Cómo Bing se ha convertido en un
auténtico rival para Google a base de firmar acuerdos
El Confidencial - enero de 2016
Hasta ahora era un pozo sin
fondo, pero por fin ha traído buenas noticias para Microsoft. Desde que la
firma ahora liderada por Satya Nadella lo lanzase allá por junio del 2009, Bing
no había dado más que quebraderos de cabeza. Millones y millones de dólares se
esfumaron por sacar a flote un proyecto al que nadie daba opción alguna de plantar
cara a Google.
Contra (casi) todo pronóstico, la
situación se ha revertido. Durante los últimos 26 trimestres, el buscador de la
firma fundada por Bill Gates ha crecido en cuota de mercado y, por primera vez,
ha conseguido ser rentable. Tal ha sido su remontada que en la firma de la gran
G se han visto obligados a tomar medidas.
De 2011 a esta parte, los
inversores de Microsoft no entendían los motivos de seguir financiado un
producto que no iba a ningún sitio y solo daba pérdidas. Ahora miran a Bing de
forma muy distinta. Cinco años atrás, cada trimestre, la compañía destinaba al
buscador más de 1.000 millones de dólares (algo más de 917 millones de euros) y
su cuota de mercado estaba totalmente estancada. Este año, sin embargo, el
motor de búsqueda ha contribuido a la caja de la compañía con la cantidad que
antes se esfumaba de forma infructuosa.
Son distintos los factores que
explican este cambio de rumbo en la marcha de Bing. Aunque todavía es amplia la
distancia que le separa de Google, que sigue acaparando un 63,9 % de las
búsquedas que se realizan en Estados Unidos según el último dato de comScore,
el porcentaje del buscador de Microsoft no ha parado de crecer a lo largo de
2015. Desde el 19,7 % con el que finalizó 2014 hasta el 20,9 % que logró en
noviembre del pasado año.
Los expertos señalan que la
llegada de Windows 10 explica gran parte de este avance. Desde que fuera
presentado en julio, más de 200 millones de usuarios de todo el mundo han
instalado en sus ordenadores el nuevo sistema operativo de Microsoft. Si bien
se espera que para 2019 sean más de 1.000 millones de personas las que utilicen
este software, los que ya lo tienen se encuentran con Edge, el navegador
predeterminado (sucesor de Internet Explorer), que utiliza Bing por defecto.
Una ventaja, sin duda, a la hora de dar protagonismo al buscador de la firma.
No obstante, la gran baza que ha
jugado Microsoft para impulsar su buscador han sido los acuerdos con otros
gigantes tecnológicos. La alianza más rentable para los intereses de la firma
comandada por Satya Nadella está siendo la que alcanzaron en abril de 2015 con
Yahoo. La compañía de Marissa Mayer, que no cuenta con un motor de búsqueda
propio, encontró en Bing una oportunidad para ofrecer a sus usuarios un
servicio tan básico e imprescindible.
Desde entonces, si accedemos a
Yahoo y realizamos una búsqueda, la gran mayoría de lo que vemos está
suministrado por Microsoft. Incluso si la estética no recuerda a Bing, su
tecnología está detrás. Y por esto, obviamente, los de Mayer tienen que pagar.
Cuando solo utilizan los
resultados de las búsquedas, Microsoft les cobra un precio fijo (algo que
sucede en el 49 % de los casos). Si además se muestran los anuncios de Bing (51
% de las veces), las ganancias se reparten: Yahoo se queda con el 93 % (tras
pagar a los afiliados) y tiene que dar a los de Redmond lo restante. En
cualquier caso, y aunque la última renegociación del acuerdo mejoró los
términos para los de Mayer, Microsoft está ganando dinero. De ahí que Bing, con
el paso de los años, se haya convertido al fin en un producto rentable.
Por medio de este acuerdo,
además, Microsoft ha pegado un muerdo al pedazo de pastel que antes se comía
Google. En noviembre de 2014, Mozilla y Yahoo sellaron una alianza para que el
primero pudiera deshacerse en el mercado estadounidense del buscador más
popular del planeta, que hasta entonces se mostraba por defecto. En su lugar,
Firefox utiliza ahora el de la compañía dirigida por Marissa Mayer que, como
hemos explicado, aprovecha la tecnología de Bing.
A esto hay que sumar que
Microsoft también ha logrando rentabilizar la enorme inversión destinada
durante años a perfeccionar su buscador a través del acuerdo alcanzado con
Apple. La firma de la manzana mordida, que no cuenta con un motor de búsqueda propio,
ha implementado la tecnología de Bing en su asistente personal Siri. Y esto no
solo podría beneficiar económicamente a la firma de Redmond, sino que también
podría permitirle acaparar un mayor volumen de búsquedas y, así, recortar
distancias con Google.
Google contraataca
Claro que los de Mountain View no
han dicho aún su última palabra. Visto lo visto, la firma de la gran G ha
decidido tomar cartas en el asunto para tratar de impedir que Microsoft le siga
comiendo la tostada. Tanto es así que, recientemente, ha firmado un acuerdo con
Yahoo (como ya hicieran a principios de siglo), para tratar de arrebatar
protagonismo a Bing.
A expensas de que se pronuncie el
Departamento de Justicia de los Estados Unidos y sin que el acuerdo se haya
materializado en Europa, precisamente para evitar que se enciendan las alarmas
antimonopolio, Yahoo volverá a utilizar el motor de búsqueda de Google en
ciertos casos, suministrando tanto los resultados de las búsquedas como los
anuncios.
La compañía de Marissa Mayer no
quiere desligarse del acuerdo que mantiene con Microsoft, o eso dice, sino
reforzar su negocio de búsquedas y aumentar los beneficios. “En Yahoo creemos
firmemente en las búsquedas - es un área de inversión, oportunidad y
crecimiento para nosotros”, ha afirmado Mayer.
Ya en el año 2000, Yahoo y Google
se aliaron mientras la primera de estas compañías trataba de desarrollar su
propio motor de búsqueda. Cuatro años después, lograron lanzar su propia
tecnología y su propia plataforma de publicidad, por lo que el acuerdo se
deshizo. Ahora, más de una década después, ambas compañías han vuelto a sellar
un pacto que permitirá a Yahoo mejorar sus búsquedas y a Google impedir que
Bing siga robando pedazos de su apetitoso pastel.
Aunque buena parte de los adeptos
que ha sumado en los últimos años no se los ha birlado a los de Larry Page,
sino precisamente a Yahoo, su socio y aliado, lo cierto es que el crecimiento
de Bing se ha producido al mismo tiempo que caía (aunque levemente) el volumen
de búsquedas de Google. No sabemos quién ganará la partida, pero al menos
vuelve a haber dos jugadores.
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