Los comerciantes de granos
disparan contra el nuevo producto de Monsanto
The wall street journal- mayo de
2016
Las compañías de granos de
Estados Unidos planean rechazar la nueva soya transgénica de Monsanto Co. ante
las preocupaciones de que la falta de aprobación de los reguladores europeos
ponga en peligro las exportaciones de la oleaginosa.
Agrupaciones comerciales que
representan a Cargill Inc., Archer Daniels Midland Co., Bunge Ltd. y otras
empresas de granos criticaron duramente la decisión de Monsanto de vender las
semillas antes de conseguir el visto bueno para enviar los cultivos
estadounidenses a la Unión Europea, según una carta a la que tuvo acceso The
Wall Street Journal. Las empresas presionan a Monsanto para que detalle cómo se
propone impedir que la nueva soya entre a los canales de exportación.
La postura de las compañías de
granos representa un potencial golpe para un producto que Monsanto ha
promocionado como un futuro superventas de la agricultura estadounidense. El
fabricante de St. Louis apuntó a vender este año a los agricultores
estadounidenses el equivalente de 1,2 millones de hectáreas de sus nuevas
semillas de soya, denominadas Roundup Ready 2 Xtend. Los comercializadores de
granos podrían aceptar la soya si los funcionarios de la UE la aprueban para la
importación antes de que los agricultores comiencen la cosecha en el segundo
semestre. Monsanto espera la aprobación en un futuro cercano, dijo un portavoz
de la compañía. Los representantes de la UE no respondieron a las solicitudes
de comentarios el lunes.
“Las acciones de Monsanto con
respecto a la soya RR2X son un suceso inaceptable y muy preocupante, y
exhortamos (a la compañía) a no repetirlo”, escribieron en la carta los
principales directivos de la Asociación Nacional de Granos y Alimentos, la
Asociación Norteamericana de Exportadores de Granos, y la Asociación Nacional
de Procesadores de Oleaginosas.
La disputa refleja la creciente
preocupación de los operadores de granos por los esfuerzos de las compañías de
semillas de comercializar nuevos cultivos transgénicos. Los grupos
agroindustriales estiman que los comerciantes de granos perdieron cientos de
millones de dólares cuando las autoridades chinas comenzaron a rechazar a fines
de 2013 los envíos de maíz de EE.UU. que contenían genética no aprobada
desarrollada por la firma suiza Syngenta AG. Esto dio lugar a demandas por
parte de comerciantes y agricultores.
Las últimas semillas de Monsanto
contienen una nueva tecnología genética que permite a las plantas de soya
soportar un herbicida nuevo y más potente, dado que las hierbas dañinas han desarrollado
defensas contra el producto insignia de la compañía, Roundup. Monsanto proyecta
que hacia 2019 dos tercios de los campos de soya de EE.UU. estarán plantados
con semillas que contienen los nuevos genes.
La soya es el segundo cultivo más
sembrado en EE.UU. después del maíz, y la UE es el segundo mayor mercado
externo de la oleaginosa, que representa aproximadamente 9,8% del total de las
exportaciones de 2015, según estimaciones de la Secretaría de Agricultura de
EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés)
La carta fue escrita semanas
después de que los operadores mundiales de granos Bunge, Archer Daniels Midland
y Louis Dreyfus Co. notificaron a los agricultores de EE.UU. que no comprarán
soya obtenida a partir de semillas con los nuevos genes de Monsanto. Las firmas
enviaron cartas a los agricultores y colgaron carteles en los elevadores de
granos. Los agricultores de EE.UU. han iniciado oficialmente la temporada de
soya y hasta el 25 de abril habían sembrado alrededor de 3% de la cosecha
prevista para este año, según datos del USDA.
Una vocera de Monsanto dijo que
la compañía tiene “una comunicación regular y transparente” con los
agricultores y las compañías de granos sobre el estado regulatorio de las
semillas de soya y que responderá a las preocupaciones de los grupos de granos
“según proceda”. La compañía sigue esperando la aprobación de la UE para las
semillas de soya en un futuro próximo, agregó.
Monsanto y DuPont Co., que ha
licenciado para su propia soya los nuevos genes resistentes a herbicidas de
Monsanto, comenzaron a comercializar las nuevas semillas a los agricultores
bajo el supuesto de que, a estas alturas del año, la UE habría otorgado su
aprobación. Ambas compañías están ofreciendo sustituir las nuevas semillas de
soya con versiones que han sido aprobadas por las autoridades globales de
importación, según sus voceros.
Hugh Grant, presidente ejecutivo
de Monsanto, dijo en una conferencia telefónica con inversionistas el mes
pasado que la decisión de la UE se había dilatado más de la cuenta, a pesar de
que las autoridades de seguridad alimentaria de la UE aprobaron las semillas de
soya en junio pasado. La soya generó alrededor de 15% de los ingresos de
Monsanto en 2015.
Grant manifestó que el proceso
administrativo de la UE normalmente demora meses.
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