https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

lunes, 12 de noviembre de 2007

TLC

Lo que se dice y no se dice del TLC
www.laprimeraperu.com

Numerosas encuestas han reflejado que en el Perú hay una mayoría (entre 60 y 70%) que apoya la suscripción del TLC. Y en todas ellas los entrevistados han dicho además que “desconocen mayormente”, o totalmente, qué cosa es un TLC y qué contenido tiene. Dos gobiernos (Toledo y García), han tratado de mantener esta situación: una población desinformada, pero esperanzada. ¿Qué hubiera sucedido si se hubiera tenido que decidir con una mayor conciencia de lo que estaba en juego y utilizando un procedimiento más democrático que los caballazos congresales?

Para vendernos la ideología del TLC han habido varios métodos: (a) spots del gobierno por la tele y la radio que nos hablan de inmensas e irrenunciables ventajas; (b) economistas, con aires profesorales, que nos dicen que el Perú no tiene otro camino que la exportación, porque estamos en una época de globalización; (c) empresarios desinteresados que explican todas las posibilidades de negocios que tenemos por delante; (d) periodistas que seguramente están dentro del grupo que apoya pero no sabe, haciendo de adversarios de estatistas, proteccionistas, privilegiados, populistas, aislacionistas, que serían los críticos del tratado.

Con ese soporte se han ido definiendo las líneas maestras del discurso de las ventajas que son tantas que no valdría la pena de preocuparse de las desventajas, y de aquellos a los que la negociación oficial los ha condenado a ser perdedores, sin pedirles su opinión. Veamos:

1. El TLC nos hace ganar un gran mercado (por número de personas y nivel de ingresos), por uno chiquito, muy chiquito (por población y bajas remuneraciones), que es el nuestro; lo que esconde algunos serios problemas: primero, que el mercado grande está congestionado, porque allí concurren todos los países del mundo y muchos de ellos con su propio TLC; segundo, que comprador grande es vendedor grande, lo que significa que mientras nosotros pinchamos en su mercado, los gringos se comen el nuestro; tercero, que la demanda en Estados Unidos de productos del exterior es por materias primas (empresas), combustibles, alimentos complementarios y estacionales, productos sofisticados y escasos, productos masivos de bajos precios (chinos), lo que determinará la estructura productiva del país para atender lo que se pueda de estas necesidades; cuarto, que la debilidad de nuestro mercado, es la de nuestra pobreza, y que lo que se nos dice es que nunca saldremos de ella.

2. Con el TLC, vamos a vender más, por tanto se generará más empleo; otra verdad incompleta, porque vamos también a dejar de vender hacia el mercado nacional y perderemos otros empleos. ¿Cuál es la relación entre uno y otro? Más del 90% del empleo actual se genera para el mercado interno, o sea hay mucho más que perder en micro, pequeñas y medianas empresas industriales, trabajo agrícola, servicios locales, etc., frente a lo que podrían generar las actividades exportadoras, que son siempre ahorradoras de mano de obra.

3. Con el TLC, vamos a recibir más inversión, por tanto habrá más empleo; el punto es, ¿qué tipo de inversión?, ¿fábricas, como dice García? ¿Y por qué no hay fábricas nuevas en Chile, con capitales yanquis, después del TLC? ¿No será que nuestros países no interesan como centros de fabricación sino como tierras, mares, ríos, bosques, subsuelo, trabajadores baratos, como explicaba el Presidente en el famoso artículo sobre el “perro del hortelano”? ¿Y cuánto empleo se crea por ahí?

4. Vamos a comprar más maquinaria moderna y abrir nuevos y más grandes negocios, o sea más empleo; podría ser, sin olvidar que máquinas más modernas pueden significar diversas reducciones de puestos de trabajo; pero, lo evidente es que vamos a estar muy limitados para el desarrollo tecnológico propio, por la política de patentes, el sistema de controles de las corporaciones estadounidenses y la abstención estatal.

5. Vamos a ser obligados a hacernos más competitivos; a la prepo, sin preparar a las empresas, técnicos, trabajadores; es decir: que sobrevivan los que puedan ponerse al día y los demás que cierren o vendan. ¿Cuántos puestos de empleo se perdieron por las aperturas de los 80 y 90? ¿Cuántos caerán ahora?

6. Vamos a tener productos industriales, de buena calidad, más baratos; sí pues, escogeremos un chocolate gringo, por uno peruano; una aspirina del norte por una del sur; unas zapatillas de Estados Unidos, aunque vengan hechas en China; una pasta de dientes, etc. El problema será que otra vez nuestras débiles industrias se convertirán –si pueden–, en importadoras y dejarán a mucha gente sin trabajo.

7. No vamos a tener que estar renovando el ATPDEA; lo que fue siempre un a priori pleno de mentiras: no se puede prorrogar, no se puede renegociar. Pero ese era un programa de interés de Estados Unidos en la lucha antidrogas, que generó beneficios a grupos exportadores sin ninguna relación con los sembríos de coca y son ellos los que están aferrados ahora a esas condiciones. ¿Por qué otros sectores del país deben sacrificarse por este grupo? Que alguien explique eso.

8. Estaremos a la par con Chile, México y otros que tienen TLC; ¿Y por qué los países con TLC no han tenido tasas ascendentes de crecimiento después de la firma de los tratados? Al contrario, México ha hecho varias crisis, especialmente en su sector agropecuario. Chile perdió el impulso que tenía los años anteriores. Y Centroamérica sigue tan pobre como de costumbre, importando mucho más de lo que exporta.

9. Vamos a tener estabilidad económica, porque los sucesivos gobiernos no podrán modificar lo pactado; que es el principio del modelo con cerrojo, que presupone que somos países en riesgo de emergencia de populismos que pondrían en riesgo los equilibrios macroeconómicos, de modo que ahora los Estados Unidos nos obligarán a no salirnos del cauce; es, en pocas palabras, el secuestro de la voluntad popular que no podrá ahora decidir sobre la orientación económica.

10. Nos coloca del lado de la democracia y la libertad económica en la escena mundial y latinoamericana; que es lo que parece haber determinado el voto demócrata por un tratado en el que no creen: asegurar al Perú de García como un aliado para la eventualidad que sean gobierno a partir de 2009.

No hay comentarios: