Crecimiento en América Latina: lo bueno, lo
malo y lo feo
FORBES -28 de enero de 2016
Este año no será bueno para
América Latina en términos económicos. El crecimiento de la región podría
estancarse y reportar cifras marginales de avance. ¿Cuáles son los temas de
mayor influencia en el panorama económico?
El panorama económico para
Latinoamérica se ve complicado en 2016. La región podría, incluso, contraerse
0.3% debido a un crecimiento global lento, que se espera de alrededor de 2.9%,
y la persistente incertidumbre sobre China, cuya demanda de bienes tiene una
alta influencia en el desempeño económico de los países del sur.
Los precios bajos de las materias
primas mostrarán en 2016 un deterioro en sus términos de intercambio,
especialmente en países exportadores de hidrocarburos y minerales, dice la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su Balance
Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe.
El Banco Mundial (BM) ha
detectado otros dos riesgos para el escenario macroeconómico: la mayor
volatilidad y una desaceleración del comercio internacional. Para el organismo,
sin embargo, uno de los mayores problemas es que la región crece a dos
velocidades: se contrae en Sudamérica por la recesión de economías como Brasil
y Venezuela, y crece moderadamente en México, Centroamérica y el Caribe.
A pesar de que el Fondo Monetario
Internacional prevé una contracción de 0.6% para 2015, el panorama podría ser
menos dramático durante 2016, aunque reconoce que las presiones en los mercados
financieros han aumentado en las diversas economías.
“Este difícil escenario para
América Latina puede ser una oportunidad para que las políticas fiscales tomen
una mayor relevancia. Se debe revisar la estructura de subsidios a los
combustibles y los incentivos tributarios, buscando potenciar
instrumentos de promoción de inversiones y financiamiento en gasto
social”, explica Alicia Bárcena, titular de la Cepal en el informe.
Existen tres factores que
influyen en el crecimiento de la región y que representarán las principales
tendencias en cuanto a desempeño económico.
Lo bueno: motores sólidos en la
región
La economía mexicana se encuentra
en un grupo de naciones con buena posición para enfrentar los retos globales.
México goza de un mayor dinamismo en la demanda interna, un crecimiento en
manufacturas y un crecimiento inercial de alrededor de 1 punto porcentual,
considera Banorte-Ixe.
El banco comenta que un beneficio
de México es que está lejos de China en términos de actividad económica, y más
cerca de Estados Unidos, cuyo crecimiento seguirá consolidándose en los
próximos años.
“Dada la debilidad del resto de
países en Latinoamérica, ya sea porque el ciclo económico depende más del de
materias primas o porque están experimentando problemas internos, como es el
caso de Brasil y de Venezuela, México será el principal motor de crecimiento de
la región, explicando alrededor de 85% del crecimiento en los próximos años”,
expone el grupo de análisis económico del banco en un documento.
Centroamérica, Panamá y la
República Dominicana se benefician de la recuperación en Estados Unidos y la
persistente debilidad de los precios energéticos a nivel internacional, dado
que la región es un importador neto de hidrocarburos.
“Esta combinación favorece un
‘círculo virtuoso’ que consiste en una demanda más sólida, un menor nivel de
inflación y una mejor posición externa”, destaca el FMI en su último reporte de
perspectivas económicas.
La institución liderada por
Christine Lagarde prevé un crecimiento de 2.8% para México en 2016, mientras
que para Centroamérica estima que crezca 4.1%.
Por otro lado, con la llegada de
Mauricio Macri al poder en Argentina, el país sudamericano está de vuelta en
los mercados internacionales, debido a las medidas que está tomando el nuevo
gobierno.
El 17 de diciembre, Argentina
eliminó las restricciones que desde hace años mantenían sobrevaluada la moneda
doméstica en el mercado de cambios. El desplome del peso acelerará aún más la
inflación, lo que golpeará al consumo y hará que la economía argentina termine
el año próximo estancada o con una leve recesión, para repuntar en 2017.
“Este año la novedad para América
Latina será Argentina, debido a que buscará equilibrar el mercado y estabilizar
los precios relativos. Además, el gobierno está mandando un fuerte mensaje de
expansión”, considera Dante Sica, director de la consultora Abeceb.
