¿Qué hábitos diarios se pueden
adoptar para ser más productivo?
Verne - miércoles, 18 de mayo de
2016
¿Cuáles son los hábitos que nos
ayudan a llevar una vida más productiva? En la red social de preguntas y
respuestas Quora han planteado este tema y ha gustado especialmente la
respuesta de Charles Duhigg, periodista del New York Times y autor deEl poder
de los hábitos. Su texto se ha visto casi 120.000 veces y lo traducimos y
adaptamos del original con autorización de Quora.
Esta es una muy buena pregunta y
hay muchas respuestas posibles: deberías dormir más, meditar, hacer ejercicio,
leer un libro, hacer el pino, rezar, comer más verdura, pasar más tiempo en tu
mesa. Y, para algunas personas, esos hábitos diarios funcionarán. Pero para
otras serán una pérdida total de tiempo.
Por desgracia, las publicaciones
académicas muestran que no hay un hábito único y concreto que garantice que
alguien se volverá más productivo. (A mí personalmente me aburre muchísimo la
meditación).
Aun así, hay una forma de abordar
la creación de hábitos que se ha demostrado que mejora la productividad de
manera significativa. Consiste en experimentar con diferentes rutinas hasta encontrar
la que ayuda a pensar con un poco más de profundidad en los comportamientos que
sabemos que están relacionados con la productividad, como escoger las metas
adecuadas, orientar enfoques, o tomar mejores decisiones.
¿Qué significa esto en la práctica?
Bien, la mayoría de la gente saca tiempo para pensar de forma más detenida
acerca de sus objetivos y prioridades cuando mantiene rutinas diarias que
obligan a un poco de instrospección. Se conocen como "rutinas
contemplativas" o "estrategias contemplativas". Para algunos,
puede tratarse de la meditación: sentados tranquilamente, dedican un rato a
pensar en el día que les espera o en lo que quieren hacer esa semana.
Estas "rutinas
contemplativas" también pueden ser mucho más activas. A veces, ni siquiera
tienen nada que ver con la contemplación. Por ejemplo, escribir una lista de
tareas pendientes. La mayoría de la gente usa estas listas simplemente para
estar al tanto de sus obligaciones, utilizándolas como una especie de
dispositivo de memoria externo.
Pero hay estudios que muestran
que las personas más productivas usan (y escriben) listas de forma diferente.
La gente productiva las utiliza como estrategia para obligarse a pensar sobre
sus prioridades, más que para hacer un simple seguimiento de sus tareas.
Esto ocurre porque a menudo las
personas productivas se obligan a escribir listas de temas pendientes con sus
objetivos más importantes arriba. En psicología, estos objetivos se conocen
como "objetivos ambiciosos" (stretch goals) y suelen ser el tipo de
cosas que escribimos al final de una lista si es que las escribimos) y que
luego nunca volvemos a mirar. En cambio, la gente productiva les da una
posición central para verlas en cada vistazo a sus tareas pendientes.
Además, estas personas hacen otra
cosa que convierte su lista en una "rutina contemplativa": se
preguntan con frecuencia si lo que están haciendo en ese momento se alinea con
sus objetivos más ambiciosos. Si no es así, cambian de tarea. También se
obligan a sí mismos a reescribir su lista cada día y a preguntarse: "¿Mi
objetivo de ayer sigue siendo mi tarea más importante de hoy? ¿O he aprendido
algo nuevo que debería hacer que mis prioridades cambiaran?".
Esto no significa que usar las
listas de tareas sea la opción correcta para todo el mundo. Algunos preferirán
meditar y alcanzarán resultados similares.
Pero la clave está en que la
mayoría de las personas productivas tratan de imbuir en sus hábitos y rutinas
diarias todos aquellos factores que les animen a pensar más profundamente. Y
además varían entre rutinas ("esta semana probaré con la meditación, la
siguiente haré ejercicio y la otra escribiré mis objetivos cada mañana")
hasta que encuentran algo que funciona. Entonces se mantienen fieles a esta
idea y la convierten en un hábito al darse una recompensa cada vez que la
llevan a la práctica.
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