Cómo identificar a las personas
tóxicas y lidiar con ellas
FORBES- 16 de Mayo de 2016
Ese tipo de personas se
encuentran en cualquier centro de trabajo y sus efectos negativos se dispersan
por doquier. Aquí te digo cuáles son las medidas que cada quien debe tomar.
Una persona tóxica es aquella que
disfruta de generar impactos negativos en las personas de manera recurrente y
que termina afectando la carrera, desempeño, personalidad, autoestima, motivación
y productividad de quienes la rodean.
Investigaciones recientes
encontraron que como resultado de diversos fenómenos sociales como el declive
de la familia, la falta de valores y la cultura de competencia sin
restricciones, los episodios de empleados con ausentismo, baja productividad y
enfermedades psicosomáticas asociadas al estrés son cada vez más frecuentes y
que muchos de estos problemas se pueden adjudicar a los efectos negativos
derivados de la presión ejercida por sus propios compañeros.
Los episodios relatados van desde
el chantaje emocional, acoso, aislamiento, sabotaje y maltrato hasta crueldad
sistemática.
Otro dato: este fenómeno se
presenta en todo tipo de compañías y centros de trabajo sin importar el nivel
jerárquico de quienes ejercen estas conductas ni las dimensiones, el sector,
región, capital, actividad o número de trabajador@s de la empresa.
Pero ¿cómo identificar a estas
personas y lidiar con ellas para evitar que sus efectos negativos se dispersen
en una organización? ¿Cuáles son las medidas que cada quien debe tomar para
evitar ser afectad@ por ell@s
1. Las personas tóxicas tienen
episodios constantes de narcisismo y egocentrismo
No importa la hora ni el momento,
todo debe girar en torno suyo; todo en ell@s es superior, son obsesiv@s, les
gusta alardear y exageran siempre. Demandan admiración, han viajado más que
nadie, sus relaciones y pertenencias son mejores que las de todos y les gusta
mostrarlas. Les gusta invadir espacios; incluso, a la gente la toman como una
posesión, todo puede ser usado para demostrar su superioridad y la exaltación
de sus egos. Según ell@s, nunca se equivocan, nada l@s satisface, siempre
tienen un comentario negativo de las cosas y de la gente. La culpa de que algo
salga mal es de alguien más. Hablan, gesticulan y se mueven compulsivamente,
inventan romances de fantasía, eventos y aventuras dignas de guiones de
película. Parece que quieren que todo el mundo escuche sus conversaciones y que
las miradas l@s persigan.
― Lidiar con ell@s implica fortalecer
la autoestima, no ceder al chantaje y establecer límites. Nada debe mermar tu
paz interior. Aprende a valorar cada cosa que tienes, que haces y que logras en
la vida. La única persona que realmente necesitas de por vida eres tú mism@.
― Un error clave es buscar
aceptación a cambio de sumisión. Las personas tóxicas se nutren de seguidores
que los imitan y rinden tributo, pero tod@s terminan siempre siendo
desechables.
2. Otras categorías de personas
tóxicas se presentan bajo la forma negativa, pesimista y quejumbrosa
Estas personas son imanes de mala
vibra. Todo está mal, todo les afecta (incluso lo ajeno), el sueldo es muy poco
y el trabajo es demasiado. Todo les duele. Han pasado por todas las
enfermedades e incluso son casos de estudio porque las han padecido todas. El
tono de voz, la actitud, la mirada, la postura reflejan el vacío, la soledad,
la depresión, la falta de luz. Les gusta compartir el cansancio, la envidia,
los celos. Aunque reservados, hablan a espaldas de otros; observan, vigilan y les
gusta sembrar la incertidumbre y los conflictos.
― Para evitar contagiarte busca
siempre aproximarte en aspectos profesionales de manera directa, clara y
concisa, busca soluciones, respuestas, información, formas de resolver y hacer
las cosas. No te involucres ni quieras resolver la vida de todos. Ayuda,
colabora, pero limita el apoyo a lo necesario; no puedes arreglar todos los
problemas de pareja, ni puedes cambiarle la familia a nadie. Deja que los otros
hagan todo lo que pueden (y deben) hacer por sí mismos, y mucho menos te
adjudiques fracasos, culpas, conmiseraciones y agravios ajenos.
