El juego del poder: ¿qué tanto
influyen los fashion bloggers?
FORBES -viernes, 15 de enero de
2016
El impacto de la moda no se
demuestra solamente en la primera fila de los desfiles, sino en quién tiene
verdadera influencia sobre lectoras y fashionistas: ¿las revistas o la última
generación de blogueros? Los medios impresos pelean por tener en sus páginas
primicias de las Fashion Weeks, y al mismo tiempo buscan nuevos y jóvenes
followers.
Las grandes editoriales de moda
se resisten a ceder un centímetro de terreno frente al nuevo fenómeno de los
fashion bloggers
y revistas en línea. El precursor
de la importancia de la moda online fue el periodista Peter W. Kaplan (murió en
2013), quien tuvo una carrera brillante como editor en The New York Observer.
Se mudó en 2010 a Fairchild Fashion Group, donde relanzó las publicaciones My
Women’s Wear Daily (WWD) en el momento en el que hacían erupción las redes
sociales. «No sabía gran cosa de estilo», dice a The New York Times la crítica
de moda Brandusa Niro, «pero era un gran estratega de medios».
Kaplan revolucionó la necesidad
de grandes artículos y sesiones especiales para web, «y fue de los primeros en
emplear Twitter para interactuar con los lectores».
Suzy Menkes ha sido una crítica
muy aguda contra ellos, aunque defiende a personajes como Scott Schuman, del
blog The Sartorialist, «quien hace un excelente trabajo, pero que ha hecho
famosos a todos esos pavo reales sin sentido», dijo en un artículo de 2013
titulado El circo de la moda. En él, lamentaba que en la actualidad muchas
editoras de moda se vistan con un único fin: competir con los bloggers. Un
ejemplo paradigmático es el de Anna Dello Russo, editora senior y directora
creativa de Vogue Japan y una de las reinas de Instagram.
De acuerdo con información de
Moda Operandi (plataforma de moda en Nueva York, propiedad de las socialités
Aslaug Magnusdottir y Lauren Santo Domingo), durante la temporada de Fashion
Weeks en Milán, París y Nueva York, Anna gasta por cada look completo una suma
que oscila entre cinco mil y 11 mil dólares.
El gasto en un outfit no es un problema
si se cobra por aparición. wwd hizo una investigación que arrojó datos
sorprendentes. Invitar a un blogger a una semana de la moda supone correr con
todos los gastos: una marca puede invertir hasta 20 mil dólares en un blogger.
«Cinco mil tan sólo por aparecer
en un evento», reveló la agente Karen Robinovitz. Los blogueros Bryanboy, Tommy
Ton, Susie Bubble, Aimee Song, The Glamourai Framel y la también actriz y
cantante Tavi Gevinson, han cobrado hasta 50 mil dólares por una semana de la
moda completa. Y también cobran comisiones por cada clic que un lector da a un
producto que provenga de su página. La publirrelacionista neoyorquina Gabrielle
de Papp, cuya agencia trabaja para Neiman Marcus, está en contra de esta
práctica: «Yo jamás le pagaría a un periodista por hablar de alguna de mis
marcas, ¿por qué le voy a pagar a un blogger?», mencionó.
No obstante, la bloguera Aimee
Song afirmó que postear un producto para sus 100 mil seguidores «y que se agote
el mismo día sólo porque yo lo recomiendo», merece un pago. «Es publicidad
contable».
Si bien es cierto que muchos
presupuestos internacionales se han orientado hacia blogs, la realidad es que
las brillantes páginas en papel couché de las revistas no han sido desbancadas
del todo, incluso han adquirido un carácter de legitimidad.
Pero ¿quiénes son las intocables
en la escena editorial? Anna Wintour de US Vogue; Suzy Menkes, quien hasta hace
poco fue la eterna corresponsal de The International Herald Tribune; y
Alexandra Shulman, directora de la Vogue británica desde 1992.
Según la revista New York en su
anuario de salarios en la capital, Wintour se lleva dos millones de dólares
anuales como directora creativa de Condé Nast, y su asistente, Sylvana
Soto-Ward, gana 40 mil al año. Para poner su sueldo en perspectiva basta saber
que el director editorial de Condé Nast, Tom Wallace, gana un millón. Sí,
Wintour es la más rica y la más famosa, pero no la única.
The Observer afirma que Stefano
Tonchi, exdirector fundador de T: The New York Times Style Magazine, es uno de
los editores «más ricos de la industria». Antes fue editor de Esquire L’Uomo y
Vogue Men en Estados Unidos. Hoy, es uno de los grandes defensores de la
edición impresa, «que es moda y arte», frente a la oleada blogger.
La danza de los dólares
Según la web Who, What, Wear y
GlassDoor.com —portal estadounidense donde empleados y exempleados comparten
anónimamente sueldos y reviews de las empresas—, el promedio de sueldo anual en
editoriales de moda hasta 2014:
Directora creativa
163,333 dólares
Editora general
98,133 dólares
Asistente del editor
34,781 dólares
Editora de moda
69,650 dólares
Coeditor
58,833 dólares
Coordinadora de moda
38,000 dólares
Editora general web
87,840 dólares
Editor Jr online
73,932 dólares
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