La caída de
las barreras comerciales estremece a la industria azucarera
The
wall street journal- 19 de Mayo de 2016
Los cambios
radicales en las barreras comerciales que protegen a la industria del azúcar
están rediseñando el mapa de uno de los mercados de commodities más protegidos
del mundo.
Muchos de los
países productores de azúcar protegen sus industrias nacionales mediante alguna
combinación de precios mínimos garantizados a los agricultores, restricciones
de producción o limitaciones de importaciones. Sin embargo, la industria se
está liberalizando gradualmente a través de una serie de movimientos que
podrían hacer caer el precio del producto. Esto hace que refinadores y
exportadores se estén preguntando qué significará para ellos la apertura de los
mercados.
El mayor
cambio de todos los que se avecinan es la eliminación en la Unión Europea, a
partir de octubre de 2017, de las cuotas de producción y precios mínimos para
los productores de remolacha azucarera. Se espera que a raíz de esa medida los
agricultores orienten gran parte de su oferta sobrante a la exportación, lo que
convertiría a la UE en un competidor más importante en el mercado global.
Por separado,
la Organización Mundial del Comercio analiza si Tailandia, el segundo mayor
exportador de azúcar, infringió las reglas comerciales al subvencionar su
producción. Es el resultado de un caso que presentó Brasil, el mayor productor
y una gran voz a favor de la liberalización de los mercados. En África, las
barreras también están bajo la presión de acuerdos comerciales regionales.
“Todo el mundo
del azúcar va a ser sacudido”, dice Hartwig Fuchs, presidente ejecutivo de
Nordzucker AG, el segundo mayor productor de Europa. Fuchs estima que ese
continente tiene el potencial de añadir al mercado mundial 3,5 millones de
toneladas de azúcar al año, lo que equivale a poco más de 6% del volumen del
comercio mundial previsto para 2016.
Los cambios
inminentes añaden incertidumbre al ya volátil mercado del azúcar. Después de
cinco años de superávit productivo y estancamiento de los precios, el consumo
del producto se apresta este año a superar la oferta. E l mercado ha repuntado
en los últimos meses gracias a las sequías que golpearon las cosechas en muchas
partes del mundo, pero los analistas creen que en el largo plazo los precios
podrían ser presionados a la baja por la producción adicional que se volcará al
mercado mundial.
La
liberalización de la industria azucarera ha sido más lenta que los cambios en
otros mercados agrícolas. En los países en desarrollo, este retraso refleja la
presión que los gobiernos tienen para proteger a un sector intensivo en mano de
obra.
El gobierno de
EE.UU., que impone tarifas sobre el azúcar importado desde 1789, actualmente
garantiza un precio mínimo a los productores nacionales, fija cuotas a los
cultivadores y grava las importaciones. EE.UU., que es el sexto mayor productor
del mundo, también muestra algunos signos de cambio inminente. Mientras tanto,
la industria azucarera de Europa y África ya está en camino a una
reestructuración.
Europa se
convertirá en uno de los mercados de azúcar más libres del mundo en octubre de
2017, cuando la UE elimine las cuotas de producción y los precios mínimos.
Estas medidas culminan un proceso que se inició con la reducción de los
subsidios al azúcar tras un fallo de la OMC de 2005 que condenó a la UE por
haber realizado dumping en los mercados mundiales. El caso fue presentado por
Brasil, Tailandia y Australia.
Los
productores de la UE —actualmente el tercer mayor productor de azúcar del
mundo— planean fabricar y exportar más azúcar como resultado de estas medidas.
“La UE sin
duda se convertirá en un exportador neto”, dice Olivier Lippens, director
gerente de Finasucre SA, un fabricante belga. Lippens estima que las
exportaciones netas podrían alcanzar hasta tres millones de toneladas al año.
La UE, sin
embargo, mantendrá las restricciones a las importaciones de caña de azúcar.
