Cuando los hijos se convierten en
el soporte técnico de los padres
The wall
street journal - mayo de 2016
Cuando hace poco Sandy LaVake
rompió accidentalmente la pantalla de su computadora portátil, llamó a la
persona que sabía podría ayudarla: su hijo, Jamie Martin. Y la próxima vez que
Martin, de 27 años, visite a su madre en Fargo, Dakota del Norte, le tendrá
otro problema para resolver: su reproductor de contenido digital Roku y el
televisor parecen estar congelados en una pantalla previa.
“Él es muy útil”, dice LaVake, de
57 años. “Pero a veces se pone un poco sarcástico conmigo. Respira profundo y
dice, ‘Oh, madre’”.
La relación de ayuda tecnológica
entre padres e hijos está dando lugar a exasperadas llamadas telefónicas y
tensas visitas. Muchos padres se sienten un poco tontos y temerosos y no sabe a
quién más recurrir cuando el temido mensaje de error aparece en la pantalla.
Los hijos quieren ayudar pero rápidamente se frustran ante la falta de
comprensión tecnológica de sus padres.
“Pierdo la paciencia muy
fácilmente con mis padres”, dice Martin, un ingeniero de adquisición de datos
en Sioux Falls, Dakota del Sur.
A diferencia de las generaciones
anteriores, que a menudo se resistían a las nuevas tecnologías, aquellos
mayores de 50 años las han adoptado con entusiasmo. Más de tres cuartas partes
de los estadounidenses de entre 60 y 69 años de edad usa Internet. Casi la
mitad tiene un teléfono inteligente, y cuatro de cada 10 tienen una tableta,
según el Pew Research Center.
Los mismos padres compran gran
parte de esta nueva tecnología, pero algunos lo hacen impulsados por las buenas
intenciones de sus hijos. “Regístrate en Facebook en tu iPad para ver las
fotografías de tus nietos”, o “Trata de ver Netflix en un Apple TV”.
Nuevos dispositivos traen nuevos
problemas. Algo tan sencillo como enviar un correo electrónico o encender el
televisor implica varios pasos y múltiples posibilidades de que algo salga mal.
La seguridad es también una preocupación. Usar una contraseña débil o abrir el
correo electrónico incorrecto puede conducir a un virus o algo mucho peor, como
el robo de identidad o de la información de un disco duro.
“En lugar de ser una carga en el
cuidado físico, somos una carga de cuidado tecnológico”, dice Vickie Makela, de
63 años, una gerente de entrenamiento y desarrollo de Hutchinson, Minnesota, a
unos 100 kilómetros de Minneapolis. “Usted no quiere volverse una carga, pero
francamente no hay ninguna otra parte dónde acudir por ayuda”.
Ginger Riker, hija de Makela que
vive en Brooklyn, Nueva York, pasó una tarde durante una visita reciente
enseñándole a su madre a utilizar 1Password, un sistema de gestión de
contraseñas. A Riker, quien trabajó para Twitter y Google, le preocupaba que su
madre estuviera usando la misma contraseña en demasiados sitios web.
“Yo no puedo, en pura conciencia,
dejar que mis padres deambulen por Internet de una manera tan insegura”, dice
Riker, de 40 años de edad. Su madre estaba agradecida. “Es útil conocer acerca
de la nueva tecnología que está disponible ahora”, dice.
Los problemas de los padres
pueden ser un rompecabezas, como cuando la madre de Evan Roberts lo llamó porque
la pantalla de su computadora se había “mágicamente volteado al revés”. Después
de googlear un poco encontró la combinación de teclas para devolver la pantalla
a su posición original.
Roberts, vendedor en línea de 37
años de edad de Raleigh, Carolina del Norte, por lo general soluciona los
problemas de sus padres en persona ya que viven cerca. “Me dan de comer, así
que por ese lado hay ganancia”, dice. Para la resolución de problemas, sugiere
un poco de paciencia líquida. “Licor”, dice. “Eso ayuda”.
Fiestas y cumpleaños son un
momento de máxima atención para el soporte técnico familiar, porque los
dispositivos que llegan como regalos suelen venir con un montón de problemas
potenciales. “Me siento cómodo regalándoles a mis padres algo que está un poco
por encima de su comprensión, porque sé que voy a estar allí para ayudar a
configurar [los aparatos]”, dice Tad Carpenter, de 35 años y director de una
empresa de diseño y marcas en Kansas City.
Hace unos años, Carpenter les
compró a sus padres para Navidad un marco digital de fotos, cargado con docenas
de imágenes de la familia. “Recuerdo que entonces me dijo, ‘mamá, puedes añadir
cualquier foto que desees’, y nunca lo hicimos”, dice Becki Carpenter, la madre
de Carpenter. “Pero nos gusta lo que hay ahí”.
Carpenter, de 63 años, que vive
en las inmediaciones de Shawnee, Kansas, dice que en su mayoría compra
productos de Apple, porque eso es lo que usan su hijo y su nuera. La mujer
también usa las detalladas instrucciones que su hijo le dejó por escrito para manejar
su televisor inteligente Samsung.
Algunas compañías de soporte
técnico están tratando de imitar la dinámica entre padres e hijos. HelloTech,
que hace un año fue lanzada en el sur de California y se expandirá a varias
ciudades de EE.UU. este año, se centró inicialmente en reclutar jóvenes
universitarios recién graduados, dice Steve Hartmann, vicepresidente de
marketing. De esa manera, dice, espera evocar en sus clientes “la idea de que
los hijos y nietos son el soporte técnico”.
Su personal de reparación a
domicilio está capacitado para hablar sobre lo que podría haber causado el
problema y cuál es la solución, en lugar de simplemente resolverlo, dice
Hartmann.
Derek Meister, miembro del equipo
de apoyo en línea para la cadena estadounidense de tiendas de electrónicos Best
Buy, sugiere no comenzar con el problema sino con lo que el usuario estaba
tratando de hacer. ¿Estaba mamá tratando de adjuntar una foto a un correo
electrónico? ¿Estaba papá tratando de ver en streaming un partido de baloncesto?
Comprender cuál era la meta puede ayudar a diagnosticar lo que salió mal en el
camino.
En sus 11 años como miembro del
llamado Geek Squad, Meister ha aprendido que el miedo es el mayor obstáculo.
Los mayores de 50 años aprendieron por primera vez acerca de las computadoras
cuando éstas eran grandes máquinas costosas alojadas en universidades o
empresas. Tener ahora esos dispositivos en casa es emocionante, pero también
intimidante. “Es como si alguien se presentara en su casa, le dejara un avión
militar y le dijera, ‘OK, vuele’”, dice Meister.
El técnico también recomienda
desechar términos técnicos y hablar de lo que se necesita hacer. Al sugerir un
nuevo dispositivo, busque la opción más sencilla. Si un padre quiere utilizar
una portátil sólo para enviar y recibir correos electrónicos y para redes
sociales, tal vez una tableta sería suficiente.
El uso de Skype o Facetime puede
facilitar la solución de problemas a distancia, porque puede ver el programa o
mensaje de error.
Y tenga en cuenta sus límites. No
trataría de reparar el refrigerador de sus padres sólo porque se lo piden, dice
Meister. Lo mismo sucede con problemas de tecnología que están fuera de sus
conocimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario