Estos son los cuatro tipos de compañeros de
trabajo que están arruinando tu vida
El Confidencial - martes, 1 de
diciembre de 2015
Establecer unos límites con este
tipo de personas tóxicas puede ayudarte a evitar perder tu tiempo, energía y
recursos. Aprende a identificarlos y a lidiar con ellos en tu día a día
Quien dijo que trabajar era 'una
lata', se olvidó de comentar que también puede ser una tortura. Y no
precisamente porque tu puesto requiera esfuerzos físicos o mentales sobrehumanos,
que puede que también, ni porque tengas que pasar allí más horas que en la cola
de Doña Manolita en plena Navidad o porque tu salario sea realmente ridículo.
No es la tarea en sí, son los compañeros, aquellos con los que compartes más de
la mitad de las horas de tu día, lo que pueden hacer de tu vida laboral un
infierno en vida.
Aprovechados, envidiosos,
preguntones, falsos, listos (en la peor de las concepciones de dicho término),
egoístas, carentes de gracia, con el don de la inoportunidad, profesionales de
la escalada laboral, adoradores de dejarte en ridículo, 'yomismistas'… En
resumen: seres insoportables hasta el punto de convertirse en verdaderamente lo
peor de tu trabajo.
Habrás escuchado o leído el
calificativo de tóxico para denominar a este tipo de 'colegas' –por el amor de
dios, ¿a quién se le ocurrió denominar así a la gente con la que trabajamos?–
en más de una ocasión, pero ¿cuáles son sus rasgos característicos? Samantha
Lambert, directora de Recursos Humanos de la empresa de diseño web Blue
Fountain Media, recoge en 'Business News Daily' los cuatro tipos de
trabajadores que, además de hacer insufrible el día a día del resto de la
plantilla, afectan al ritmo de producción y convivencia de los empleados
pudiendo causar problemas en los negocios.
Y no lo dice al azar: según un
reciente estudio realizado por la Association for Psychological Type
International (organización formada por profesionales multidisciplinares especializados
en analizar los diferentes comportamientos psicosociales de las personas),
cerca del 80% de las dificultades que surgen en las empresas derivan de las
relaciones tensas entre los empleados.
Si identificas a alguno de estos
personajes entre tus compañeros más cercanos, ojo, porque, tal y como explica
Van Moody, experto en relaciones sociales y autor de 'The People Factor'
(Thomas Nelson), “las relaciones de trabajo complicadas son mucho más que
molestas: pueden causar ansiedad, agotamiento, depresión clínica e incluso
enfermedades”. Aprende a lidiar con ellos.
El pelota
Estos trabajadores que están de
acuerdo con cualquier cosa que dicen o hacen los superiores –e incluso otros
compañeros rasos– y dejan solos al resto de compañeros cada vez que se oponen a
alguna medida laboral. “En lugar de verbalizar sus propias opiniones, se ponen
siempre del lado de los miembros de alto rango de la empresa o se unen a lo que
vota la mayoría”, relata Lambert. Algo pusilánimes, no son así porque quieran
evitar problemas y busquen el bienestar de todos: quieren quedar bien con los
jefes, a poder ser mejor que tú, y no les importa a costa de qué.
La profesional de Recursos
Humanos asegura que la mejor manera de manejar a estos compañeros es
desafiándoles con preguntas muy específicas sobre algún aspecto laboral para
que tengan que situarse en una posición concreta: “De esta manera, podrás
establecer un precedente para las reuniones en el futuro, haciéndoles ver que
sus opiniones y razonamientos son cruciales para llegar a una decisión”,
asegura la experta. Demostrarán tener algo de personalidad, participarán más
allá del 'sí a todo' y, de paso, empezarán a quedar algo peor con los
superiores si sus opiniones no apoyan al 100% lo que éstos digan.
El inútil (o que sabe hacérselo)
Incompententes que te hacen perder el tiempo.
Sin parar. Aquellas personas que nunca piensan si están molestando e impidiendo
al resto de la plantilla trabajar y se dedican a preguntar sin parar cómo se
hacen las cosas. Vamos, que te llegas a preguntar si realmente tienen alguna tarea
que hacer o están contratados para incordiar, ralentizar tu trabajo y, sabe
dios, ¿ir de vez en cuando a la máquina de 'vending'?
“Si esto ocurre con frecuencia,
la forma más eficaz de quitarte inmediatamente de encima a este 'colega', es
haciéndole saber que estás trabajando y que tienes un plazo de tiempo muy
ajustado para acabar” saber que estás trabajando en algo y tener un plazo
ajustado, advierte Lambert. Hazle saber que responderás a sus preguntas en otro
momento y resérvale un hueco para hablar con él más tarde, que sepa que no
siempre estás disponible pero que, como eres una estupenda persona, para él lo
estarás (pero cuando tú puedas, no las 8 horas de jornada).
El trepa
“Algunos compañeros de trabajo
luchan porque sus asuntos lleguen al supervisor y a la dirección de la
empresa”, y los conoces. Son esos seres que viven por y para demostrar que
ellos hacen mejor que nadie el trabajo, que son capaces de encontrar las
soluciones ideales antes que cualquiera (tarea sencilla si lo hacen a espaldas
del resto ocultando que existe ningún problema) y que merecen un trato
diferente. Se creen mejores que tú y se desviven por demostrarlo.
Siempre cercanos a los jefes y
las personas influyentes de la empresa, ansían estar involucrados en los
procesos importantes del negocio y que se les tenga en cuenta en la toma de
decisiones antes que a los demás. Exacto, quieren ascender cuanto antes y lo harán
a toda costa. Se preocupan por restar cualquier atisbo de profesionalidad a sus
compañeros y les da un 'jamacuco' si premian o agradecen un trabajo a alguien
que no sean ellos. Eso les hace mucha pupa. Por si no fuese suficiente, una de
sus peores características es que son unos chivatos. “La mejor manera de hacer
frente a estos empleados tóxicos es pidiéndoles directamente que si tienen
algún problema contigo o tu trabajo te lo digan a ti directamente”, recomienda
la experta.
El pesimista
Aquellas personas con una carga
excesiva de negatividad que se dedican a quejarse de todo y de todos sin parar.
En su opinión, todo es el horror: su trabajo es un asco, los proyectos siempre
salen mal, el resto de compañeros no aportan nada, están convencidos de que la
gente les odia y, básicamente, creen que hay un complot mundial en su contra
para hacerles infelices. Para remediarlo, lejos de buscar el lado positivo de
la vida, comparten con el resto del personal sus caras de enfado y su
descontento vital y, a la larga, eso acaba arrastrando con la moral de todos
los que le rodean.
“Trate de hablar con ellos sobre
lo que se puede hacer para mejorar su problema. Es útil asesorarles para
encontrar soluciones en lugar de dedicarnos a destacar su problema de
negatividad sin hacerle sugerencias de mejora”, explica Lambert, quien
recomienda encarecidamente “establecer unos límites con este tipo de compañeros
de trabajo tóxicos, pues puede ayudarte a evitar perder tu tiempo, energía y
recursos”.
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