Cómo se mueven las multinacionales emergentes
en el tablero de las fusiones y adquisiciones
América Economía - enero
de 2016
En septiembre, se habló de que la segunda
mayor compañía cervecera del mundo, SABMiller, había planteado a
Anheuser-BuschInBev, empresa líder del sector en el mundo, una posible
adquisición. Esta fusión de más de US$100 mil millones ha puesto a los
reguladores antimonopolio en situación de alerta, sobre todo los de EE.UU. y
China, ya que podría cambiar el panorama actual de la industria. En EE.UU., las
dos empresas representan las tres cuartas partes del mercado de la cerveza.
Detrás de los titulares hay una
historia que explica cómo SABMiller creció tanto. Durante la época del
apartheid, a finales del siglo XX, South African Brewing Company (SAB) no podía
hacer negocios fuera de África (incluso si era capaz de competir con éxito con
las marcas occidentales exitosas) debido a las sanciones impuestas contra el
Gobierno Sudafricano. Sin embargo, con el final del apartheid en 1994, SAB se
ha convertido en “uno de los más atrevidos e ingeniosos compradores de todos
los mercados emergentes”, explica Anil Gupta, catedrático de Estrategia,
Globalización y Espíritu Empresarial en la Escuela de Negocios Robert H. Smith
de la Universidad de Maryland.
Gupta explica cómo SAB se
aprovechó de los mercados de reciente apertura como Europa del Este, donde
recientemente el comunismo llegó a su fin, y China, que comenzó a abrir sus
puertas a la inversión extranjera en el país. Mientras tanto, las compañías de
cerveza occidentales se mostraron cautelosas a la hora de adquirir ex
cervecerías de propiedad estatal en estas regiones -ya que estas empresas
estaban “muy mal gestionadas y estaban en malas condiciones”-, pero los
cerveceros sudafricanos siguieron adelante sin miedo. (“Para ellos, era más una
cuestión del tipo “llegué e hice lo que tenía que hacer”, dijo Gupta). SAB
continuó creciendo y posteriormente realizando adquisiciones en el mundo
desarrollado, como fue el caso de la conocida marca Miller en 2002.
Las fusiones y adquisiciones
(F&A) han seguido siendo el principal método de expansión de las
multinacionales emergentes (ME), tanto en las regiones desarrolladas como
subdesarrolladas. Un estudio de Thomson Reuters informa que la cantidad de
anuncios de fusiones y adquisiciones en los mercados emergentes en 2014 creció
alrededor del 29% respecto al año anterior. (El valor total de las fusiones y
adquisiciones en los mercados emergentes en 2014 fue colosal: US$ 859 mil
millones). Al comparar las actividades de fusiones y adquisiciones de las
multinacionales emergentes con las actividades de las multinacionales
occidentales, Laurence Capron, profesora de Estrategia de Insead, señala que
alrededor del 35% al 40% de los negocios transnacionales son realizados
actualmente por empresas de mercados emergentes, frente a alrededor del 20% a
principios de 2000. “En los últimos 15 años, hemos presenciado un aumento muy
significativo en la industria”.
China, Brasil y la India (en ese
orden) ocupan las primeras posiciones en la lista de Thomson Reuters de las
economías emergentes con mayor volumen de actividades de F&A, una
estadística que no sorprende a Gupta. “Nosotros observamos la aparición de
fusiones y adquisiciones externas procedentes de los mercados emergentes más
grandes”, dice, señalando que las economías menos ricas generalmente no tienen
necesidad de escala. Esto es lo que piensa Exequiel Hernández, profesor de
Gestión de Wharton. “Las empresas que se están expandiendo de esta manera
tienden a estar muy bien dirigidas […] No se trata de empresas
insignificantes”.
Las desventajas de China.
