Lujo 2.0, de emociones a dinero
FORBES- martes, 5 de enero de 2016
Forbes Life convocó a cuatro
expertos en materia de lujo y de estrategias digitales para analizar el papel
del e-commerce de alta gama en México, que por primera vez se ha posicionado en
lo más alto del mercado en América Latina, por encima de Brasil. ¿Qué falta
para que también sea una potencia en comercio digital? Los gurús responden.
Los negocios, a veces —casi
siempre—, se parecen mucho al amor. Hay flechazos a primera vista que son flor
de un día y romances de larga duración. Y también hay matrimonios que no se
desean, pero se necesitan, y cuya unión se fortalece a lo largo de los años en
virtud de su mutua dependencia. Es el caso de la industria del lujo y el
e-commerce, una relación por la que muchos no apostaban en principio, pero que
ha resultado tan sorprendente como fructífera. Cuando Natalie Massenet,
exeditora de Women’s Wear Daily, fundó hace 15 años Net-a-Porter pocos podían
imaginar que, tras ser adquirido por el grupo Richemont y unirse con el grupo
italiano Yoox, se convertiría en un gigante del e-commerce de lujo valorado en
1,300 millones de euros (1,464 millones de dólares). Es la mejor prueba de que
la fórmula lujo e internet funciona. En la actualidad, pese a la renuencia de
algunas marcas como Céline o Chanel —que finalmente ha anunciado que venderá
por internet sus colecciones de prêt-à-porter y accesorios a partir del año que
viene—, todo el mundo quiere un trozo del gran pastel pixelizado dentro de la
industria del lujo.
El gran reto para las marcas de
lujo es cómo trasladar fielmente su imagen de marca, en muchas ocasiones
fundada en una larga tradición y un legado centenario, al nuevo escenario
digital. Forbes Life organizó un encuentro en Estudio Millesime donde reunió a
figuras clave dentro del sector del lujo en nuestro país para reflexionar sobre
este tema: cómo trasladar la experiencia del consumo de lujo al ámbito 2.0,
bajo el lema «De emociones a dinero».
Según datos de la consultora
Territorio Creativo, la sociedad mexicana está en pleno proceso de reconversión
digital. Aunque el porcentaje de penetración de internet aún no ha llegado al
60%, el tiempo que la población conectada dedica a navegar es muy elevado (más
que el dedicado a la televisión), con un crecimiento del 18% desde 2013. Los
dispositivos de conexión móvil van ganando terreno, y aun que el acceso a
través de laptop es aún predominante, con un 76%, la penetración de smartphones
y tablets ha subido 18 y 17 puntos en 2014 y se sitúa ahora casi en un 70% para
smatphones y un 42% para tablets. «El consumidor, sobre todo en la industria de
lujo, ha cambiado completamente y hoy navega en distintos dispositivos»,
confirma Miguel Alva, director de Marketing de Google en México, Colombia y
Centroamérica. «Más del 50% de las búsquedas se realizan hoy a través de
dispositivos móviles que nos acompañan en nuestra experiencia de compra, desde
que buscamos información de un producto hasta su compra final».
El momento decisivo
Daniela Ferrer, directora general
de Territorio Creativo, considera que aunque aún queda mucho por hacer, México
es un mercado que ya está maduro para el e-commerce. «El 72% de las empresas
mexicanas invertirá en este mercado el próximo año», destaca. Con respecto a
las marcas de lujo, considera que la tendencia se dirige hacia una experiencia
global con una comunicación transparente: «No es una comunicación
unidireccional, sino que son conscientes de que es bidireccional y a través del
mundo digital los clientes pueden acceder a comunicarse con las marcas y
compartir su contenido en las redes sociales —nueve de cada diez internautas
navega a través de este tipo de redes—, con lo cual la marca tiene que ser muy
consciente de que el mensaje que está contando debe ser una historia real».
Erick Calvillo, socio de la
Industria de Negocios de Consumo de Deloitte, coincide con ella en esa visión
global del mercado, pero sin perder de vista la importancia de lo local.
«Muchas compañía de lujo, no sólo en México sino en todo el mundo, no hicieron
tanto caso al comercio electrónico, internet y la tecnología en el pasado, pero
ahora se han dado cuenta de que tienen que estar ahí. El problema es que hay
muchas firmas que no tienen un sitio mexicano —el .com.mx y no sólo el .com—;
es importante que cuando entres a una página el contenido sea real y adaptado
al mercado mexicano: que la colección que se muestre esté disponible en nuestro
país, el idioma… Todo eso causa descontento en el consumidor de lujo».
El estudio Global Powers of
Luxury Goods 2015 de Deloitte advierte un cambio en la tendencia de compra de
productos de lujo debido a la irrupción de los millennials en este mercado.
«Antes, en las marcas de lujo tradicionales se ponía
un gran énfasis en poner el logo
de manera bien visible. En la actualidad, eso ha perdido auge; los consumidores
millennials buscan antes la calidad que la marca». Algo con lo que está
plenamente de acuerdo Miguel León, socio de auditoría de KPMG, quien destaca
que «el 80% de decisión de compra se basa en la calidad de los productos».
La hora de México
En 2014, México se situó por
primera vez en cabeza del mercado de bienes de lujo en América Latina, con una
facturación de 14,000 millones de dólares, superando a los 13,000 millones que
facturó Brasil. Según datos de Euromonitor International, el mercado de bienes
de lujo creció el año pasado en nuestro país el 11% —cinco veces más que el
crecimiento de la economía nacional— y se mantiene con una perspectiva muy
positiva, pues será uno de los diez mercados que más crecerá en el mundo
durante el lustro 2014-2019, con un avance del 34% en ese lapso. A pesar de la
depreciación del peso frente al dólar, las perspectivas son muy halagüeñas para
el sector en México. «Con 40 millones de mexicanos, seguirá creciendo
naturalmente: hay mercado para hacerlo», señaló Miguel León en el auditorio de
Estudio Millesime. «El componente aspiracional ayuda y seguirá creciendo»,
añadió Daniela Ferrer.
Los expertos coincidieron en que,
en términos de e-commerce, la alta gama aún no está a la altura de lo que
debiera en nuestro país, donde sigue primando la experiencia tradicional,
aunque las redes sociales —tal y como apuntó Miguel León— influyen de manera
decisiva en la decisión de compra. La solución pasa, como señaló Miguel Alva,
por acelerar e incentivar la cultura digital en todos los niveles de la
sociedad, por un lado; por otro, en saber trasladar el mensaje de marca al
ámbito digital sin traicionar su esencia. «Es un trabajo de estrategia y
planeación dentro de la compañía.
Hay que saber traducir un legado
centenario o la novedad en el caso de una marca de reciente creación a la
experiencia que quiero comunicar: tengo que ser congruente como marca. Ese
mismo servicio en el que las marcas son expertas, el trato que dan en su
flagship store, ha de saber transmitirse al mundo virtual. No sólo mostrar la
pieza, sino tener la oportunidad de jugar con ella, poder tener todos esos
pequeños detalles para que la navegación por el sitio sea una experiencia, una
continuación de lo que estás teniendo en el espacio físico de la boutique»,
concluye.
En este sentido, coincide con uno
de los gurús del e-commerce de lujo a nivel mundial, Jacques-Antoine Granjon,
fundador de Vente Privée, buque insignia del comercio electrónico de alta gama,
que el año pasado tuvo una facturación de 1,600 millones de euros, un 23% más
que el ejercicio anterior. Este visionario considera que en 2015 la principal
tendencia en el mercado del lujo no pasa sólo por lo virtual o lo físico, sino
por una fusión de ambos. «Cada vez funciona más el cross-channel o estrategia
multicanal. Las empresas que son capaces de crear canales múltiples de
distribución crecerán más que los pure players (plataformas de venta en
internet sin sedes físicas). Vamos a echar un vistazo a la tienda, pero luego
compramos el producto por internet; o al revés: buscamos algo por internet,
pero luego vamos a la tienda. Las marcas que tienen a la vez sedes físicas y
tiendas electrónicas son las que más ganarán», afirma. «La hiperconexión ya ha
provocado un cambio de comportamiento: el comprador puede comparar precios y
productos en tiempo real antes de tomar una decisión».
Otra de las grandes ventajas que
ofrece la venta en línea es la posibilidad de interactuar con la marca y poder
personalizar la experiencia de compra. «Un reto importante de cara al futuro
consiste en saber utilizar y hacer un análisis eficaz con la información que
las marcas obtienen de sus clientes. No se trata de recibir información
genérica, sino algo específico acorde a tus patrones de compra; que sientas
que, en realidad, la marca te conoce», destaca Erick Calvillo.
En un momento en que la industria
de la moda ha encontrado en la red la mejor salida a la crisis, con un aumento
del mercado online en torno al 13% y el 15%, según un estudio de Shop.org, la
posibilidad de diseñar estrategias de venta su misura es fundamental. La
agencia global de tecnología digital DigitasLBi llegó a la siguiente conclusión
tras un análisis del comportamiento de los compradores en línea: un 40% de los
internautas se registra en páginas de venta que apelan a sus preferencias
personales, un 62% compra más y más a menudo si la experiencia es personalizada
y un 27% busca activamente estas ofertas.
Miguel León considera que, además
de dar a conocer la marca, para ser competitivo en el ámbito virtual es vital
«dar un valor agregado, una experiencia adicional». Hay ya mecanismos que
permiten adaptar la compra de acuerdo al perfil del usuario. Un ejemplo: un
internauta entra repetidas veces a ver una misma prenda en una tienda virtual,
pero no se decide. ¿Qué pasaría si el sitio reaccionase con un descuento por
tiempo limitado dirigido sólo a esa persona? Esto no es ciencia-ficción, es
real. Esta técnica para reclutar potenciales clientes que no culminan la venta
se denomina retargeting y es posible gracias a la sofisticación de los
programas de control de datos, capaces de identificar en tiempo real las
tendencias individuales de compra.
El programa Freshplum, por
ejemplo, detecta si el consumidor ha entrado previamente en una web, desde
dónde y otras huellas virtuales que ayudan a predecir su conducta. Es una
estrategia de incentivación de compra procedente del sector turístico, que ha
logrado que los precios de vuelos y hoteles varíen en un mismo día en función
del número de veces que se consultan desde una misma IP. Algunos portales
multimarca de alta gama ya se han apuntado a esta tendencia.
Daniela Ferrer considera que la
principal asignatura pendiente para que el e-commerce despegue en México es la
legislación. «Es un tema que irá evolucionando transversalmente: la normativa y
la educación del usuario», añade. Miguel León está de acuerdo con ella: «Las
instituciones deberían ser un poco más proactivas en materia de seguridad y
protección de datos y dar mayores garantías», afirma.
Todos los expertos coinciden en
un último punto: la logística. Una experiencia de lujo integral debe contemplar
todos los aspectos de la compra, desde la selección inicial del producto al
packaging, pasando por el modo de pago y un tema fundamental: las devoluciones.
Según el último informe de BRC-KPMG Online Retail Sales Monitor, casi la mitad
de la ropa que se compra por internet, se devuelve. Pero es algo que todas las
marcas tienen ya asumido: si comprar a golpe de click es un impulso cada vez
más inmediato, la devolución debe ser igual de fácil. Los tiempos cambian y las
estrategias, también.
Pymes con visión de futuro
Miguel Alva, de Google, destaca
el papel de las pymes dentro del e-commerce a todos los niveles, también en el
sector del lujo. «Tienen un papel muy importante. En Google, por ejemplo, a
través de Google Fashion hemos visto cómo diseñadores mexicanos ya empiezan a
utilizar la tecnología no sólo como medio de comunicación para mostrar un
vestido o una pieza, sino que la están integrando en sus estrategias de negocio
para poder posicionarse tanto local como internacionalmente, desde hacer sus
propios sitios hasta establecer alianzas con ciertos portales de ropa de diseño
(un ejemplo es el de Yakampot con la tienda de lujo online LuisaViaRoma). Para
mí esa es la gran ventaja, que gente con talento que se quiere posicionar en el
sector del lujo lo pueda hacer sin enfrentarse a las barreras que encontraría
en el mundo físico para comercializar su trabajo».
Ayudar a los demás: estrategia
deluxe para crear marca
Dentro del nuevo escenario
impuesto por la generación millennial en el mercado de los bienes de lujo,
Erick Calvillo, de Deloitte, destaca una tendencia que ha llegado para
quedarse: la responsabilidad social. «En un mercado global como es el de
internet donde el precio no va a ser diferencial, la marca debe ofrecer un
valor añadido. Las nuevas generaciones no compran ya sólo motivadas por la
mística de un logo, sino que conocen el valor del dinero y quieren saber qué se
hace con él y para qué se emplea.
El gran reto para las marcas de
lujo hoy consiste en tomar decisiones inteligentes en materia de
responsabilidad social para fidelizar al consumidor. Que la inversión que se
hace con estos proyectos tenga un gran impacto que contribuya a una creación de
marca a lago plazo». Un ejemplo, para él, es el caso de Pineda Covalín. «Lo ha
hecho muy bien con el tema de la responsabilidad social corporativa: ha hecho
esfuerzos para impulsar a los artesanos mexicanos; por ejemplo, apoyaron los
diseños de bordados del estado de Hidalgo».
Javier Quesada-Editor Print de
Forbes Life. Observador impenitente, analiza el mundo del lujo con mirada
crítica, más allá de tendencias y modas: la alta gama es una industria elusiva
a la que si hay algo que no le gusta es lo evidente, por eso va siempre con los
ojos abiertos.
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