La historia del fútbol está plagada de casos en que los jugadores más queridos por una hinchada acabaron fichando por el eterno rival
Él quiere quedarse, a Begiristain le extrañaría que quisiera irse, Guardiola pide que le dejen tranquilo, Laporta asegura que el año que viene estará en el Barça y Abidal afirma que en el vestuario "ni siquiera se ha hablado" de la posibilidad que abandone el Camp Nou. Pero desde la capital de España se sigue insistiendo en que Florentino Pérez intentará fichar a Leo Messi si se presenta a las elecciones del Real Madrid. Las posibilidades de que esto suceda son prácticamente nulas, aunque todo buen aficionado no puede dejar de pensar en el pasado.
El caso Figo traumatizó a muchos hinchas azulgranas. La marcha del crack portugués, uno de los jugadores más queridos por los aficionados del Barcelona, al eterno rival dejó cicatrices difíciles de curar. En la historia del fútbol ha habido muchos "traidores". Este es un pequeño repaso.
De Luis Filipe Madeira Caeiro, "Figo", se ha escrito mucho . El portugués se marchó al Real Madrid en verano del 2000. Florentino Pérez se gastó 60 millones de euros para fichar al extremo derecho tras utilizarlo como reclamo en la campaña electoral. No fue el primero, ni el último, futbolista que abandonó las orillas del Mediterráneo para trasladarse a la meseta central.
El argentino Saviola ha protagonizado la escapada más reciente. Otros ex del Barça que recalaron en el club merengue fueron Albert Celades, Michael Laudrup, Nando, Milla o Ronaldo. Para buscar los primeros jugadores que salieron de Catalunya para recalar en el "eterno rival" deberíamos remontarnos a comienzos del siglo XX, cuando Ricardo Zamora y Josep Samitier ficharon por el Madrid en los años 30.
También ha habido varios casos, aunque menos escandalosos, de futbolistas que han hecho el camino inverso. El más recordado, y también más cercano, es el de Luis Enrique. El asturiano abandonó el Madrid en 1996 para recalar en la plantilla azulgrana. Se retiró en 2004 como capitán y actualmente es el entrenador del segundo equipo. Alfonso, Hagi o Prosinecki son otros antiguos merengues que pasaron por Barcelona.
Un caso paradigmático fue el de Bernd Schuster que se cubrió de gloria fichando por los tres equipos con más solera del fútbol español. De can Barça se fue al Madrid y de ahí al Atlético. No hace falta decir nada más.
También Hugo Sánchez cambió de elástica en Mardid aunque a la inversa. Tras conseguir el pichichi con los colchoneros se fue al eterno rival, donde triunfaría junto a la "Quinta del Buitre", ganando cinco Ligas, una Uefa e incluso una Bota de Oro, gracias a los 38 goles que fueron récord en nuestro campeonato.
Algo que muchos han olvidado es dónde comenzó su carrera "un ferrari" en palabras de Fernando Hierro, llamado Raúl González, ídolo de los madridistas. Jesús Gil lo elogió por numerosos goles cuando todavía estaba en el equipo infantil del Manzanares y años después debutaba de la mano de Valdano en el Bernabéu.
La liga española ha sido testigo de otras muchas traiciones, que todavía hoy no tienen perdón. El Athletic Club se hizo con los servicios de la joven perla realista Joseba Etxeberría por 500 millones de pesetas. Algo parecido han intentado recientemente los donostiarras con Igor Zubiaurre, que se ha saldado con una fuerte multa por incumplimiento de contrato para el jugador. Otros que han dado el salto entre equipos vascos son Alkiza o Imaz.
La rivalidad entre aficiones en ocasiones es tal en nuestro país, que no se necesita ser un jugador emblemático para ser considerado un tránsfuga, Djorovic e Irureta del Celta al Deportivo, José Marí y Diego del Betis al Sevilla. Ayala ha sido el último culebrón valencianista que históricamente se toma muy a pecho los desplantes de sus jugadores, Mijatovic ya lo tiene claro.
Fuera de España Si atravesamos las fronteras españolas nos encontramos con casos realmente espectaculares. Uno de los más sonados fue el pase de Johan Cruyff del Ajax al Feyenoord . El "holandés errante" abandonó el club de su vida (al que había vuelto al final de su carrera) con 37 años porque los dirigentes de la entidad de Amsterdam se negaban a ampliarle el contrato. Antes de irse, Cruyff les dijo a sus ya ex compañeros: "Cuento con ganar la liga...". En Rotterdam, puso punto y final a su extraordinaria carrera con un doblete. También en Holanda, Ronald Koeman jugó tanto en el Ajax como en el PSV Eindhoven.
Otro que vino de los Países Bajos, aunque nada tuvo que ver con los tulipanes, fue Ronaldo. Su demoledor golpeo en carrera le llevó vestir camisetas enfrentadas desde el origen del fútbol. Barça, Real Madrid, e Inter y Milán. Todo un récord para uno de los delanteros que han marcado época tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.
Viajemos hasta Escocia. Es bien conocida la rivalidad entre los dos conjuntos de Glasgow, el Celtic y el Rangers. Las diferencias entre los seguidores de ambos equipos no son se circunscriben solo al terreno de juego, sino que también pasan al terreno religioso. Los hinchas del Celtic son católicos y los del Rangers protestantes.
Pues resulta que un jugador se atrevió a contravenir las reglas y se convirtió en la persona más odiada de la ciudad. Mo Johnston había militado en las filas del Celtic entre 1984 y 1987. Tras un breve período en el Nantes francés se disponía a volver a su club de origen cuando Graeme Souness, míster del Rangers, le convenció para que se uniera a las filas protestantes. Era el primer católico que jugaba con el Rangers. Los aficionados de su antiguo club le llamaron "Judas" mientras que algunos hinchas de su nuevo equipo devolvieron su carné de socios.
La rivalidad entre Arsenal y Tottenham es una de las más fuertes de Inglaterra y muy pocos jugadores se han atrevido a pasar de un conjunto a otro. Sol Campbell se atrevió y fue repudiado por aquellos que más lo había querido. El central, actualmente en las filas del Portsmouth, sumó más de 250 apariciones con la camiseta blanca y azul de los "Spurs". En la temporada 2000/01 sus prestaciones con la entidad de "White Hart Lane" fueron tan buenas que empezó a recibir ofertas de toda Europa (incluso el Barça intentó su fichaje). Campbell decidió no moverse de Londres y se enroló en las filas del Arsenal. Caso interesante también fue el Denis Law, quién pasó por los dos clubes de Manchester. Primero jugó en el United y luego en el City.
Los trotamundos son los que tienen siempre más posibilidades de defender durante su carrera las camisetas de "eternos rivales". Y si hablamos de trotamundos tenemos que mencionar a Roberto Baggio. En 1990, tras despuntar en la Fiorentina, su gran actuación en el Mundial de Italia provocó que la Juventus llamara a su puerta. Dos días de disturbios y 50 personas heridas fueron el resultado de su pase a la "Vecchia Signora". Baggio argumentó que estaba "obligado a aceptar el traspaso". Su estima por el club "viola" era tal que, al año siguiente, cuando "sus" dos equipos se enfrentaron, el delantero se negó a tirar un penalti e incluso recogió una bufanda de la Fiore mientras era aplaudido y silbado por igual. Pero el "Divino" siguió con su tradición en Milán con los dos equipos de San Siro. Otro que tampoco recibió una ovación de sus seguidores cuando se fue fichado por otro equipo fue Aldo Serena, que dejó el Torino para firmar por la Juve, el enemigo ciudado.
Para rivalidades, las sudamericanas
Centrémonos primero en Argentina. No hay nada más fuerte que el odio entre Boca y River. Esto no quiere decir que los jugadores dejen pasar la oportunidad de defender los colores de los dos clubes más laureados del país. Si no que se lo pregunten a Hugo "El Loco" Gatti, el futbolista que más Superclásicos a disputado. El portero primero estuvo en el club "millonario" y, años después, defendió la meta "xeneize". En total, 38 derbis. Batistuta y Caniggia siguieron el mismo camino que Gatti. No así Oscar Ruggeri (que fue miembro de la plantilla del Madrid) quién primero estuvo en Boca y luego pasó a River. Esto provocó que fuera el blanco de los insultos de los seguidores del equipo auriazul y que fuera vetado su regreso a la entidad años después.
No podemos olvidar en esta relación a Romario, capaz de pertenecer al Flamengo y al Fluminense, pasando por Vasco de Gama. La rivalidad entre el Flu y el Fla es una de las más encendidas del fútbol brasileño, pero esto no impidió a "o baixinho" pasar de un equipo a otro dependiendo de sus intereses.
El fútbol es un deporte que levanta pasiones desenfrenadas en el espectador, que exige máxima fidelidad a sus "bienpagados". Como hemos visto ha habido y seguirá habiendo estos traspasos, fugas, desplantes de los que son los mejores jugadores del mundo. Y en su mano está hacer caso a su corazón o a su bolsillo. De momento Messi parece tenerlo claro.
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