Insignificante o no, emergente multinacional o no, las empresas que hacen las
fusiones y adquisiciones pueden acabar descubriendo que los negocios de este
tipo no siempre son tan rentables como parece en el papel. “Numerosos estudios
muestran que más del 50% -esa cifra hoy es más del 70%- de fusiones y
adquisiciones no generan valor para el comprador”, dice Gupta. En primer lugar,
muchas empresas carecen de la capacidad de organización para lograr una buena
oferta y terminan pagando un precio demasiado alto. Además, muchos no tratan de
la manera correcta el periodo de integración tras la fusión. A esto hay que
añadir el hecho de que algunas empresas adquieren activos cuyo estado no se
considera ideal. Gupta cita como ejemplo la adquisición, en 2013, por parte de
National Offshore Oil Company de China de Nexen, una compañía canadiense de
petróleo y gas por más de US$15 mil millones. “Fue un desastre”, dijo. “Los
chinos compraron una de las peores compañías petroleras en Canadá. La compañía
fue adquirida en el momento equivocado; el precio estaba muy sobrevalorado y
eran incapaces de manejarlo bien”.
Gupta dice que China, a pesar de
que aparece en el primer puesto de la lista de ME compradoras y tiene el hábito
de hacer una oferta superior a sus competidores, está en desventaja en el juego
de las fusiones y adquisiciones, porque las empresas estatales dominan su
economía. Como resultado de este entorno dominado por lo estatal, los
compradores chinos suelen tener poca experiencia en fusiones y adquisiciones en
su hoja de vida y tienden a estar motivados por una “misión nacional de hacer
que sus empresas sean globales, en lugar de guiarse por la lógica empresarial”.
Gupta contrasta este
comportamiento con el de países como la India, Brasil, Turquía y Sudáfrica,
donde las empresas que hacen fusiones pertenecen principalmente al sector
privado -y, en algunos casos, están controladas por familias- lo que, en su
opinión, da lugar a transacciones comerciales de mayor visión. “Dicen: ‘Si la
empresa sale al exterior y la cosa no funciona, me acabará perjudicado
financieramente, también al director general, y a las finanzas de la familia a
la que pertenece la empresa’”. Estas empresas tienden a no dar el siguiente
paso “sin haberlo pensado una y mil veces y se esfuerzan por tener en cuenta
todos los riesgos o tener la capacidad necesaria”.
China tampoco lo hace muy bien en
el momento de cerrar el trato, dice Capron. Su investigación muestra que cuando
las compañías chinas planean realizar adquisiciones en el extranjero, alrededor
de 30% a 40% de las fusiones anunciadas nunca se completa. (Esta es la razón
por la que la posición de China en la lista de fusiones y adquisiciones de Thomson
Reuters, que cubre “anuncios” de acuerdos debe ser interpretada con cautela).
En un artículo de 2013 en South China Morning Post, Capron identifica varias
causas, entre ellas, “la desconfianza política de las empresas chinas en varios
países […], así como sus propios asuntos políticos acerca de a qué empresas se
permite aprovechar las oportunidades de crecimiento […], además de los
problemas para completar la financiación de la transacción”.
La resistencia mostrada por la
compañía objetivo también puede ser un problema, dijo Capron. La situación de
una empresa japonesa que está siendo adquirida por una empresa china puede ser
diferente, por ejemplo, si el comprador es una empresa estadounidense, porque
“la gente puede temer por el futuro modelo de gobierno”.
El desafío occidental. La
urgencia en participar en actividades de F&A solo para adquirir “escala
global” no se limita a China o a empresas estatales. Hernández dice que algunas
multinacionales emergentes puede que
simplemente quieran poner a prueba su capacidad de compra de activos
occidentales motivados por una mentalidad “si he llegado hasta aquí, puedo
llegar a todas partes”. “Tal vez no es una estrategia muy racional, aunque hay
empresas que han tenido éxito en ello”. Existe el consenso entre los expertos
de que las multinacionales emergentes no deben asumir que los acuerdos de
fusiones y adquisiciones sean su boleto al éxito. Si no es así, ¿cómo deben
elegir sus objetivos?
Capron señala que muchas empresas
de mercados emergentes buscan abandonar su país en busca de adquisiciones de
activos que ellos mismos no tienen, tales como una marca fuerte y la tecnología
de primera clase. Capron cita los ejemplos de dos multinacionales exitosas en
el segmento del automóvil que compraron dos marcas occidentales conocidas:
Geely, que adquirió Volvo en 2010, y Tata India, que compró Jaguar Land Rover
en 2008 (En cuanto a Tata, el New York Times publicó un par de años después de
la adquisición: “Según los analistas, Tata ha hecho lo que pocas empresas de los
mercados emergentes fueron capaces de hacer, dar la vuelta y gestionar con
éxito una compañía occidental en problemas”).
