Belstaff: de marca de moda a
centauros del asfalto
FORBES - jueves, 7 de enero de
2016
La marca británica de ropa de
lujo Belstaff se encuentra en pleno proceso de internacionalización, con un
objetivo en la mira: Latinoamérica.
La relación entre Belstaff y el
cine es cada vez más estrecha. En los últimos años, hemos visto algunas de sus
célebres cazadoras en películas como El aviador (con Leonardo DiCaprio) o El
curioso caso de Benjamin Button (con Brad Pitt). La marca británica fundada en
1924 en Staffordshire, actualmente propiedad del grupo JAB Holdings, continúa
con esta fructífera alianza en su nueva campaña, protagonizada por segundo año
consecutivo por David Beckham.
Él es el protagonista de Outlaw,
película escrita y dirigida por Geremy Jasper y producida por Liv Tyler, junto
a otras estrellas como Harvey Keitel, Katherine Waterson y Cathy Moriarty. No
es la primera vez que el exjugador de futbol inglés colabora con la marca
británica —aunque su sede actual se encuentra en Milán, Italia—, ya que diseñó
Beckham x Belstaff, una colección de chaquetas de cuero y básicos, como
T-shirts y denim. «No estamos interesados sólo en buscar una celebrity, sino en
alguien que represente un estilo de vida similar al que propone la marca.
Nuestra elección por Beckham va más allá de su papel como estrella de futbol,
está relacionada con su pasión por los valores de Belstaff: libertad, aventura
y audacia», asegura en entrevista exclusiva Gavin Haig, CEO de Belstaff desde
hace sólo un año.
En este tiempo, la marca ha
iniciado un proceso de internacionalización que le ha llevado a Asia, en países
como India, Corea del Sur, Japón y China, pero también en México y
Latinoamérica, «un mercado muy importante para nosotros». Las relaciones entre
la marca y México se han afianzado aún más tras el rodaje de esta película en
locaciones mexicanas: «Es la mayor acción que vamos a hacer este año. Nuestra
prioridad son Estados Unidos y también México, pues creemos que es un gran
escaparate para introducirse en el resto de Latinoamérica», añadió Haig. Su
objetivo en el primer año como ceo de la firma coincidía con el de JAB
Holdings, propietario de otras marcas de alta gama como Jimmy Choo y Bally:
«Crecer en nuevos mercados y territorios, y en nuevos valores por todo el
mundo», asegura.
En los últimos dos años, la firma
también se ha propuesto afianzarse dentro del segmento del mercado de lujo
femenino con la contratación en 2013 de Delphine Ninous como vicepresidenta de
diseño para mujer. «Aunque nuestros valores han sido tradicionalmente
masculinos, somos una marca de lujo que no descuida el mercado femenino. Creo
que en una firma global, con presencia tanto en São Paulo como en México,
Londres o París, tiene que primar la igualdad de género», concluye Gavin Haig.
Más que moda
La visión que Gavin Haig tiene de
Belstaff, quien previamente trabajó en Cartier y Alfred Dunhill, va más allá
del universo fashion: «Más que una marca de moda, somos una marca de lifestyle
que propone un estilo de vida», afirma. Por lo tanto, también ha decidido
ampliar sus oportunidades de negocio con líneas deportivas y un mayor acento en
los accesorios para hombre y mujer. «Somos una marca que crece y eso es muy
excitante», sostiene.
Javier Quesada-Editor Print de
Forbes Life. Observador impenitente, analiza el mundo del lujo con mirada
crítica, más allá de tendencias y modas: la alta gama es una industria elusiva
a la que si hay algo que no le gusta es lo evidente, por eso va siempre con los
ojos abiertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario