, y como resultado sus peores previsiones se “auto-cumplirán”, dañando severamente su auto-estima. Y, como si se tratara de un “círculo vicioso”, en la jornada siguiente estará aún mas condicionado psicológicamente hacia el fracaso.

En el segundo caso por su parte, quien se enfrenta al mismo escenario, se ha programado para un día lleno de desafíos. Por tanto, sus ánimos están por las nubes. Igualmente prevé pérdidas, pero las considera como parte del juego, y no como una señal más de su debilidad (al contrario que en el primero que se esperaba “que le iban a llover golpes por todos los lados”).

Cuando comience su auto-evaluación y ensayo mental, se sentirá sereno y la ausencia de ansiedad permitirá que su concentración y agilidad mental le llevé hacia una correcta ejecución de sus operaciones.

Como resultado final, tiene mayores bazas para ganar ese día (o perder menos), y su auto-confianza se verá reforzada. Y a la siguiente batalla, tendrá incluso mayor seguridad en si mismo.

En definitiva, cuando estamos con la auto-evaluación como en el ensayo mental, debemos entrenar nuestra mente a ver tanto los factores internos (sensaciones, ideas, sentimientos) como externos (volatilidad, patrones, datos… etc.) bajo una “luz mas clara”, puesto que repercute directamente sobre nuestra actuación.

UNA TAREA CRÍTICA...

Una de las tareas más críticas que ha de realizar un trader es desarrollar un pensamiento individualista e independiente.Tal vez sea también por ello la más difícil de llevar a cabo.

Admiro a Warren Buffet (a pesar de lo que algunos podrían pensar). Con total seguridad discrepo con muchas de sus metodologías, pero con otras, estoy completamente de acuerdo.

Concretamente una de ellas es su afán por mantenerse lejos de todo el “circo de Wall Street” (tal como lo califica él). De hecho, ha establecido su residencia permanente y base de operaciones en Omaha, Nebraska, a un día por carretera de Nueva York.

Hasta hace poco tiempo, ni siquiera tenía un ordenador ni conexión a Internet (y según algunos comentan, solo los utiliza para jugar al “bridge online” y para chatear con su amigo Bill Gates). Y en cuanto a noticias financieras por la tele, solo ve las mínimas.

Un trader debe adoptar esta misma actitud. Es difícil –ya lo había adelantado- sobre todo ahora con la infinidad de portales financieros, blogs, foros… y ahora con la irrupción del “streaming” vía móvil, peor todavía.

Entonces, en medio de todo este “ruido”, ¿cómo puede el trader librarse de la opinión de otros?

Actitud en el Trading, psicología del éxito (X)

¿Cómo puede el trader protegerse de la avalancha de noticias, rumores y datos de mercado; con el fin de mantener una perspectiva independiente respecto al mercado?

La respuesta rápida: aislándose. No hace falta comprarse una casa en las montañas (sólo contribuiría a la especulación inmobiliaria), pero sí prestar la menor atención posible al caudal de información que haya por ahí disponible.

Empezando con los foros, uno ha de entrar en ellos con pies de plomo. En incontables ocasiones, buena parte de la información que se encuentra en estos lugares son mal-intencionadas.

Sobra hablar de sujetos que con la intención de mover un valor en que tienen interés por entrar como deshacer posiciones, bombardean estos sitios con rumores y noticias sin fundamento. En otras ocasiones, solo hay mensajes publicitarios de poca relevancia para el trading.

NO DEJARSE INFLUIR POR EL RUIDO

En lo que uno debe darse cuenta es que toda la información necesaria y disponible en esos momentos ya lo reflejan los precios. Éstos (los precios) ya recogen tanto las opiniones como especulaciones de todos los agentes del mercado. Por tanto, sabiendo esto, el valor que pueden aportar los distintos comentarios en foros, blogs, noticias económicas… de verdad que son nulas.

Por otro lado, la “información valiosa” o no está disponible en el mercado general, o los llamados expertos no hablarán tan abiertamente de ellas, sea porque han firmado un acuerdo de confidencialidad o simplemente porque ellos mismos la ignoran.

En resumen, lo aconsejable pues es a no dejarse influir por todo este ruido y a hacer un esfuerzo por proteger una visión del mercado, objetiva y libre de sesgos tanto externos como internos (esto último sucede –cuando crees que una idea ha procedido de ti, pero que resulta ser producto de haberse dejado llevar por las opiniones de los demás-, entonces es la hora de abrir tu posición planeada… pero en sentido contrario).

PERO, ¿CÓMO BLINDARSE?

¿Qué ejercicio o tarea se puede emprender para blindarse uno de los ruidos y mantener esta independencia?

Todas las mañanas, como mínimo una hora y media antes de la apertura de los mercados, el trader debe dedicarse a abrir sus gráficos y pasar algún tiempo estudiándolos.

No debe centrarse únicamente en los mercados (o valores) en que opera, sino –considerando que todos los mercados de algún modo están interconectados- observar los otros, principalmente a los más grandes e importantes norteamericanos (NYSE, S&P, Nasdaq) y si operamos con Europa, el Eurostoxx, DAX… etc. Si estamos operando en renta variable, no está demás que abramos también los gráficos de los dos o tres valores de mayor peso en los mercados que estemos vigilando.

Nota crucial: aún no es el momento de mirar ninguna noticia.

'LO EVIDENTE ES BONITO'

De los gráficos que tenemos abiertos, debemos primero identificar sus tendencias, comenzando desde el mas largo plazo (diario, ya que operamos intradía) al mas corto plazo (a 5 o 10 minutos sería suficiente), pasando por el 120 minutos y 60 minutos. Hay que hacerlo en todos y cada uno de los gráficos que tengamos abiertos.

Acto seguido, marcaremos los niveles claves (que nunca han de ser mas cinco), de nuevo en todos los gráficos que tengamos abiertos, y en todos los horizontes temporales mencionados. Un consejo: sobre todo al principio, no hay que empecinarse en buscar niveles donde no las haya.

La función de los niveles -sean soportes como resistencias- es detectar las posibles zonas de reacción (rebotes o roturas, solo puede hacer estas dos cosas), y por tanto, es de las pocas ocasiones en el análisis técnico cuando lo “evidente es bonito”. En tal caso, particularmente para los novatos, sugiero utilizar Fibonacci y Gann.


Actitud en el Trading, la psicología del éxito (XI)

Ahora, nos centraremos exclusivamente en el gráfico del activo o valor en que operamos.

Buscaremos los patrones y formaciones, como cualquier otro indicio importante (gaps, velas de agotamiento, figuras fallidas… etc.). También, pero sólo si se tiene mucho tiempo, uno puede optar por hacer lo propio con el resto de los gráficos que tenga, pero no es imprescindible.

Después, anotaremos los precios de cierre, el máximo, el mínimo, el volumen medio, la volatilidad (mejor expresado en ATR´s) y tal vez el registro de un par de indicadores que se empleen (pero nunca más de dos), de la sesión de ayer. Otra vez, cada uno es libre de hacer en todos los mercados, pero es más que suficiente con que se haga bien en el gráfico o mercado en que estemos operando.

Nota: seguimos sin mirar las noticias. Todavía no.

LAS RAZONES DEL RITUAL

Muchos preguntarán: “¿pero para qué todo este “ritual? ¿Acaso no hay programas que ya te buscan y anotan automáticamente estos datos.¿Por qué tomarme la molestia de hacerlos manualmente?” Pues por dos motivos principalmente:

Primero, porque haciendo estas anotaciones a mano ayuda al trader a entrar en “sintonía” con el mercado. Se sabe con certeza que una persona retiene y comprende mejor un mensaje si se toma el esfuerzo de escribirlo (o dibujarlo).

Además, le ayuda al trader a “mentalizarse” del mercado, y por consiguiente, a tener un mejor “feeling” acerca de él. El mejor ejemplo que se me ocurre en estos momentos es Linda Bradford Raschke, uno de los traders que mejores rendimientos ha sacado en un tiempo prolongado (sus carteras –que en total suman mas de 5 mil millones de dólares- nunca han bajado del 58% anual durante casi dos décadas. Para que luego digan que las mujeres no valen para el trading).

