Las
cosas que saben todos los empleados de un hotel (pero nunca te contarían)
El Confidencial - lunes, 23 de
mayo de 2016
Los recepcionistas, camareros de
piso y botones “ven lo mejor, lo peor y lo más extraño de la humanidad todos
los días”. Y hay cosas que es mejor no compartir
Artistas, comerciales, investigadores,
estudiantes, turistas, deportistas, políticos… Todos ellos pasan decenas de
noches al año en hoteles de todo el mundo, asistiendo a festivales, congresos y
todo tipo de eventos. Y cuando llegan a su habitación no siempre se limitan a
dormir.
Como explica en 'Quora' Stacy
Jean, una experimentada manager de hotel, los empleados de estos
establecimientos tienen las mejores historias: “Vemos lo mejor, lo peor y lo
más extraño de la humanidad todos los días”.
Numerosos recepcionistas, camareros de piso,
cocineros y botones han contestado en la web la siguiente pregunta: “¿Cuáles
son las cosas que los empleados de un hotel no te dirían?” Y esto ha sido lo
que hemos sacado en claro:
1. La seguridad es nula
Los hoteles se parecen mucho a
los hospitales: son lugares públicos en los que, si no pareces desubicado,
puedes pasearte sin temor a que nadie te pregunte qué demonios haces allí.
Hasta en los más lujosos establecimientos es posible entrar por la puerta grande
y llegar hasta los rincones más escondidos.
“Los hoteles, incluso los más
elegantes, atraen a los peores tipos de personas”, comenta otro anónimo
empleado de hotel. “No dejes que tus niños corran por los pasillos de noche y
asegúrate de que tu puerta está debidamente cerrada. ¡No seas idiota! Usa
siempre un candado o cierra la puerta con llave”.
Casi todos los empleados
coinciden en señalar que es mejor no dejar nada de valor en las habitaciones
del hotel. En muchas situaciones son los propios empleados del establecimiento
los que roban a los huéspedes.
Numerosos recepcionistas, camareros de piso,
cocineros y botones han contestado en la web la siguiente pregunta: “¿Cuáles
son las cosas que los empleados de un hotel no te dirían?” Y esto ha sido lo
que hemos sacado en claro:
1. La seguridad es nula
Los hoteles se parecen mucho a
los hospitales: son lugares públicos en los que, si no pareces desubicado,
puedes pasearte sin temor a que nadie te pregunte qué demonios haces allí.
Hasta en los más lujosos establecimientos es posible entrar por la puerta
grande y llegar hasta los rincones más escondidos.
“Los hoteles, incluso los más
elegantes, atraen a los peores tipos de personas”, comenta otro anónimo
empleado de hotel. “No dejes que tus niños corran por los pasillos de noche y
asegúrate de que tu puerta está debidamente cerrada. ¡No seas idiota! Usa siempre
un candado o cierra la puerta con llave”.
Casi todos los empleados
coinciden en señalar que es mejor no dejar nada de valor en las habitaciones
del hotel. En muchas situaciones son los propios empleados del establecimiento
los que roban a los huéspedes.
Numerosos recepcionistas,
camareros de piso, cocineros y botones han contestado en la web la siguiente
pregunta: “¿Cuáles son las cosas que los empleados de un hotel no te dirían?” Y
esto ha sido lo que hemos sacado en claro:
1. La seguridad es nula
Los hoteles se parecen mucho a
los hospitales: son lugares públicos en los que, si no pareces desubicado,
puedes pasearte sin temor a que nadie te pregunte qué demonios haces allí.
Hasta en los más lujosos establecimientos es posible entrar por la puerta
grande y llegar hasta los rincones más escondidos.
“Los hoteles, incluso los más
elegantes, atraen a los peores tipos de personas”, comenta otro anónimo
empleado de hotel. “No dejes que tus niños corran por los pasillos de noche y
asegúrate de que tu puerta está debidamente cerrada. ¡No seas idiota! Usa siempre
un candado o cierra la puerta con llave”.
Casi todos los empleados
coinciden en señalar que es mejor no dejar nada de valor en las habitaciones
del hotel. En muchas situaciones son los propios empleados del establecimiento
los que roban a los huéspedes.
6. Todo
el mundo cobra fatal
Una buena razón para entender por
qué no siempre todo está tan limpio como debiera. Como explica un anónimo
usuario de 'Quora', que asegura haber trabajado durante años en un hotel de
cuatro estrellas del centro de Londres, la mayoría de la plantilla de un hotel
tiene una paga que supera por muy poco el salario mínimo. “Muchos de ellos son
muy infelices con sus vidas y casi no llegan a fin de mes”, explica. “Esto se
aplica a las limpiadores, los camareros y, sí, incluso a los recepcionistas”.
Todos los empleados coinciden: si
quieres que te atiendan bien sé generoso y deja propina. Es la mejor forma de
conseguir ventajas que de otra manera no conseguirías.