3. La gente tóxica violenta
Todo comienza con bromas, algunos
insultos, invasiones de espacios, pequeños toqueteos, colaboraciones para hacer
el trabajo de otros, robo de información e ideas. Estas conductas se van
incrementado y sistematizando hasta convertirse en un acoso permanente. El
maltrato se vuelve más cruel sistemático y deriva en baja productividad,
ausentismo, insomnio, depresión y, finalmente, el abandono del puesto de
trabajo, aunque en ocasiones estos comportamientos se manifiestan incluso fuera
del centro de trabajo.
Existen casos extremos
documentados cuyo final pudo haberse evitado. Las mujeres son las más
vulnerables a este tipo de conductas, y muchas empresas no están preparadas
para afrontar esta situación cuando se presenta. El problema se complica porque
muchas víctimas, al no encontrar apoyo, soportan o se resignan sin denunciar
para no perder su puesto, lo que fortalece la impunidad de del o la maltratador@
violent@.
― La respuesta debe ser inmediata
y no dejar crecer el problema. En este caso, la solución es estructural:
depende de la organización y la activación de una serie de procedimientos
legales contundentes, ambientales y culturales, intervención profesional y de
las autoridades en diversos ámbitos. La seguridad personal implica el
entrenamiento y el uso de nuestras habilidades y recursos para enfrentar toda
situación y contingencia.
4. Tóxic@s sarcastic@s y
conductuales
En este caso, la presión no se
manifiesta físicamente, sino que proviene de formas indirectas y elaboradas
dirigidas a afectar la dignidad, actitudes y autoestima del o la afectad@. Los
comportamientos característicos son las críticas y burlas constantes,
asignación injusta de tareas, sobrecargas, ataque a sus pertenencias,
degradación, sabotaje a sus colaboraciones, filtraciones de información
personal y vida privada, aislamiento (todas generalmente en grupo). Se busca
afectar a la persona haciéndola sentir torpe, inferior, ajena a la empresa, incomprendida
y sin posibilidades para destacar o progresar.
― Nuevamente, la forma de
combatir estas actitudes parte de una concientización, capacitación y
empoderamiento del personal vulnerable, así como de la creación de un ambiente
laboral sano, cultura organizacional, códigos de conducta, asistencia,
supervisión y el trabajo especializado en talleres. En lo personal significa no
dejarse ganar la partida ni permitir que la fortaleza interna decaiga.
5. Tóxic@s manipulador@s
Estas personas aprendieron cómo
sobrevivir e incluso ascender en una organización a pesar de todos sus vicios y
defectos. Un ejemplo son l@s floj@s, que sin hacer mucho lograron ganar la
estimación de sus superiores para obtener ascensos. Saben intercambiar favores
(de todo tipo), sembrar la discordia y sacar provecho de las inseguridades y
conflictos de sus compañeros. Son hábiles para hacer que otros se equivoquen.
― Ante l@s minuplador@s, la clave
es el control emocional. Si detectan tus debilidades van a manejarte. Aun en
las situaciones más complicadas hay que ser intensos, pero no explotar
desordenadamente. Hay que descargar, cerrar páginas, dejar el trabajo en el
trabajo y delimitar espacios privados. Conserva la paz interior. No estás en el
mundo para complacer a nadie (a menos que tú quieras hacerlo). Tu vida
productiva es de talento, creatividad e inteligencia.
No pierdas de vista qué es lo que
realmente buscas, qué te hace sentir bien, cómo aportar a una vida mejor, qué
es más conveniente para la empresa, cómo hacer el bien, generar un impacto
positivo, trascender, cómo hacer lo mejor para ti mismo y los que quieres. Deja
en tu vida a quienes realmente merecen estar en ella; saca del costal que
cargas las impurezas, frases y relaciones huecas y superficiales, y olvídate de
sus negativos. Aprende a vivir, convivir contigo y disfrutarte. Vales mucho más
de lo que te imaginas; no permitas que otros le pongan precio a tu marca
personal.
Sé el soberano de tu espíritu y
tu mente; no dejes entrar a nadie sin tu permiso. Nunca bajes la mirada, no
cedas el espacio que has ganado. Coraje, determinación, valor, pulcritud e
integridad se cultivan y producen lo que quieres: estar bien contigo mismo y
ganar el respeto de los demás.
Alfredo Paredes-CEO de Capitol Consulting&Communication. Experto
en comunicación estratégica. Consultor y académico internacional. Asesor de
empresas y gobierno.
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