Ella, a pesar de disponer e incluso crear las herramientas mas vanguardistas de análisis, todavía se dedica a anotar a mano las oscilaciones más importantes del mercado, empleando la técnica del “point and figure”. Por tanto, para tener por tanto una visión más nítida en nuestra cabeza de los precios, no hay que tomarse a la ligera este paso.

Y segundo, porque es una forma muy práctica de reforzar nuestras propias ideas. Estudios sobre psicología han demostrado que un individuo tiende a secundar más aquellas ideas y conceptos donde ha invertido más tiempo y esfuerzo en formar, que aquellas que simplemente “le han llegado”.

ANÁLISIS A 'CIERTA DISTANCIA'

Bien. Una vez superada esta fase, es hora de echarse para atrás en el asiento y analizar los mercados “a cierta distancia”. En esta etapa, el propósito es, con los datos introducidos, empezar a visualizar los posibles escenarios y las líneas de actuación asociadas a ella.

Hay que identificar a los mismos y clasificar aquellos de “bajo riesgo”, “riesgo medio”, y “alto riesgo”. Una vez localizados estos, ya se puede empezar a mirar las noticias.

Aquí, las noticias se deben enfocar como una “señal de confirmación” para cada uno de los posibles escenarios y líneas de actuación; al contrario que hacen los demás, que ven a las noticias como “la fuente y origen”. Es bastante complicado realizar este “cambio de chip”, ya que nos habíamos acostumbrado tanto a verlo justo de la manera opuesta.

A modo de ejemplo: en vez de decir lo que dirían algunos en plan: “si sale este dato malo, romperá el soporte, y entonces iré corto”, lo mejor es decir este otro: “cuando salga el dato, vigilaré el soporte. Si efectivamente es perforada, es que los datos han afectado el sentimiento del mercado. En tal caso, venderé corto tal cual había planeado si ocurría esto”.

ESPERAR LA SEÑAL

Al fin al cabo, ambos presentan el mismo escenario, pero con planteamientos distintos. Priorizar las noticias (cifras macro, resultados empresariales… etc.) por encima de los señales técnicos que uno se ha marcado, es un error. En muchas ocasiones el mercado reacciona precisamente de modo opuesto a lo que se esperaba.

Concluyendo: si un trader compra acciones de una empresa sin más porque los datos han salido mejores de lo esperado, le puede salir bien o mal la operación, pero habría incurrido en un riesgo injustificadamente.

Lo mejor hubiera sido esperar a que antes se diera una señal (en este ejemplo, la rotura de una resistencia), y con el dato como confirmación de un cambio real en el sentimiento del mercado, entonces operar.

Completada esta fase, y tras redactar los mencionados escenarios y líneas de actuación, ya se puede pasar a los ensayos mentales de los mismos.


Actitud en el Trading, conocer la psicología del éxito (XII)

Fase del TANTEO.
A los que les encanta ver el National Geographic o el Animal Planet, habrán visto documentales sobre los tiburones. En particular, uno –mi preferido- en el que establecen las diferencias entre los métodos de caza entre el tiburón atigrado y el gran tiburón blanco.

Ambos son formidables cazadores de los mares, pero el último, el tiburón blanco, es considerado el más temible de todos. No solo por su tamaño ni por las películas de Spielberg, sino por la forma en que ataca sus presas.

INSTINTO DEPREDADOR

Por un lado, la mayoría de los tiburones, sin desmerecer sus habilidades (no estoy para comprobarlo en todo caso), cuando detectan una presa, se lanzan a por ella sin más, independientemente de la condición del animal –sea mas grande o fuerte, mas pequeño o débil-. Digamos que su instinto le puede. En algunos casos, se hace con la presa, en otro no, e incluso el cazador es cazado.

Por su parte, cuando el tiburón blanco detecta su presa, no se lanza a por ella sin más. Lo primero que hace es comenzar a dibujar círculos. Primero grandes, a distancia, como analizando su presa (los expertos dicen que los tiburones blancos poseen una especie de órgano entre los ojos similar a un radar que por el ritmo de los pataleos de la presa pueden discernir si esta se halla ya cansada o presa del pánico).

Y cada vez los círculos se hacen más pequeños, y más pequeños. Y cuando ya se halla a una distancia prudente, simplemente “desaparece” en las profundidades… por un rato… y de repente, ¡zas! Aparece por sorpresa desde abajo, agarra a su presa, se lo lleva de nuevo a las profundidades y… ñam ñam… bistec de surfista.

¿QUÉ DEBEMOS APRENDER?

¿Qué debemos aprender de este fascinante mundo animal? Lo primero, que nunca debemos bañarnos en el mar cuando hay un tiburón blanco cerca; y segundo, aunque ellos bien actúan por instinto, de algún han desarrollado una capacidad de “frenar” sus impulsos, y esperar hasta el momento oportuno de atacar. Aunque parezca mentira, en el trading, muchos pierden por culpa de esto.

En demasiadas ocasiones, cuando un trader, sobre todo, tras realizar largas horas de análisis, de observación, de espera hasta el aburrimiento, está tan cargada de energía, que a la mínima que aparece un amago de patrón o señal… ¡¡¡al ataqueeerrrlll!!! Sin esperar a que la señal realmente se confirmase o la figura se completase. Y es un craso error que ha llevado al fracaso (y por tanto al desencantamiento) a muchos aspirantes a trading.

Hemos repetido en muchas instancias que el éxito en el trading no radica tanto en la capacidad de saber predecir al 100% el próximo movimiento del mercado, sino en poder identificar correctamente unas señales y aprovecharlas. Un juego de probabilidades, por tanto.

Y un modo de disponer de las mayores probabilidades a favor de uno es el ser capaz de esperar a que las señales se confirmasen realmente antes de meter la operación.

EL MERCADO ES, EN OCASIONES, TRAICIONERO...

Es una tarea muy dura –lo sé por experiencia- sobre todo cuando estás viendo cómo poco a poco va cumpliendo la figura (“oh mira… la tendencia lleva mucho tiempo bajista… ostras, una vela que ha abierto en el máximo de los últimos cinco minutos... está ampliando su rango… el volumen va incrementando de sobremanera… esto va a ser una vela de agotamiento… solo falta 1 minuto y esto sigue bajando… pues nada, seguro que esto es una vela de agotamiento y en la próxima tira hacia arriba… ¡allá van 20 contratos largos!...)

Bien, para ser justos, el individuo tenía razón, y evidentemente era una vela de agotamiento. No obstante, ¿qué hizo mal? Pues introdujo su orden “demasiado pronto”, incurriendo para ello en un riesgo innecesario. Mejor hubiera sido esperar unos pocos segundos después a que la siguiente vela hiciera un nuevo máximo de 5 minutos (hubiera sido suficiente con que hiciera un “tick” por encima del máximo de la vela de agotamiento) antes de entrar.

¿Qué hubiera pasado si en vez de romper el máximo de 5 minutos, hubiera seguido hacia abajo… y mientras la persona en cuestión estaba largo 20 contratos? Hay que recordar que el mercado es cruelmente traicionero, y lo que parece ser una “figura de vuelta perfecta” en ocasiones (en demasiadas tal vez), te puede traer por el camino de la amargura.


Actitud en el Trading, psicología del éxito (XIII)

Por un lado explicar que las figuras fallidas están presentes...
Y cada vez se multiplican como cucarachas, por la condición innatamente cambiante de la mentalidad humana (ahora que ya son fechas… tratad de organizar unas vacaciones con la familia, incluyendo abuelos y tíos…); y luego, porque cada vez son mas las personas que abrazan la filosofía del “sentimiento contrario”, y que de algún modo, “arruinan” las formaciones en el último momento.

De aquí que sea relevante aguardar unos pocos segundos a confirmar que realmente la psicología imperante en esos instantes sea la que efectivamente está siendo reflejada en el mercado. Dicho en pocas palabras, que se confirme.

Y si se me permite una opinión, de aquí que abunden tanto los cursos de Bolsa y Trading, pero que sean tan pocos los “traders de éxito”. Y es precisamente porque dichos cursos se limitan a enseñar los patrones, y algunos incluso a lo que llevarían derivarían dichos patrones. Pero son escasos los que entrenan a mantener la “psicología adecuada” antes, durante y después de la formación de dichos patrones (al igual que antes, durante y después de introducir una orden).

