La caída en la demanda de China augura precios
bajos de los alimentos para 2016
The wall street journal- lunes, 11 de enero de
2016
LONDRES—Las enormes reservas
chinas y el fortalecimiento del dólar probablemente impidan una recuperación
importante de los precios de los alimentos en 2016, después de cuatro años de
caídas en los mercados, según la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO).
“En 2016, tendremos que observar
a China con mucho cuidado”, dijo Concepción Calpe, economista de la agencia.
“(Los chinos) están comprando mucho menos, y debido a que están comprando mucho
menos, los precios están cayendo”, señaló Calpe en una entrevista con The Wall
Street Journal el jueves.
China es un gran comprador de
todo tipo de commodities, desde el cobre a la soya. La debilidad de la demanda
del sector industrial ha deprimido los precios de los metales, provocando un
derrumbe de los precios de las materias primas.
No obstante, Beijing también ha
acumulado grandes reservas de muchos alimentos importantes como parte de su
política de seguridad alimentaria, explicó Calpe.
Las reservas de alimentos de
China han crecido tanto que tiene menos necesidad de importar y podría vender
inventarios en los mercados mundiales, lo que intensificaría la presión bajista
sobre los precios.
“Los inventarios en China son muy
altos en este momento”, señala Frank Rijkers, economista especializado en
agricultura del banco holandés ABN Amro. El tamaño verdadero de las reservas es
una “suposición razonable” dada la poca confiabilidad de los datos chinos,
agrega.
Al igual que muchos otros
commodities, los mercados de alimentos han estado bajo presión durante gran
parte del último año. Los precios de los alimentos fueron casi 20% más bajos el
año pasado respecto de 2014, conforme los mercados mundiales se vieron
afectados por una sobreoferta de productos básicos como la carne y los lácteos
en medio de la fortaleza del dólar y la menguante demanda global, indica la
FAO.
El índice de precios de los
alimentos de la FAO, una medición mensual de una canasta de alimentos que
excluye artículos como el cacao y el café fue en promedio 19% menor que el
nivel de 2014, con declives de 21% para el azúcar y de 15% para la carne y los
cereales. Tan sólo en diciembre, el indicador retrocedió 1% frente al mes
previo, según la agencia.
“Los abundantes suministros ante
una tímida demanda mundial y un dólar que se aprecia son la principal razón de
la debilidad general que dominó los precios de los alimentos en 2015”, apunta
Abdolreza Abbassian, economista sénior de la FAO.
Un dólar más fuerte también ha
provocado problemas para los países que importan alimentos. Los alimentos son
más baratos en términos de dólares, pero las monedas de muchas economías
emergentes, como Brasil, China, Rusia y Sudáfrica, se han devaluado
pronunciadamente en el último año, lo que incrementado los precios de los
comestibles en esos países.
Una desaceleración de la economía
no significa que los consumidores coman menos pan u otros productos de primera
necesidad, pero lleva a los países a depender más de las reservas de alimentos,
lo que reduce las importaciones de trigo y aceite de cocina cuando sus propias
divisas se debilitan, señaló Calpe.
Aun así, los precios de los
alimentos permanecen relativamente altos en términos históricos y podrían
revertir algunas de las recientes alzas en el segundo semestre de este año,
debido a los conflictos en Medio Oriente y los patrones climáticos, dicen
economistas.
Los precios se están corrigiendo
lentamente después de dispararse en 2007 y 2008, dijo Calpe. “Hemos visto
(precios) que vuelven lentamente a los niveles precrisis”.
Los precios de los alimentos
denominados en dólares podrían, sin embargo, cambiar de dirección ante las
tensiones en Medio Oriente, que es un gran importador de alimentos, agregó
Calpe. Egipto es el mayor comprador de trigo del mundo, al representar cerca de
7% de las importaciones globales, según el Departamento de Agricultura de
Estados Unidos.
Un factor más importante para que
los precios vuelvan a subir podría ser el clima, dice Rijkers. El Niño, un
fenómeno climático que causa condiciones inusualmente secas en algunas partes
del mundo y húmedas en otras, podría resultar en una menor producción agrícola
este año, afirma.
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