Lo malo: Brasil y Venezuela
detienen el crecimiento
Brasil, uno de los principales
motores de crecimiento en América Latina, está prácticamente paralizado. Su
perspectiva para 2016 no es nada buena. Tras estancarse en 2014 y 2015, la
economía del país registrará muy posiblemente un crecimiento de -1% durante
2016, estima el FMI.
Si bien algunos factores
externos, como la caída del precio de las materias primas, explican parte de la
contracción de la actividad, los factores internos representan el mayor freno,
señala el FMI.
Durante 2015, Brasil cayó en
recesión técnica con dos trimestres consecutivos con cifras negativas de
crecimiento.
El gobierno encabezado por Dilma
Rousseff implementó en 2015 un plan de austeridad que consiste en elevar
impuestos y recortar inversiones. A pesar de la medida del gobierno, la agencia
calificadora Moody’s redujo la nota crediticia del país sudamericano a Baa3, el
menor nivel dentro del grado de inversión, desde Baa2.
“Para muchos analistas, Brasil
entró en una especial de década perdida. Para que la nación vuelva a tener los
mismo niveles de demanda que tuvo en 2013 pasarán entre 7 y 8 años”, advierte
Dante Sica.
La historia de Venezuela parece
ser peor, debido a la alta inflación que llega a casi 200%, una caída del PIB
de 10% y la falta de productos básicos como papel de baño, toallas sanitarias o
comida para bebé.
El organismo que lidera Christine
Lagarde consideró la situación del país sudamericano como extrema, debido a que
las distorsiones microeconómicas, combinadas con políticas macroeconómicas
insostenibles, han generado grandes desequilibrios que incluyen un nivel muy elevado
de inflación.
“Venezuela ha aplicado políticas
macroeconómicas insostenibles durante varios años, sumadas a distorsiones
microeconómicas generalizadas”, considera el FMI.
En su último reporte de
expectativas de crecimiento, la Cepal proyecta una contracción de 7% para
Venezuela en 2016.
El director de la consultora
Abeceb señala que el ciclo de Venezuela impacta de forma negativa el valor
agregado de los países de la región, y añade que la economía venezolana se
encuentra en una crisis económica de difícil solución en el corto plazo.
Lo feo: la incertidumbre
económica en China
El 6 de enero, los mercados
financieros de América Latina y el mundo
se vieron sacudidos por la caída de la Bolsa de Valores de China, que se
desplomó 7%. Esta situación provocó que las autoridades del país asiático
pararan las actividades bursátiles.
Esto es un signo de que la
economía china sigue en un momento difícil, como en 2015. El FMI puntualizó que
la meta del gobierno chino es “mantener tasas más bajas de crecimiento a medida
que el país intenta reequilibrar su economía impulsada anteriormente por la
exportación y la inversión hacia un modelo basado más en el consumo, incluidos
los servicios”.
China buscó salir del complicado
momento económico con una devaluación del yuan, lo que avivó los temores de una
guerra de divisas.
La crisis de principios de 2016
tiene que ver con la economía china, lo que representa gran incertidumbre,
indicó en un discurso el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis
Videgaray.
Una muestra de que este inicio de
año no está siendo fácil para China es que su comercio con el exterior sigue
enfriándose. Las exportaciones del país que más comercializa en el mundo
bajaron 1.4% interanual, según datos de la Administración General de Aduanas.
Asimismo, las importaciones de
diciembre bajaron 7.6%, retrocediendo por decimocuarto mes consecutivo, debido
a que las fábricas se han abastecido de crudo, hierro y otras materias primas,
mientras los precios de las materias primas siguen bajando.
Los crecimientos de 10% son cosa
del pasado en China. Esto puede explicarse por su cambio de modelo económico:
luego de ser una nación exportadora, ahora busca basar su crecimiento en el
consumo interno.
Las perspectivas de crecimiento
para el país asiático no son tan alentadoras. El FMI prevé que China tenga un
crecimiento de 6.4% en 2016, por lo que crecería menos en comparación con el
año pasado, ya que la proyección fue de 6.5%.
El BM tiene perspectivas más
positivas para China. La organización prevé un crecimiento de 6.7% para este
año, lo que refleja los esfuerzos de política para promover un crecimiento
sostenible y equilibrado.
Israel Pantaleón-Editor de
Breaking News en Forbes México. Comunicólogo que cuenta, a través de datos y
cifras, lo que ocurre en la economía nacional y global.
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