3 lecciones del Leicester City de
las que México puede aprender
FORBES- 13 de Mayo de 2016
Si México dejara de proteger el
statu quo de corrupción, improvisación y falta de visión, y en cambio
aprendiera del “pequeño” equipo de futbol, podría ser el nuevo ‘cisne negro’ de
la economía mundial.
Hace unas semanas, los medios y
las redes sociales se vieron saturados por el sorpresivo título de la Barclays
Premier League. Por primera vez en sus 132 años de historia, el pequeño equipo
Leicester City FC (LCFC), de una ciudad de apenas de 290,000 habitantes, se
coronó campeón de la liga inglesa de futbol en la temporada 2015-2016.
Una historia enmarcada entre los
conceptos del “heroísmo” y la “Cenicienta”. El título de los Foxes fue
básicamente el de un cisne negro para el mundo deportivo. En pocas palabras,
una imposibilidad hecha realidad.
La victoria de este equipo fue
todo menos predecible, y su hazaña va más allá del deporte: el equipo dio una
cátedra de productividad al lograr el campeonato con mucho menos recursos que
sus rivales.
A principios de la temporada, la
inversión en jugadores por parte del LCFC destacó por ser mucho menor que la de
los principales equipos de la liga. Tomando en cuenta el costo de cada club en
salarios, el LCFC apenas gastó 800,000 libras por punto obtenido, mientras que
el Chelsea FC, el campeón de la temporada pasada, invirtió alrededor de 2.29
millones de libras por punto.
Asimismo, mientras que los cuatro
líderes históricos de la liga (Arsenal, Chelsea, Manchester City y Manchester
United) cuentan con un valor de mercado promedio de 463 millones de euros, el
valor del Leicester City sólo llega a 127 millones, alrededor de una cuarta
parte.
Es importante señalar que los
resultados del equipo no se apoyaron en un gasto abundante, sino en la eficacia
de su defensiva. Durante la temporada 2015-16, los Foxes tuvieron 0.27 errores
defensivos por partido, mientras que los últimos dos campeones, el Chelsea y el
Manchester City, tuvieron 0.5 y 0.61 en sus respectivas temporadas de
campeonato.
Fuera de la arena del futbol, el
campeonato de los Foxes es, en esencia, el sueño realizado de una pequeña
empresa, una que compite contra grandes corporativos por una porción del
mercado. Ante ello, vale la pena preguntarse si existe algo que aprender, en
términos de desarrollo económico, sobre esta historia de ensueño.
Primera lección: La certidumbre
en las reglas del juego es esencial para todos los jugadores. Es decir, el
Estado de derecho es fundamental. Durante los 90 minutos del partido, las
mismas reglas aplican tanto para Sergio Agüero del Manchester City (cuyo valor de
mercado es 60 millones de euros) como para N’Golo Kanté del Leicester (10
millones). En contraste, la aplicación de las reglas en México es sesgada, pues
dependiendo de quién o a quién se le aplican, las oportunidades de desarrollo
para empresas se vulneran, y se perpetúa la corrupción. De hecho, de acuerdo
con el Reporte de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, la mayoría
de los empresarios califica la corrupción como el principal obstáculo para
hacer negocios en nuestro país.
Segunda lección: Es importante un
plan claro y definido a largo plazo. Al inicio de la temporada, Claudio
Ranieri, director técnico del Leicester, declaró que la estrategia del equipo
era simple: disminuir las anotaciones en contra, y así asegurar la permanencia
en la liga. Al final, el equipo sólo concedió 35 goles en 37 jornadas[1]. De
manera paralela, en México es evidente una falta de planeación de largo plazo
en algunas de las temáticas más importantes en política pública. Un ejemplo
claro es lo ocurrido con la crisis ambiental en la zona metropolitana. La
actual situación ha evidenciado la ausencia histórica de una política
urbanística y de movilidad en la capital del país, y ha dejado entrever la
implementación cuasi única de medidas reactivas y de corto plazo como el Hoy no
Circula.
Tercera lección: Aprovechar las
ventajas comparativas del capital humano es fundamental. En el Leicester City,
Ranieri construyó su estrategia en los contragolpes para aprovechar la
velocidad de sus delanteros y solidez defensiva. En este sentido, en el
gobierno federal se hace justo lo opuesto. La habilidad política y los
compadrazgos parecen haber sustituido la experiencia y los objetivos como
criterio para ser titular de una secretaría. Por ejemplo, el titular de la SRE
está ahora al frente de la Sedesol, y la titular de la Sedesol ahora dirige la
Sedatu. Asimismo, existen secretarios que no han sido eficientes en su labor y
permanecen en sus respectivas carteras. En pocas palabras, un portero no puede
convertirse en delantero, y si un jugador no es competitivo, su lugar tiene que
ser la banca.
Al principio de la temporada,
todas las variables del Leicester City proyectaban un equipo no competitivo,
destinado a descender de división (las apuestas para su título eran 5,000 a 1).
Sin duda, hay factores no controlables en el mundo deportivo, he ahí la “magia
del futbol”; sin embargo, esta temporada el LCFC demostró que una estrategia
congruente, reglas e incentivos claros, y la voluntad, pueden romper el
estancamiento de un equipo.
Hoy es posible romper el
paradigma del ineficiente funcionamiento del desarrollo económico del país. Con
los cambios correctos, México podría ser el nuevo cisne negro de la economía
mundial; por el contrario, protegiendo el statu quo de corrupción, improvisación
y falta de visión seguiremos en la parte baja de la tabla.
Mientras tanto, a celebrar
triunfos ajenos.
CIDAC-Centro de Investigación
para el Desarrollo AC. Think tank independiente, sin fines de lucro, dedicado
al estudio e interpretación de la realidad mexicana y presentación de
propuestas para cambiar a México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario