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 Cinco predicciones tecnológicas para 2016

The wall street journal- Domingo, 3 de Enero de 2016

En cuanto a predicciones tecnológicas, tengo una reputación de descartar ciertos años por completo. Pero estoy seguro que 2016 va a ser diferente. El próximo año será movido y divertido, algo con lo que la tecnología ha tenido problemas por algún tiempo.

Predicción 1: No hay lugar para los débiles

Si usted piensa que los pequeños ajustes de valoraciones de empresas tecnológicas que no cotizan en bolsa han sido suficientes para bajarlas a la realidad, tengo algunas acciones populares para venderle del minorista en línea Jet.com. El próximo año pondrá en sus lugares a los ganadores y perdedores entre las startups. Los verdaderos unicornios y “decacornios” (startups valoradas en más de US$1.000 millones y US$10.000 millones, respectivamente), succionarán aún más dinero en efectivo de los inversionistas y muchas otras empresas verán caer dramáticamente sus valoraciones.

Esto no es algo negativo. Por el contrario, es algo estupendo: muestra que los mercados están funcionando como debe ser. Si hay un defecto en el actual sistema es que el mercado de acciones de startups antes de salir a bolsa es relativamente ilíquido y hay poca información disponible sobre el verdadero desempeño y potencial de esas empresas.

Si los analistas que tienen la poco envidiable tarea de ver a través del humo y los espejos de las presentaciones de Powerpoint hacen bien su trabajo, un montón de startups sufrirán una fuerte caída en sus valoraciones.

Esto es sólo el comienzo. En 2016, algunas startups podrían dejar de existir en su estado actual. Sectores enteros están listos para experimentar fracasos y consolidaciones, como el de entregas a domicilio de alimentos o los de tecnología publicitaria y financiera. La lección de la última burbuja tecnológica es que la destrucción creativa no solo afecta a las empresas establecidas; el avance de la “nueva” nueva economía está produciendo un sustancial volumen de fuego amistoso. Del naufragio de estas startups saldrán las duras lecciones que, bien aprendidas, crearán al próximo gigante de tecnología.

Predicción 2: Otro titán tecnológico comprará algún medio tradicional

Es un mito común que los constructores de fortunas tecnológicas quieren reemplazar a los medios tradicionales. Pero como dijo una vez el presidente ejecutivo de Facebook Inc., Mark Zuckerberg, uno de sus objetivos es crear el mayor periódico del mundo. ¿Y quién va a proporcionar el contenido para ese periódico? ¿Qué tal el Washington Post de Jeff Bezos o el South China Morning Post de Jack Ma?

Este año ha habido tantas adquisiciones de medios de comunicación que ya no quedan muchos de dónde escoger, pero el mismo ego que impulsa a un presidente ejecutivo a conquistar industrias enteras exige el tipo de influencia que sólo puede lograrse cuando se cuenta con toneladas de tinta (o píxeles) a disposición.

Predicción 3: Predecir el futuro será muy fácil

Los algoritmos de predicción —un fruto de la analítica de grandes cantidades de datos— se han vuelto tan omnipresentes que los damos por sentado. Ellos son el medio gracias al cual los prestamistas más sofisticados saben si usted es un deudor confiable, y la razón por la cual las predicciones del clima son hoy más precisas que nunca. A medida que el código detrás de estos algoritmos y los conocimientos necesarios para utilizarlos se difunde, entramos rápidamente a un mundo en el que el único obstáculo para obtener predicciones utilizables sobre el comportamiento de una empresa, desde su funcionamiento interno hasta la conducta de los clientes, es reunir el tipo de datos adecuado.

Esto no significa que los presidentes ejecutivos vayan a tener una bola de cristal para predecir cualquier cosa. Lo complicado de la analítica de datos es que nunca se sabe qué factores serán predictivos de un resultado deseado. Pero si su compañía no tiene en su plantilla a un “científicos de datos”, posiblemente usted deba preguntarse si puede darse el lujo de ser devorado por competidores que sí los tienen.

Predicción 4: Usted va a desarrollar una relación de amor y odio con la realidad virtual

Justo a tiempo para las fiestas de fin de año, Samsung Electronics Co. lanzó el primer sistema de realidad virtual para consumo masivo que es bastante bueno y relativamente asequible: Gear VR. Por desgracia, sólo funciona con teléfonos de Samsung, pero una serie de dispositivos de Oculus, HTC Corp. y otros llegarán al mercado en 2016. Incluso si usted no ha sido uno de los entusiastas de la realidad virtual, probablemente conoce a alguien que lo es, lo cual significa que 2016 será el año en que muchos de nosotros tendremos nuestra primera experiencia de realidad virtual.

Sin duda, la realidad virtual es fabulosa. También puede llegar a producir nausea, o por lo menos desorientación, un efecto que la mayoría de la gente siente tarde o temprano cuando usa los lentes especiales. Cuando usted pruebe un juego de realidad virtual, probablemente deseará seguir jugando por horas, pero, dependiendo de cuán sensible sea, podría no ser capaz de aguantar tanto tiempo. Desafortunadamente, es probable que este sea el estado de la realidad virtual en el futuro previsible.

Predicción 5: Las predicciones tecnológicas valen lo que se paga por ellas

Este año casi escribí una columna acerca de cómo los gráficos que los analistas publican sobre el futuro del mercado X o el resultado probable de Y suelen ser ridículamente equivocados cuando se les mira retrospectivamente.

Más que una línea recta de crecimiento o desaceleración, la tecnología es un juego de disyunciones impredecibles. Téngalo en cuenta la próxima vez que vea una predicción numérica supuestamente confiable porque está acompañada por un gráfico; esto no la hace más válida que cualquier otro conjunto de supuestos.

Dicho esto, dada mi postura optimista respecto al análisis de datos como ventaja competitiva, ¿quién soy yo para discutir con Michael Dell cuando dice que la analítica de datos será la próxima industria “billonaria”? Dell no dio fechas, por lo que no tenemos que averiguar el eje de tiempo de ese gráfico hasta que su predicción sea una conclusión pasada.