¿Por qué el mundo teme tanto a Uber
y Netflix?
FORBES - viernes, 22 de enero de 2016
Quizá la mejor forma de valuar a
una empresa sea por la cantidad de enemigos que hace.
Bajo ese criterio, Uber y Netflix
entran rápidamente en territorio desconocido: cada uno está lidia actualmente
con una alianza global en su contra. Ésa es la nueva forma de hacer negocios Es
la nueva forma de hacer negocios en esta era de competencia tecnología
verdaderamente global, y si Uber y Netflix –cuyas valuaciones alcanzan los
62,000 mdd y 45,000 mdd, respectivamente– son los gorilas de 400 kilos, hay un
ejército de monos dispuestos a derribarlos.
Tomen a Uber. El gigante de los
viajes privados publica aumentos de ganancias gigantescas año tras año y ha
levantado 8,000 mdd para competir en todo el mundo. Uber ha superado a su rival
Lyft en Estados Unidos, y a muchos de sus oponentes en el extranjero, y los
inversionistas han subsidiado su pérdida de dinero tras la promesa de
crecimiento. Eso ha obligado a las pequeñas startups de movilidad a asociarse
con su competencia internacional: Lyft con la china Didi kuaidi, Ola de la
India, y GrabTaxi de Singapur.
En diciembre, las cuatro
compañías anunciaron una alianza tecnológica que unirá sus respectivas
aplicaciones. La alianza combina las cuentas de alrededor de 6,000 mdd en
financiamiento, lo que las vuelve un digno rival para Uber, aunque ninguno de
ellos pueda competir por sí solo contra Uber.
Netflix está recibiendo un trato
similar mientras se expande rápidamente a los mercados internacionales. A
principios de este mes, la empresa fundada por Reed Hastings llegó a más 130
nuevos mercados (incluyendo Rusia y la India). El martes, la compañía publicó
sus ganancias del cuarto trimestre, mucho mejores de lo esperado, y su base de
usuarios casi llegó a 75 millones a finales de 2015.
El éxito de Netflix le ayuda a
dedicar más recursos que sus competidores. En 2016, espera gastar más de 6,000
mdd en programación de video, alrededor de 1,000 mdd en marketing, y más de 800
mdd en tecnología y desarrollo. Netflix, como Uber, se ha convertido en el
jugador más grande en su espacio, y usa esa posición privilegiada para
aprovechar su ventaja. El director de FX Network, John Landgraf, se quejó ante
The New York Times por la pérdida frente a “niveles sorprendentes de dinero y
compromiso” ante Netflix en su concurso por Master of None y The Crown. Comparó
la competencia con el beisbol:
“Quiero decir que, básicamente,
competimos contra nóminas que son como los de los Oakland Athletics frente a la
de los New York Yankees, que son tres o cuatro veces la nuestra”, dijo.
Ahora The Wall Street Journal
reporta que los rivales extranjeros de Netflix se han unido, al igual que Lyft
y sus amigos. Televisoras y compañías de streaming de Francia a Nueva Zelanda,
Noruega a Australia, y Canadá a Filipinas, están formando alianzas de
licitación para comprar los derechos locales de programas de televisión. Por
ejemplo, Foxtel de Australia ganó a Netflix los derechos locales para Fear the
Walking Dead al enlazar el servicio de streaming de Presto y el canal estadounidense
FX. El WSJ publicó:
“Peter Bithos, CEO de el servicio
de streaming asiático HOOQ, dijo que se necesitan asociaciones pan-regionales
más grandes para poder hacer frente a Netflix, y predijo que se formarán dentro
de los siguientes 6 meses. De cara al futuro, “si no puedes negocias derechos
globales, estarás en seria desventaja”, afirmó.
Ésta es la nueva realidad de la
competencia tecnología: servicios de software como Netflix y Uber pueden operar
en todo el mundo sin demasiados obstáculos, excepto en algunos mercados muy
particulares, como China, donde Netflix sigue sin funcionar y Uber sigue siendo
un perdedor feroz. Y estas empresas no sólo pueden expandirse a todas partes,
su tamaño les da una ventaja fundamental (principalmente dinero) sobre los
competidores más pequeños que operan en un solo país.
Las perspectivas alcistas para
ambas compañías se derivan de la teoría de que, si su ventaja de escala
continúa creciendo, finalmente podrían convertirse en monopolios mundiales.
Donde quiera que estés en el mundo, Netflix será tu servicio de streaming y
Uber será tu servicio de taxi.
Aún hay muchos obstáculos para
que esa visión se concrete. Uber debe probar finalmente que puede poner fin a
su despilfarro y generar alguna utilidad. El caso de Netflix es similar, opera
con bajos márgenes mientras gasta en grande, y todavía tiene que hacer frente a
sus competidores acaudalados, como HBO y Amazon, sin mencionar a los
proveedores de cable.
Y por si eso fuera poco, ahora
hay alianzas globales anti Uber/Netflix, lo que podría ser un último esfuerzo
para defenderse de lo inevitable.
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