Esta combinación de medidas presionará a importadores como Tate & Lyle
Sugars, cuya refinería de Londres ha venido transformando caña de azúcar en
edulcorante desde hace 138 años. “El reloj está corriendo para nosotros”, dice
Gerald Mason, vicepresidente de Tate & Lyle, mientras observa una grúa que
descarga un cargamento de 35.000 toneladas de azúcar. “No vamos a ser
competitivos después de 2017 a menos que se modifique la regulación”.
Muchos
productores de azúcar en el Caribe y África dependen de las ventas a las
refinerías europeas. “Las víctimas son quienes han estado suministrando azúcar
a Europa durante más de un siglo, por desgracia”, dice Karl James, gerente de
Jamaica Cane Products Sales Ltd., un exportador de Jamaica.
Brasil es otra
de las posibles víctimas, ya que las reformas europeas pueden reducir el acceso
del azúcar brasileño a ese mercado y crearle un nuevo competidor en el mercado
internacional, dice Geraldine Kutas, asesora sénior de la presidencia de
asuntos internacionales de Unica (la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar
de Brasil).
“Con la
abolición de las cuotas de producción, los países más competitivos de la UE,
como Francia y Alemania, aumentarán su oferta y reducirán las necesidades de
importación del bloque en hasta 50%”, vaticina Kutas. El azúcar que importe la
UE procederá de países con los que tenga acuerdos comerciales o cuotas sin
impuestos. Brasil exporta hoy 600.000 toneladas de azúcar al año a la UE a
través de un sistema de cuotas por el cual paga un impuesto de 98 euros por
tonelada, sobre un precio medio de 350 euros. Como el país sudamericano no
tiene un acuerdo de libre comercio con la UE, esa exportación puede desaparecer
a partir de 2017, advierte Kutas.
El cambio
también podría llegar a los productores de relativamente alto costo del Caribe,
a los que puede resultarles difícil competir en Europa una vez que los precios
caigan tras la eliminación de las cuotas.
En anticipación
de la reforma de 2017, los productores europeos de remolacha azucarera han
reducido los precios para ganar cuota de mercado. El impacto se hace sentir en
toda la industria del azúcar de caña. La refinería que Tate & Lyle posee a
orillas del río Támesis ya funciona a capacidad reducida y el pasado octubre,
Jamaica Cane Productos Sales acordó prorrogar por un año un contrato de
suministro de caña a esta firma a alrededor de US$370 la tonelada, muy por
debajo de los US$770 por tonelada que habían acordado en su anterior contrato a
tres años.
Los
productores africanos probablemente también sufrirán cuando sus tradicionales
mercados europeos sean más autosuficientes.
Illovo Sugar
Ltd., la firma sudafricana que es la mayor azucarera del continente africano, se
está preparando para vender más en África, donde las barreras comerciales
también se tambalean.
Los acuerdos
bilaterales entre algunos países de África y la presión del bloque regional de
comercio Comesa (siglas en inglés de Mercado Común de Africa Oriental y
Meridional) para reducir las restricciones hacen que ese mercado luzca más
atractivo, dice John Bason, director financiero de Associated British Foods
PLC, la matriz de Illovo.
En un giro
respecto de la decisión de la OMC de 2005 que comenzó a derribar las barreras
europeas, Brasil está apuntando contra su ex aliado, Tailandia, a quien acusa
de haber aumentado su participación en el mercado mundial mediante la
subvención de sus exportaciones. En una compleja maniobra, el gobierno
tailandés fija los precios internos del azúcar, establece impuestos sobre las
ventas y utiliza estos ingresos fiscales para subvencionar a los cultivadores
de caña. Brasil dice que esto es una violación de las normas de la OMC que
cuesta a sus exportadores alrededor de US$1.000 millones al año. “Buscan un
resultado similar al que consiguieron cuando demandaron a la Unión Europea”,
dice João Botelho, analista de la firma de corretaje INTL FCStone Inc.
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