El éxito de un buen negocio
depende de la elección acertada del proveedor
El Economista - lunes, 11 de enero
de 2016
La eficacia del servicio del
proveedor es fundamental para el desarrollo de cualquier negocio. Escándalos
relacionados con la esclavitud en las fábricas de grandes firmas de moda en
países subdesarrollados o problemas en algunas compañías automovilísticas
derivados de piezas defectuosas, pueden -además de generar grandes pérdidas
económicas- suponer un duro golpe en la reputación de la imagen.
De ahí la importancia de escoger
un buen proveedor. La cuestión es, ¿cómo sabemos cuál es el proveedor perfecto?
"Los mercados entienden al
vendedor final como el responsable absoluto de sus cadenas de suministro, hay
que conocer a los proveedores fundamentalmente por dos áreas principales:
minimizar riesgos inherentes a las compras y maximizar oportunidades",
explica Jorge Heras, director de la región Latinoamérica y Sur de Europa de
Achilles, compañía especializada en proporcionar información exhaustiva,
cualificada y actualizada acerca de proveedores.
Tradicionalmente, la figura del
distribuidor tenía limitada su actividad a la prestación de un servicio o al
suministro de un determinado bien, intentando alcanzar una buena relación
calidad-precio. No obstante, este enfoque ya no es el mismo que antaño.
"Se están agregando nuevos criterios, con cada vez mayor peso en la toma
de decisiones", indica Heras, quien enumera valores que coincidan con la
Responsabilidad Social Corporativa (RSC), la seguridad laboral o la estrategia
en I+D.
Al mismo tiempo, un buen
proveedor es aquel que cumple con los plazos establecidos, con el marco
regulatorio vigente y con los estándares de calidad, puesto que estos aspectos
repercuten en el resultado final.
Posibles peligros
Hay sectores que están más
expuestos que otros a los riesgos de elegir un mal proveedor. Tal es el caso de
las cadenas de alimentación, las marcas de ropa o las empresas de automoción.
En el primero de los casos, es especialmente relevante, ya que existe también
un riesgo con la calidad del producto. "Dentro de la cadena de suministro,
tienen que hacer pruebas adecuadas a los productos para ver si cumplen las
especificaciones necesarias y de acuerdo a los protocolos y leyes",
explica Pepe Valderrama, presidente de Fullstep, compañía que ayuda a las
empresas a través de la tecnología a conocer mejor a un proveedor.
La mala calidad es una
consecuencia final de escoger mal al proveedor, pero también que la reputación
de la empresa quede dañada, especialmente cuando las redes sociales se
convierten en eco de las críticas. "Siempre ha habido riesgo de
interrupción de suministros, de mala calidad, etc. Pero ahora esos riesgos
reputacionales han subido mucho de nivel", cuenta el presidente de
Fullstep.
No obstante, los expertos
aseguran que una empresa que identifica y actúa rápido un problema derivado de
un proveedor, puede conseguir minimizar el daño que pueda hacer a la compañía.
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