4 grandes retos económicos de
América Latina en 2016
Dinero - sábado, 2 de enero de
2016
El panorama de la economía
mundial no es promisorio. El de la región tampoco. La Cepal calcula que en 2015
las economías de América Latina experimentaron un retroceso del 0,4% y que solo
crecerán un 0,2% en 2016.
Al igual que la Cepal, centros
privados de análisis e inversores señalan que el complicado panorama mundial
está golpeando duramente a la región.
En 2016 la economía global
crecerá al mismo ritmo que en 2015: alrededor de un 2,4%. China, fundamental
para muchos países de la región, crecerá en el mejor de los casos un 7%, mucho
menos que en la época del boom.
Según Daniel Titelman, director
de la División de Desarrollo Económico de la Cepal, no habrá cambios en este
desafavorable escenario internacional. "Esta tendencia persistirá en el
mediano plazo. América Latina tendrá que buscar vías alternativas de crecimiento
económico", señaló a BBC Mundo.
En este sentido será decisiva la
respuesta de la región a cuatro retos: las materias primas, las tasas de
interés en Estados Unidos, la desaceleración global y la incertidumbre
política.
1. Materias primas
Entre enero de 2011 y octubre de
2015 la caída de los precios de los metales y de la energía (petróleo, gas y
carbón) fue cercana al 50% mientras que los alimentos disminuyeron un 30%.
Si el foco se concentra en 2015
se ve que los productos energéticos experimentaron una caída en torno al 24%,
los metales un 21% y los productos agrícolas un 10%.
Este panorama entorna la puerta a
una salida clásica para las crisis: las exportaciones. "Hay desafíos a
mediano plazo como el de hacer un cambio estructural para producir manufacturas
con más valor agregado. Pero a corto plazo necesitamos una política fiscal
activa y un estímulo a la inversión", señala Titleman.
Potenciar la producción y el
consumo interno como alternativas a la exportación requiere una política
crediticia que favorezca el desarrollo.
Brasil es un ejemplo de los
problemas en ese ramo. En octubre la tasa de interés para los préstamos al
consumo superó el 45% de promedio mientras que para las empresas el costo
promedio está por encima del 30%.
2. Tasas de interés de Estados
Unidos
El anuncio de la presidenta de la
Reserva Federal, Janet Yellen, el pasado 16 de diciembre no dejó dudas. El alza
de la tasa de interés fue mínima - 0,25% - pero el mensaje inequívoco: en 2016
continuaría. La Unidad de Inteligencia (EIU) del semanario británico "The
Economist" calcula que en los próximos 12 meses se elevará cada trimestre
un 0,25% y que rondará el 1,37% en diciembre próximo.
Según Mike Jakeman, analista
global del EIU, será un proceso gradual. "Yellen será muy flexible y
abierta a cambios en caso de que el impacto sea fuerte, no solo en Estados
Unidos sino en mercados emergentes", señaló a BBC Mundo.
A partir de 2013 la mera
posibilidad de un aumento produjo turbulencias en los mercados emergentes con
devaluaciones y bruscas alzas de la tasa de interés para evitar una fuga de
capitales.
Esta volatilidad llevó a una
retracción de los capitales que salieron de la región para buscar plazas más
seguras en los países desarrollados, comportamiento tradicional en estos casos,
como se ha visto desde la crisis de la deuda de los 80 en adelante.
Según Titelman la respuesta
variará de acuerdo a los países. "Algunos tendrán que aumentar sus tasas
de interés en línea con la Reserva Federal. Es el caso de México. Otros tendrán
que devaluar su moneda. Un factor positivo es que el aumento de las tasas de
interés ya estaba bastante internalizado por el mercado por lo que el impacto
es menor", indicó a BBC Mundo.
3. Desaceleración económica
mundial
El comercio es uno de los
termómetros de la salud económica mundial. En los primeros nueve meses de 2015
registró el crecimiento más bajo desde el estallido financiero de 2008: un
1,5%.
La Cepal calcula que en 2016
crecerá un 2,5%, nuevamente por debajo del crecimiento económico mundial.
Michael Ivanovitch, director ejecutivo de la financiera global MSI, señaló a
BBC Mundo que ninguno de los países que podría cambiar esta tendencia tomará
los pasos necesarios para hacerlo.
"Estados Unidos no tiene
mucho margen debido a su déficit fiscal y su deuda. Alemania tiene ese espacio,
pero está encerrado en una política de austeridad que está ahogando a la
Eurozona. China tendría más posibilidades, pero no se puede esperar algo similar
a lo que sucedió en la crisis de 2008-2009", indicó a BBC Mundo.
Si el comercio no es la vía del
crecimiento, si la inversión financiera puede quedar comprometida por el
aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, la alternativa es el consumo
interno.
La bonanza que comenzó a
principios de siglo permitió una reducción de la pobreza a la mitad en América
Latina, logro que, además de social y humano, tiene un fuerte significado
económico: unos 200 millones de consumidores con mayor poder adquisitivo.
Según un estudio del Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la desaceleración económica regional
es un peligro para este sector.
En este contexto la Cepal rescata
la importancia económica del gasto social. "Es indispensable ver la
composición del gasto fiscal para privilegiar la inversión pública y el gasto
social", indicó Titleman a BBC Mundo.
4. Enigmas políticos
Tres de las economías más fuertes
de América Latina se encuentran en medio de un complicado proceso político. En
la primera economía regional, Brasil, la crisis empezó al otro día de la
ajustada victoria electoral de Dilma Roussef a fines de un 2014.
En 2015 la crisis se agudizó de
la mano del escándalo de Petrobras y la compleja madeja política del Brasil. El
impasse político terminó por hacer naufragar el programa de austeridad que
impulsaba el ahora ex ministro de finanzas Joaquim Levy, sustituído en
diciembre por quien fuera su ministro de planificación, Nelson Barbosa.
Los problemas que deberá
enfrentar son los mismos: alto déficit fiscal, contracción económica y caída de
las exportaciones.
Más allá de los méritos de su
propuesta, el interrogante básico es si logrará sortear los obstáculos
políticos que empantanaron el accionar de su predecesor.
En Mercosur
Los problemas de Brasil han
impactado al resto del Mercosur, en particular a Argentina, que vio como la
demanda de su principal socio comercial disminuía al ritmo de su contracción
económica. Con la asunción el 10 de diciembre de Mauricio Macri el país dio un
fuerte viraje hacia un modelo de apertura de las barreras comerciales y
financieras y eliminación de impuestos.
Al mismo tiempo, el macrismo se
comprometió a mantener las conquistas sociales del Kirchnerismo. Conjugar ambas
agendas será complicado. Venezuela plantea un interrogante aún más crítico.
En medio de una fuerte crisis
económica, ¿es posible la convivencia entre el chavismo en el gobierno y una
oposición con mayoría legislativa por primera vez en 16 años?
El fantasma de un choque
institucional entre el legislativo y el ejecutivo está en el aire. Con precios
internacionales del petróleo planchados, déficit fiscal de dos dígitos y alta
inflación, se ve el devastador potencial que puede tener la crisis política
sobre la económica.
Brasil, Argentina y Venezuela no
agotan los problemas políticos de la región, pero el tamaño de sus economías y
los retos que enfrentan, los convierten en uno de los grandes enigmas que
condicionará el crecimiento de América Latina.
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