7. Si eres maleducado, prepárate para lo peor
Numerosos empleados de hotel
coinciden en señalar que son vengativos con la gente que les trata mal. Según
un anónimo camarero, es en el bar y restaurante donde más se devuelven los
malos gestos, la ausencia de propina o las exigencias absurdas. Si un cliente
que ha tratado mal a algún empleado pide un filete, pasará por la lengua de
todo el 'staff' antes de llegar a su plato; si pide una copa usarán el “hielo
especial”, que elaboran con el agua del retrete; sus cubiertos habrán pasado
por la boca del perro del chef… Y, recuerda, mientras estás cenando
probablemente has dejado tu cepillo a la vista en tu habitación...
8. Reservar con el propio hotel
es más barato
En la actualidad lo más habitual
es reservar las habitaciones de hotel a través de terceros portales que
aseguran ofrecer las mejores ofertas, pero los empleados aseguran que el mejor
precio siempre se consigue reservando directamente en el sitio del hotel (o vía
telefónica).
“No sólo es posible que haya
'overbooking', sino que además es habitual que pagues más de lo que pagarías si
hubieras reservado con el propio hotel”, explica un anónimo recepcionista. “He
visto a muchos clientes con confirmaciones impresas en las que se indica lo que
han pagado por la reserva, y muchas veces el coste es mayor que nuestra tarifa
sin reserva previa. Además, he visto a estas compañías cargar todo tipo de
tasas (mascotas, televisión...) de las que el hotel nunca ve un duro”.
7. Si eres maleducado, prepárate
para lo peor
Numerosos empleados de hotel
coinciden en señalar que son vengativos con la gente que les trata mal. Según
un anónimo camarero, es en el bar y restaurante donde más se devuelven los
malos gestos, la ausencia de propina o las exigencias absurdas. Si un cliente
que ha tratado mal a algún empleado pide un filete, pasará por la lengua de
todo el 'staff' antes de llegar a su plato; si pide una copa usarán el “hielo
especial”, que elaboran con el agua del retrete; sus cubiertos habrán pasado
por la boca del perro del chef… Y, recuerda, mientras estás cenando
probablemente has dejado tu cepillo a la vista en tu habitación...
8. Reservar con el propio hotel
es más barato
En la actualidad lo más habitual
es reservar las habitaciones de hotel a través de terceros portales que
aseguran ofrecer las mejores ofertas, pero los empleados aseguran que el mejor
precio siempre se consigue reservando directamente en el sitio del hotel (o vía
telefónica).
“No sólo es posible que haya
'overbooking', sino que además es habitual que pagues más de lo que pagarías si
hubieras reservado con el propio hotel”, explica un anónimo recepcionista. “He
visto a muchos clientes con confirmaciones impresas en las que se indica lo que
han pagado por la reserva, y muchas veces el coste es mayor que nuestra tarifa
sin reserva previa. Además, he visto a estas compañías cargar todo tipo de
tasas (mascotas, televisión...) de las que el hotel nunca ve un duro”.
9. Los recepcionistas saben dónde
se come mejor
Los empleados de recepción tienen
mucha información útil para hacer tu estancia en el hotel más agradable, pero
debes saber cómo tratarles. Como explica otro anónimo empleado, si queremos
comer bien, debemos preguntar por los mejores restaurantes de la zona. Si
preguntamos si se come bien en el propio hotel, obviamente te van a contestar
que sí y, aunque el restaurante de enfrente sea una basura, si preguntas
directamente por él nadie va a atacarlo, como mucho te darán una respuesta
evasiva.
10. No es necesario pagar
internet
Aunque cada vez más hoteles
ofrecen WiFi gratis a sus huéspedes sigue habiendo establecimientos, algunos de
varias estrellas, que tratan de cobrar por la conexión a internet. Se trata de
algo fácil de evitar si pedimos amablemente en la recepción que nos den la
clave gratis. “La principal prioridad del hotel es mantener a los clientes
felices y dispuestos a volver, así que te darán la clave si eso significa que
puedes hacer más reservas”, asegura Justin Cooper, un experimentado
recepcionista.
11. Este es el mejor día para llegar a un
hotel
Por la mañana, para ser más
exactos. Así lo asegura Stacy Jean, que lleva trabajando más de cinco años en
hoteles. Es en este momento cuando se va la gente que ha venido de vacaciones,
pero los visitantes que duermen allí por motivos de trabajo todavía no han
llegado, así que tendrás a tu disposición las mejores habitaciones.
12. Nadie trata bien las maletas
de la consigna
Cuando tenemos que abandonar
nuestra habitación, pero aún debemos pasar unas horas en la ciudad, solemos
pedir que nos guarden la maleta en una consigna. Una idea poco recomendable si
guardas algo de valor. “Tu equipaje será tratado de la peor forma posible”,
asegura Anubhav Karanseth, que realiza las prácticas de sus estudios en un
hotel. “Si es lo suficientemente grande, nos sentaremos en él. Si es lo
suficientemente pequeño, jugaremos al fútbol con él”.
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