Hay que llenar este vacío por tanto.

¡¡LUCES… CÁMARAS… ACCIÓN!!

Otro gran desafío psicológico para un trader es pasar de la “fase de contemplación y de inactividad absoluta” a una de “completo dinamismo” y en el momento oportuno.

Vale… ahí está la confirmación de la figura… ¿a qué esperas para actuar?

Y justo en el extremo contrario del anterior, el pobre trader se “congela” y es incapaz de mover siquiera los dedos.

De nuevo, para ser justos, es algo que nos ha ocurrido alguna vez a todos. Nos entra la duda, nuestra mente se vuelve en blanco, luego nos entra el pánico… y para cuando finalmente podamos reaccionar, se nos ha ido la oportunidad.

Curiosamente, este fenómeno suele acentuarse más cuando un trader lleva una buena racha ganadora. De forma subconsciente se vuelve conservador (no quiere perder lo ganado), y por ello, le cuesta introducir la siguiente operación.

(Es justo lo contrario de lo que se denomina “revenge trading”, que es cuando un operador lleva una serie de pérdidas, se vuelve mas agresivo y quiere recuperar a toda costa sus pérdidas más la propina, a modo de venganza… pero espabilad, esto no es una película de Tarantino…)

Se requiere una buena dosis de entrenamiento mental para ser capaz de “cambiar” el chip y pasar de una actitud de concentración absoluta, a otra de “explosión” en una fracción de segundos… y todo en el momento adecuado.

Algunas veces puede deberse a algo genético (como diría mi hermano vulgarmente, “ha nacido pasmao”…); o –en la mayoría de los casos- les falta práctica. Estos últimos son personas, que a lo largo de su vida, no han tenido el gusto (o desgracia, como se vea) de pasar por cambios de situación abruptos, o en corto, “golpes de vida”. Son personas que siempre han gozado de una gran estabilidad en su entorno, y por tanto, “se enfrascan”. Y a la mínima que cambian los parámetros… no sabrían actuar.

COMO NO 'QUEDARSE EN BLANCO'

Los mercados reflejan la vida misma, pero a escala milimétrica y a velocidad de vértigo (¡toma filosofada del día!). Y como tal, la vida nunca hay que percibirla como un fenómeno lineal y progresivo, sino de una amalgama o telaraña de posibilidades, por lo que una mínima decisión puede encaminar hacia un lado u otro (teoría del caos).

En el trading viene a ser lo mismo: nunca ver el trading como “el mercado va a hacer esto u lo otro”, sino “el mercado puede hacer esto y lo otro, en caso de que haga esto, entonces yo haré esto…” Y siempre tener un plan de salida por si todo se tuerce.

Entrar en cada momento en los mercados con esta perspectiva le ayuda al trader a evitar “quedarse en blanco” cuando ha llegado el momento de actuar. Primero, porque le ahorra de tener que preguntarse “¿pero por qué ha hecho esto si debía de haber hecho lo otro…?” en caso de que se hayan cambiado los esquemas.

Y segundo, porque un buen planning de antemano contempla cuantas mayores posibles escenarios, incrementando proporcionalmente el número de líneas de actuación. Así, se consigue reducir considerablemente el riesgo.

Y ya por último, como habíamos comentado anteriormente, todas estas posibles líneas de actuación hay que haberlas ensayado mentalmente. Así, cuando ha llegado verdaderamente el momento de implementarlas, será mucho mas sencillo.

1 comentario:

Stratego dijo...

Muy interesante el artículo. Además, puede bajar el libro 36 ESTRATEGIAS CHINAS desde http://www.personal.able.es/cm.perez/36_estrategias_chinas.pdf

Describe estratagemas como "moverse sin ser visto en el mar a plena luz del día", "matar con una espada prestada" o "crear algo a partir de la nada". Cuando usted domine estas 36 estrategias, estará preparado para encontrar soluciones a cualquier tipo de problema y será capaz de adaptarse a toda clase de circunstancias.

Para más información, y más temas relacionados con la cultura china: http://www.personal.able.es/cm.perez/

Un saludo