En Turquía está el caso de la
empresa de productos alimenticios Yildiz Holding, que compró la conocida marca
Godiva Chocolates a la estadounidense Campbell Soup Company en 2008. Gupta dice
que Godiva “se ha gestionado muy bien”, creciendo de manera formidable en China
y en Europa del Este.
Cemex de México, el proveedor
líder mundial de concreto premezclado, es otra empresa que ha basado
históricamente su acuerdos de fusiones y adquisiciones en la buena lógica
empresarial, según Hernández. Cemex fue fundada en 1906 con una planta en
México. “La empresa no sólo estaba diciendo: ‘Somos una pequeña empresa
mexicana; queremos tener mayor legitimidad en el mundo, por lo que vamos a
comprar el fabricante de cemento más grande de Europa'”, dice Hernández. Él
explica que la entonces joven compañía eligió sabiamente mercados cuyas
industrias de construcción eran anticíclicas con respecto a la industria
mexicana, lo que ayuda a proteger a la empresa de los inevitables altibajos de
su economía doméstica.
Los expertos dicen que otro
ingrediente clave para el éxito de las F&A es empezar a hacer pequeñas
adquisiciones antes de intentar adquisiciones más grandes. “Es una especie de
proceso iterativo: “Compro una ahora, aprendo de ella, modernizo mis
habilidades y paso al próximo negocio. Algunas empresas fueron capaces de
hacerlo muy bien”, dice Capron. Gupta señala que este patrón fue seguido,
“incluso por los P&G, GE y los IBM de este mundo”, y ayuda a que el
comprador aprenda cómo integrar culturas y sistemas de organización. El Grupo
Tata mencionado anteriormente, cuyo valor neto actual es US$360 mil millones,
tuvo el “punto de partida” para F&A en su adquisición de 2000 de la
compañía TetleyTea, de Reino Unido, por US$434 millones. “No fue una gran
compra en particular, pero lo hicieron como parte de un aprendizaje: querían
aprender a operar de una manera ingeniosa y jugar el juego de las F&A transfronterizas”.
Tratar con tuercas y tornillos.
Una vez que se cierra el acuerdo, se abre un período complicado de integración
post-fusión en la que dos empresas deben convertirse en una. En el caso de las
fusiones y adquisiciones transnacionales, el comprador se ocupa no sólo de
diferentes culturas organizacionales, sino de las culturas de los diferentes
países. Esto puede ser una dificultad para algunos compradores, pero para otros
es ventajoso.
Capron señala que la experiencia
de integración de fusiones y adquisiciones para las multinacionales emergentes
puede ser muy diferente en función del destino, es decir, si se trata de un
mercado emergente o una firma de un país desarrollado. “Si la empresa entra en
un mercado emergente, puede, de alguna manera, estar en mejor posición porque
sabe lo que se necesita para trabajar con las diferentes partes interesadas en
la empresa [los llamados grupos de interés] […] Tal vez saben cómo integrar
mejor a nivel local”. Por otro lado, si la empresa adquirida está en el mundo
desarrollado, “puede que no estén, por ejemplo, acostumbrados a un tipo de
entorno anglosajón”.
Gupta compara las F&A de los
rivales, India y China con respecto a sus habilidades de organización, y afirma
que los compradores indios gestionan mejor las diferentes culturas. Él dice que
esto es debido a que la India es “un país más heterogéneo que China” en cuanto
a la religión, el origen étnico y el idioma. Los compradores indios tratan la
integración de F&A con una formación más exhaustiva “sobre cómo respetar y
manejar las diferencias, cuando dar marcha atrás y cuando imponerse”. Él dice
que el dominio del inglés de los directivos indios también puede ser una
ventaja.
Como dijo Mauro Guillén y Esteban
García Canal, en su libro de 2013 “Emerging Markets Rule: Growth Strategies of
the New Global Giants”: “Si bien el panorama corporativo tradicional está lleno
de acuerdos fallidos, una serie de multinacionales procedentes de mercados
emergentes con un perfil más sofisticado han crecido de forma aún más
sofisticada y han prosperado precisamente a través de sus adquisiciones”. Para
las multinacionales que se aventuran en fusiones y adquisiciones, los retos son
complejos, pero las recompensas son enormes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario