Opinión: Llegan los robots, démosles la
bienvenida
The wall
street journal-agosto de 2016
La tecnología crea más trabajos
de los que destruye y sustituye a los menos productivos
¿Es hora de hacer la venia ante
nuestros amos, los robots? Con datos de un estudio de la Universidad de Oxford,
analistas de Morgan Stanley proyectaron la semana pasada que en las próximas
dos décadas casi la mitad de los puestos de trabajo de Estados Unidos será
reemplazada por robots. Tal vez deberíamos levantar un muro.
¿Autos que no necesitan
conductor? ¿Meseros que no necesita sueldo o a quienes no hay que darles
propina? ¿Ropa que se dobla sola? ¿Nos dirigimos hacia un futuro sin necesidad
de empleos? Las señales están allí, sin duda. Abundant Robotics, una empresa
que salió del mismo Instituto de Investigación de Stanford que nos trajo el
ratón y la informática en red, ha comenzado a probar un robot que recoge
manzanas. Viñedos de la región de Napa están utilizando sistemas de visión para
clasificar las uvas.
Según un estudio de la
Universidad de Stanford de 2013, algunos robots en plantas fabriles cuestan
ahora el equivalente de unos US$4 por hora, y cada vez son más baratos y
mejores. Este mes, científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts
hicieron una demostración de un LIDAR (detector de rango y luz láser) basado en
un chip de silicio que funciona como un radar, pero tiene una resolución mucho
más alta, aunque cubre una distancia más corta.
El Model S de Tesla utiliza un
sensor de radar y una cámara frontal como medios de visión para el piloto
automático instalado en sus vehículos eléctricos. Ninguno de los dos, por
desgracia, detectó un camión blanco contra un cielo brillante antes de un
choque que el 7 de mayo causó la muerte de un conductor. LIDAR lo habría hecho.
Esa tecnología en su estado actual puede llegar a costar hasta US$70.000. ¿El
nuevo chip? Tal vez US$10. A ese precio, probablemente van a ser parte del
equipo estándar en todos los vehículos nuevos, ya sean de conducción autónoma o
no.
Y ahora tenemos robots que
piensan. Los editores de la agencia de noticias Associated Press proclaman que
los robots escriben miles de artículos al año para la empresa. Así que ¿se
acabó? ¿Ganan los robots? Esto sin duda se ajusta a una cierta visión del mundo
de un estado de bienestar más grande e ingreso básico universal y otros
servicios que se hagan cargo de los trabajadores desplazados. Puede leer el
artículo titulado What Governments Can Do When Robots Take Our Jobs (algo como
Lo que pueden hacer los gobiernos cuando los robots tomen el control) en el
número del 26 de mayo de la revista Fortune.
Pero no nos adelantemos. La arena
de pronósticos está llena de sueños utópicos de ocio destrozados. Acuérdese de
las cúpulas geodésicas y de las pesadillas de Skynet de ejércitos de robots
itinerantes. Ambos son basura. En cambio, lo de ahora es progreso.
La tecnología siempre crea más empleos
de los que destruye. El presidente John F. Kennedy se preocupó sobre cómo
“mantener el pleno empleo en una época en la que la automatización… está
sustituyendo a los personas”. El empleo era de 55 millones en 1962. Hoy es de
144 millones. Hemos recorrido un largo camino.
Esta vez no será diferente. Las
máquinas de vapor destruyeron empleos, es cierto, sobre todo para los
operadores de caballos, pero permitieron una explosión de fábricas, puestos de
trabajo nunca imaginados y la revolución industrial. Los autos mataron a los
tranvías, pero dieron lugar a cientos de millones de nuevos puestos de trabajo.
Las aspiradoras y lavadoras destruyeron empleos de “ingeniería doméstica”
(aunque nunca admitiré que aprendí a operarlas), pero liberó a las mujeres para
que entraran a la fuerza laboral mucho más productiva. Las computadoras
eliminaron puestos de trabajo para las personas que usaban reglas y cortadores
para diseñar revistas u hojas de cálculo físicas. Ahora, los medios de
comunicación y Wall Street no existen sin Microsoft Office. En cada caso, la
tecnología le dio herramientas sofisticadas a los humanos, en lugar de
reemplazarlos.
Incluso los trabajadores chinos
no deberían tenerle miedo a los robots. La llegada de la demanda mundial de
productos manufacturados abrumará una economía fabril carente de
automatización. Los robots van a resolver los problemas logísticos que amenazan
a China.
En pocas palabras, los empleos
que los robots pueden sustituir no son buenos puestos de trabajo en primer
lugar. Como seres humanos, subimos los peldaños de la escala laboral de tareas
aburridas y mecánicas a las que requieren el uso del cerebro, que es lo que nos
llevó a la cima de la cadena alimenticia.
En cada ciclo, el capital busca
destruir empleos de baja productividad. Como Lucille Ball envolviendo
chocolates en una línea de ensamblaje. O cajeros. Espere, los cajeros están hoy
en día haciendo tareas bancarias más sofisticadas mientras que la mera entrega
de efectivo está a cargo de los cajeros automáticos. Los agentes de viajes han
desparecido, pero los diseñadores de paquetes turísticos proliferan.
Ciertamente, los servicios serán los próximos en ser automatizados. Por ejemplo
los médicos, abogados, banqueros de inversión... Por favor.
Pero no es cierto. McKinsey &
Co. publicó una investigación el año pasado que sugiere que 45% de “las
actividades que individuos realizan por un sueldo se pueden automatizar” con el
uso de la tecnología existente. Pero, y aquí está el contraste, menos de 5% de
las ocupaciones “pueden ser totalmente automatizadas”. Tal vez un tercio o más
de las actividades dentro de los trabajos se pueden automatizar. Esa es la
buena noticia. Los trabajadores están fortalecidos, no en riesgo de ser
desplazados. Vendedores con Google Maps, agentes inmobiliarios con panoramas en
3D de las viviendas, carpinteros con cintas de medir láser. Médicos que
realizan cirugías asistidas mínimamente invasiva mediante robots. Plomeros
con... de acuerdo, ellos tienen el trabajo más seguro del mundo.
Sí, algunas personas se quedan
atrás. Pero a medida que la sociedad prospera, podemos ayudarlas a ponerse al
día. Tenemos que conseguir que nuestro sistema de educación sea adecuado,
enseñar fundamentos de informática mucho antes y proporcionar educación continua
sobre cómo adaptarse a los cambios tecnológicos y adoptar estas nuevas
herramientas. Puedo pensar en una decena de cursos, además de literatura
francesa, para ayudar a los trabajadores desplazados. Algunos incluso pueden
ser dictados por robots.
Hacer más con menos es lo que
impulsa el progreso y la riqueza de la sociedad. Todos nos beneficiamos de la
inversión en actividades de mayor productividad, como inmunoterapia, aviones no
tripulados o incluso encontrar Pokémones (el entretenimiento también puede
llegar a ser más productivo). Todo eso va a crear nuevos y tal vez incluso
mejores puestos de trabajo.
Los robots están llegando. No se
preocupe, sea feliz. Es la senda del crecimiento y de niveles de vida más
altos. Como posdata, el actor Kenny Baker falleció recientemente. Trabajó en
las películas de Star Wars originales, el tipo debajo del robot R2-D2
(Arturito). Un humano incrementando un robot. Pero eso es en una galaxia muy,
muy lejana y una ficción tan grande como la de robots que roban todos nuestros
trabajos.
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