Paternal

INFLUENCIA PATERNAL NEGATIVA
Psicólogo Franz Rivera Mansilla

Algunos sustentos comunes para la influencia paternal negativa son:

- Los padres intentan alcanzar sus deseos a través de sus hijos; expresan por medio de la palabra o acción el deseo de obtener a través de su hijo lo que ellos jamás tuvieron; con frecuencia producen una profunda ansiedad en ellos (se obligan a complacerles).

- Los padres piensan que el hijo lo hace mal para castigarles. Si lo hace mal, estos creen que es porque no les quiere (es su obligación complacerles). En algunos casos, el muchacho puede, de hecho, hacerlo mal para castigarlos.

- Los padres usan la mala actuación como una excusa para castigar, porque a ellos “no les gusta su hijo” y usan su fallo como medio para hacerle sufrir, lo que le lleva a hacerlo cada vez peor y el ciclo vuelve a comenzar.

- Los padres pueden pensar que el comportamiento de su hijo reflejan los métodos que ellos usaron en su niñez. Esperan que los hijos lo hagan bien, piensan que cualquier reflejo de él es su propio reflejo o si el jugador está considerado como “mal jugador”, piensan que son malos padres.

- Los padres pueden reforzar involuntariamente el comportamiento negativo; es decir, cuanto más problemático sea, mayor será la atención que le presten y más preocupados estarán los padres; éstos deberían de invertir la situación y otorgarle su atención sólo cuando lo hiciera bien.

- Los problemas de los hijos con los padres pueden ser trasladados a los deportes. El jugador puede estar exteriorizando problemas que tiene con sus padres a través del entrenador; tal vez el chico, este realmente revelándose a su padre pero como que carece de valor de dirigirlo hacia él y lo dirige contra su sustituto, el entrenador.

- Los padres pueden sentir celos de la relación hijo – entrenador. Si existe una relación intima entre padre e hijo, con frecuencia el jugador no puede decidir hacia donde ha de inclinar su lealtad y comienza el conflicto entre el padre y el entrenador.

Los padres juegan un papel importante en la vida de la persona y en el deporte no es la excepción; por eso, hagamos que la práctica deportiva de nuestros hijos sea una expresión de felicidad y disfrute (SDP).