Los empleados felices son clave para las
empresas en 2016
FORBES- lunes, 11 de enero de 2016
Un tema crítico se vislumbra: la
falta de esquemas en pro de la felicidad de los empleados provocaría
inestabilidad en las empresas, pero sobre todo pérdidas millonarias.
La felicidad es amor; esa es la
conclusión de un hombre cool: George Vaillant, director del grupo de
investigación a cargo del Grant Study, estudio realizado por la Universidad de
Harvard, que siguió durante 75 años la vida de 268 estudiantes de preparatoria
y demuestra, entre muchas otras cosas, que la “calidez de las relaciones a lo
largo de la vida tienen el mayor impacto positivo en la satisfacción con la
vida”.
Según el Informe Mundial sobre la
Felicidad 2015, México está en el lugar 14. El orden del listado no sorprende:
los cinco primeros puestos son ocupados por Suiza, Islandia, Dinamarca,
Noruega y Canadá; mientras que los últimos cinco asientos son ocupados por
Togo, Burundi, Siria, Benín y Ruanda. En comparación con Suiza, las
calificaciones de México son menores en todas las variables, excepto en una:
los mexicanos tienen más afectos negativos; es decir, experimentan más
emociones de desdicha.
¿Por qué habrían de interesar
estos datos? Porque además de que personas felices construyen empresas
exitosas, la felicidad será un factor determinante para la atracción y
retención de talento en los próximos años.
El éxito y la felicidad
Mucho (muchísimo) se ha hablado
de los beneficios que personas felices brindan a una empresa. Shawn Achor, autor
del libro The happiness advantage, sostiene que los empleados felices tienen
mayores niveles de productividad, venden más, actúan mejor en posiciones de
liderazgo y alcanzan mayores niveles salariales. “Ellos también gozan de mayor
seguridad en el trabajo y tienden a tomarse menos días por sentirse enfermos o
cansados. Los CEO felices son mejores para dirigir equipos, porque logran hacer
que tanto ellos como sus empleados mantengan relaciones más felices y
saludables, y logran establecer un clima laboral que alcanza mayores
desempeños”, añade.
Nic Marks, CEO de la empresa
británica Happiness Works, dice en entrevista con Forbes: “Hay varias cosas que
muestran que la felicidad está relacionada con la trayectoria de la
organización. Las empresas tienen problemas con el ausentismo, con la rotación,
y eso les cuesta mucho”.
¿Es necesario invertir mucho
dinero para hacer felices a los empleados? Mark sostiene que depende del
modelo que se desee implementar. Sin embargo, afirma que generalmente las
organizaciones no tienen buenos sistemas para identificar qué es lo que hace
felices a sus colaboradores: “Muchas organizaciones tratan de analizar el ROI,
pero no analizan la forma en la que su gente experimenta su trabajo y busca la
felicidad”.
Pero si se insiste en obtener ROI
de la inversión en felicidad, existen investigadores como Fred Luthans quien
ha demostrado que pequeñas intervenciones como la oferta de recursos para
aumentar la esperanza, el optimismo, la confianza y la resiliencia pueden generar
2% más de ganancias anuales en las organizaciones.
Más allá de la implementación de
un programa basado en una perspectiva lógica, numérica, Marks asegura que es
importante que se tome en cuenta que la felicidad está relacionada, también,
con el movimiento del cuerpo. De hecho, una encuesta realizada este año como
parte del Grant Study sostiene que 78% de las personas que tienden a sentirse
más felices hace ejercicio al menos tres veces por semana.
¿Es necesario construir un
gimnasio en la empresa o tener un convenio con algún deportivo para ofrecer la
facilidad de hacer ejercicio? No, se puede instar a los empleados a que se
reúnan en equipos para ejercitarse, modificar horarios para que puedan asistir
a un gimnasio cerca de sus hogares, organizar clases especiales de yoga en la
oficina en horarios no laborales. La creatividad es el límite para llegar a
este fin.
El CEO, pieza clave
Jeff Olson, autor del libro The
Slight Edge y fundador y CEO de Nerium International, sostiene que las
empresas gastan muy poco en capacitación, pero un porcentaje mucho menor de
ese gasto está enfocado al desarrollo personal de sus empleados. “Cuando pensé
en el tema de la felicidad, me di cuenta que nadie lo estaba incorporando […]
Aquí no hay nadie que le inyecte dinero a esto”.
Este gurú afirma que la felicidad
está intrínsecamente relacionada con la filosofía y la actitud de las personas.
“Hace unos cinco años apareció la felicidad en el horizonte, y me di cuenta
que más que un sentimiento es una filosofía, una actitud”.
La felicidad, asegura, crea
sinergias pues hace que las personas sumen sus esfuerzos basados en visiones
comunes. “El CEO crea mecanismos para que la gente se pueda unir y hacer las
cosas mejor […] Hay dos mentes que crean una tercera, mucho más poderosa, y
eso es lo que tratamos de hacer en el mundo de los negocios”.
Una empresa que busca tener
empleados felices requiere, ante todo, de un líder feliz: “La cultura es el ADN
de una empresa, atrae a las personas que son iguales y repele a las que no lo
son. Lo mejor es tener gente con una mentalidad en común en pro de las mismas
intenciones”.
Al respecto, Nic Marks comenta:
“Si puedes provocar un cambio psicológico en el contrato entre el empleado y
el empleador, ahí es cuando comienzas a derribar los bloqueos. Es mucho más un
cambio de actitud que de políticas”.
Bajo su cristal, el solo hecho de
que un jefe salude a sus empleados todas las mañanas y converse brevemente
sobre sus preocupaciones puede impactar positivamente en el nivel de felicidad
de los empleados. Asimismo, afirma, diseñar actividades que mejoren la interacción
y desarrollar proyectos que impongan nuevos retos y fomenten la creatividad y
la innovación pueden ser buenas herramientas para recuperar a un empleado
desgastado.
Atracción del talento
Las nuevas generaciones
consideran el actuar social de las empresas para decidir si desean trabajar en
un lugar o en otro. Ello, en consecuencia, generará un reto que las empresas
deberán enfrentar. Bajo esa lógica, Nic Marks asegura que para los millennials
la experiencia de la felicidad significa mucho más, porque esta es la forma de
atraer y retener talento.
Una encuesta elaborada por
Manpower refleja que 54% de los empleadores ha enfrentado dificultades para
cubrir vacantes en el país. De acuerdo con algunos especialistas, además de la
falta de personal especializado, las empresas enfrentan el juicio de los
jóvenes pues gran parte del talento humano prefiere aplicar para compañías que
le permiten tener un mayor desarrollo profesional y bienestar en general.
Por su parte, Jeff Olsen comenta:
“Mi departamento de Recursos Humanos no contrata ni despide gente, más bien es
la cultura la que lo hace. A mis empleados les encanta platicarles a sus
amigos: ‘tienes que conocer esta empresa, me siento tan bien, siento que
pertenezco, que me respetan, tengo amigos…’”.
De acuerdo con Enrique Tamez,
académico del Tecnológico de Monterrey, los millennials son personas que se la
pasan compartiendo sus ideas en la red, por lo que las críticas y los halagos a
una empresa se distribuyen rápidamente entre sí.
“Nuestra generación tiene que
hacer muy buen trabajo para que el chip de la felicidad y del bienestar
permanezca, desempeñando un papel preponderante en la construcción de un nuevo
mundo”, afirma Tamez en torno del papel que tienen actualmente los líderes con
respecto a la creación de empresas más felices.
Finalmente, el Grant Study
sostiene que las personas que se sienten muy felices realmente disfrutan lo que
están haciendo ahora. El objetivo es ese, permitir que la gente sea realmente
feliz para que viva con pasión las actividades que realiza.
¿Eres una de ellas?
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