Decadencia de la fiesta de fin de
año de las empresas
Bloomberg - martes, 1 de
diciembre de 2015
La economía se está recuperando,
las compañías gastan más en beneficios, se tiene en cuenta la satisfacción y la
retención de los empleados. Y la fiesta de fin de año está en decadencia.
¿Es que a la gente no le gusta?
De las compañías encuestadas por
la Sociedad para la Administración de los Recursos Humanos, el 65 por ciento
dijo que planea hacer una reunión de fin de año para sus empleados, por debajo
del 72 por ciento de 2012. En 1998, el 83 por ciento de las empresas
encuestadas organizaba fiestas. La tasa de participación de este año no es tan
baja como los niveles alcanzados en la recesión: en 2009, sólo el 61 por ciento
de los empleadores planeaban una soirée.
Pero, a diferencia de 2009, las
compañías no optan por no hacer fiestas por razones financieras. Este año, sólo
el 6 por ciento de los encuestados mencionó limitaciones de presupuesto como
motivo para eliminar la reunión, por debajo del 20 por ciento de 2009, el
momento de mayor auge de las medidas de austeridad aplicadas por la crisis
financiera.
“Quizá se dieron cuenta de que al
parecer nadie las extraña”, dijo Evren Esen, director de programas de encuestas
del grupo de recursos humanos. Tal vez las compañías que originalmente
eliminaron las fiestas como medida de reducción de costos percibieron que pocos
estaban deprimidos por no tener la oportunidad de brindar con sus compañeros y
jefes.
Los empleados tienen demasiadas
cosas entre manos en esa época del año, señaló Cathy Coughlin, directora de
RR.HH. de Old Line Bank, de Bowie, Maryland, que renunció a organizar fiestas
tras aproximadamente una década de hacerlas. Es difícil encontrar un local
céntrico para una concurrencia tan grande después del trabajo, explicó
Coughlin, y “no queríamos hacer algo el fin de semana y que la gente se
sintiera obligada a asistir. Hubiese sido otra carga para los empleados durante
una época del año ya ajetreada”.
Ya sería bastante desagradable
que la fiesta de fin de año fuera una obligación tolerable. Pero puede ser
agresivamente irritante y en ocasiones desastrosa.
“Espero que la explicación sea
‘porque son lo peor’”, me dijo un colega cuando hablé de los resultados del
sondeo. Fast Company reunió una nutrida lista de historias embarazosas. Inc.
dio consejos para crear “Fiestas empresariales de fin de año a las que los
empleados quieren asistir”. La combinación de compañeros de trabajo y alcohol a
menudo favorece payasadas desafortunadas y puede acabar en que algunos se
sientan ofendidos, algunas reputaciones queden manchadas e incluso RR.HH. tome
medidas en el nuevo año.
Como los salarios están
estancados, una encuesta de 2010 reveló que muchos empleados preferían recibir
dinero o regalos a estar parados formando incómodos grupos y bebiendo –aunque
sólo el 23 por ciento de las compañías encuestadas por la Sociedad para la
Administración de los Recursos Humanos dijo que ofrecería regalos de fin de año
no basados en el desempeño-.
Es posible que la decadencia de
la fiesta de fin de año se deba a que más empresas estén abandonando los
grandes festejos y dejen que cada departamento se encargue de los agasajos de
fin de año.
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