El campesino que se convirtió en magnate de
telecomunicaciones
FORBES- 3 de Agosto de 2016
Con sólo 10 años y la visionaria
incursión de sus fundadores, Telecable revolucionó el servicio de televisón en
Costa Rica. Sus ingresos anuales se expanden a un ritmo de 50% y la fórmula de
democratizar la televisión apenas parece comenzar a rendir frutos.
Han pasado casi tres lustros
desde que Gerardo Chacón tuvo la idea de llevar la televisión por cable a
diferentes zonas de Costa Rica que otras compañías tenían abandonadas. La idea
de emprender y progresar, sin embargo, le surgió desde mucho tiempo antes,
cuando su familia se quedó prácticamente sin nada a la muerte de su padre.
Desde niño tuvo que aprender las
artes del campo, pasó de la recolección y cosecha de tamarindo y algodón al
difícil trabajo de cortar y acarrear leña; finalmente, consiguió un trabajo que
él mismo consideraba como un acenso: ser recogebolas en un exclusivo club de
tenis. Esto le abrió camino en la hotelería, actividad que detonó la idea de
Telecable. Chacón, junto con el cofundador de la empresa, Juan Carlos Ramírez,
inició esta aventura impulsado por el espíritu y las ideas de ambos.
Ahora, en este 2016, Telecable
domina casi 20% del mercado tanto en televisión como en internet, ha tenido
crecimientos que han llegado a superar el 50% anual y va por la conectividad a
través de fibra óptica a hogares y pequeñas empresas en un mercado que conocen
bien, pues ya proveen el servicio a grandes empresas y a diversas instituciones
bancarias.
En entrevista con Forbes, el CEO
y fundador de Telecable relata cómo ha sido la incursión de la empresa en el
mercado costarricense y cuáles son sus planes en Centroamérica.
Primeros pasos
Provengo de una familia humilde,
vivía en Guanacaste; a la edad de ocho años y medio mi papá falleció y entonces
mi mamá se quedó con siete hijos, de los cuales yo era el mayor junto con una
gemela.
Mi familia se dedicaba a la
agricultura, mi papá cuidaba una finca, era como una especie de administrador,
nosotros vivíamos ahí, recuerdo que tenía que ir a la escuela a caballo desde
la finca donde vivíamos.
Cuando mi papá falleció, mi mamá
tuvo la visión de traernos a vivir a San José. Y es que nos quedamos sin nada
y nos fuimos a vivir a una casita pequeña, ahí comenzamos a trabajar, yo a los
nueve años, recuerdo que salía de la escuela y teníamos que juntar tamarindos y
cortar algodón.
No me gustaba, pero era la única
forma de generar un poco de ingresos, mi madre tenía que lavar ajeno y así
llegué hasta el quinto año de primaria. Fue entonces que comencé de
recogebolas en las canchas de tenis de un club.
Ahí estaba el profesor, el alumno
y el recogedor bolas; era un equipo de tres, pero a la hora de tomar un
refresco pedían nada más dos vasos, no tres. Yo estaba igual de cansado que
ellos, entonces comencé a decir: —¡bueno, esto no me parece justo!
Después de dos años de estar ahí
en las canchas aprendí a jugar tenis. De boleador pasé a asistente del
profesor, pero en realidad yo no quería eso y opté por cambiar de empleo,
comencé a trabajar como ayudante de salón en uno de los restaurantes del club
Cariari National Country Club, que era uno de los mejores de Costa Rica.
Sentí que cambié de estatus.
Sentía que había ascendido aunque ganaba menos, luego comencé a hacer cócteles
y dije que quería ser bartender, hasta hoy me encanta seguir haciendo cócteles
en mi casa.
Como bartender, estaba muy cerca
de la caja registradora y comencé en mis ratos libres a ser cajero estudiando
por las noches, me llamaba la atención la gente de contabilidad.
En mis días libres estaba con el
jefe para aprender contabilidad y administración y seguía estudiando de noche,
a mis 22 años llegué a ser el contralor general del hotel Cariari, a partir de
ahí comencé toda una carrera en el área administrativa.
Ahí conocí a Rubén Pacheco, mi
socio. Incursionamos en el área de la hotelería y fue cuando nació la idea de
la televisión por cable. Esto ocurrió hace 17 años; a Rubén (quien fue mi jefe
durante 35 años) le comenté que tenía la idea de hacer un proyecto de sistemas
de cable.
Como empleado, pero sobre todo
como emprendedor, cuando cursaba la universidad, comencé a montar sistemas de
cable rurales. Posteriormente, uno de mis socios que era subalterno mío en uno
de los hoteles, me habló de que en los hoteles se necesitaba televisión por
cable.
Me dijo, ‘mira yo creo que con un
millón y medio se puede hacer un sistema de cable’. Comencé a investigar todo
el tema y le dije que se necesitaría mucho más que eso, unos 3 millones. ‘Aquí
está mi parte, vaya usted a buscar el dinero’, le dije.
Hicimos nuestro primer sistema de
televisión por cable en Puntarenas y le dije a Juan Carlos busquemos dos o
tres socios más, ese primer sistema lo vendimos y compramos otro.
Nosotros supimos aprovechar lo
que los otros operadores tenían abandonado, las zonas rurales de Costa Rica.
Vimos una oportunidad de negocio y además llevaríamos un poco de desarrollo a
esas áreas, de tal forma que el siguiente sistema lo hicimos en la zona de Los
Santos.
En Santamaría hicimos también un
sistema de cable, a los ocho meses una empresa grande nos lo compró.
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es el mejor operador de telefonía móvil en México?
Primera etapa
Le dábamos servicio a 1,000
casas, en el otro a 1,500. Cuando vendimos ese sistema hicimos un sistema de
cable en Guanacaste, ése sí fue mucho más grande, todo Guanacaste lo teníamos
nosotros, desde Liberia hasta Nicoya.
En aquellos años la televisión
nacional costaba mucho, bajar la señal era caro y difícil, la gente agarraba
un palo de mango o una caña de bambú a los que amarraban una antenita, de
repente llegamos nosotros con 80 canales y tuvimos mucho éxito.
Luego llegó una empresa y nos
compró 51%, pero requeríamos más capital. La mayoría del dinero que ingresaba
se quedaba en la misma empresa, eso nos permitió crecer ese sistema. Años
después nos compraron 100%.
Queríamos darle otra alternativa
a la gente e hicimos un pequeño estudio donde se reveló que básicamente 70% de
la población no tenía acceso al servicio de televisión por cable por el precio;
el estudio revelaba que si nosotros salíamos con algún producto que estuviera
25 o 30% más económico, mucha más gente tendría acceso.
Este junio cumplimos 10 años,
cuando nosotros decidimos hacer Telecable yo invité a mi exjefe, al señor
Pacheco, a que fuera mi socio, él aceptó; Telecable nació con la idea de
democratizar la televisión por cable en Costa Rica, darle a la gente una
alternativa balanceada entre el producto recibido y el precio, con un servicio
excelente.
Pero vinieron los ataques: al año
y medio se nos vino un tema legal, los operadores aducían cierta ilegalidad en
la licencia que el gobierno nos había otorgado. Ellos presentaron una acción
de inconstitucionalidad ante la Cuarta Sala Constitucional contra el decreto
que nos había dado la licencia
No existía la ley General de
Telecomunicaciones, nos regíamos por la Oficina Nacional de Control de Radio,
entonces la sala acogió para revisión el caso y los operadores comenzaron con
otro tipo de ataques.
Les decían a los proveedores de
contenido que la Cuarta Sala ya había dictado que operábamos
Con inversión en equipo de alta
tecnología y fibra óptica, Telecable ha venido gando presencia en la oferta de
servicios de telecomunicaciones del sector empresarial tico.
de forma ilegal cuando apenas se
encontraba en proceso de estudio.
Los proveedores de contenido
mandaron una nota diciéndome que para tal fecha suspenderían la señal porque
nosotros operábamos de forma ilegal, entonces me reuní con los tres más grandes
proveedores y les recomendé que contrataran un bufete para que determinara e
investigará si estábamos de forma legal o ilegal porque si nos tiraban la señal
se acabaría la empresa y entonces yo los iba a demandar.
Acogieron mi recomendación. Hicieron
un diagnóstico y palabras más dijeron: “no se les ocurra suspender la señal a
Telecable, están en forma legal y hay que esperar la resolución de la Cuarta
Sala. Eso duró dos años y eso nos mantuvo en una incertidumbre tremenda.
Hubo además un programador de
contenido de México que nos apagó 10 señales que teníamos de éste; teníamos 40
canales y nos quitaron 10 bastante importantes. Los clientes nos llamaban y
nosotros no teníamos respuesta.
Busqué muchas veces al ejecutivo
de esa empresa, pero nunca nos respondió. Como cosa curiosa, ese operador
después tardó cinco años detrás de nosotros para reincorporar su señal y le
dije entonces: ‘el producto que ustedes tienen no nos interesa’, le pagué lo
que yo quise y sólo incorporamos cuatro canales de los 10 que nos había
quitado.
Enfrentamos otros intentos de
cierre, fue una presión constante. Tuve que llegar a hablar con uno de los
grandes y decirle que nos dejara trabajar, que nosotros habíamos nacido para
llegarle a un segmento de mercado que ellos tenían abandonado y que nunca les
importó.
Expliqué que llegábamos al
segmento medio-bajo y que para nosotros ese segmento también tenía derecho al
entretenimiento. Le argumenté que 80% de mis clientes eran nuevos y sólo 20% se
habían pasado con nosotros.
Le dije, ‘si usted quiere ser
socio, no tengo ningún problema, pero por favor déjenos trabajar’. La
respuesta que obtuve fue: ‘yo no quiero ni socios ni competencia’, entonces le
garanticé que yo no sería su socio tampoco, pero que sí iba a tener buena
competencia. Me levanté de la mesa y me fui.
Tuvimos más y más ataques por la
altura de los cables, hasta un incendio tuvimos. Creí que nos habían mandado a
quemar las instalaciones, se nos echó a perder mucho equipo por el agua que
arrojaban los bomberos.
Finalmente, seis meses después la
Cuarta Sala resolvió rechazar la acción de inconstitucionalidad porque
Telecable operaba totalmente apegada a derecho.
En ese momento nos llegó una
oferta de compra y nosotros le dijimos que no estábamos en venta, pero la
respuesta fue ‘o me venden o los quiebro’. Y fue más allá, usó unas palabras
que para mí fueron muy chocantes porque dijo: ‘ustedes son como el cáncer, si
no los mato ahora que están pequeños, cuando estén grandes no los voy a poder
controlar. Tienen la decisión de venderme o los desaparezco en ocho meses’; le
agradecimos la sinceridad, nos levantamos de la mesa y a partir de ahí
Telecable comenzó a crecer y nos convertimos ya con la Ley General de
Telecomunicaciones en el número uno.
Fuimos la primera empresa en
este país que brindó el servicio de internet en forma directa y luego a través
de una empresa del Estado, comenzamos a ampliarnos a otras provincias, San
José, Heredia y ahora estamos en Cartago. Vamos a extendernos a todo el país
superando todos esos obstáculos que nos pusieron en el camino, siempre con la
convicción de que si actúas en forma correcta las cosas te van a salir bien.
Todo se hace dentro del marco
legal, aquí se pagan los impuestos debidamente, todos los empleados tienen
todas sus garantías sociales, no se atrasa el pago ni un día absolutamente a
nadie, siempre pensando que vas a dormir tranquilo apostándole al servicio a
la calidad, adquiriendo los mejores equipos, etcétera.
Fuimos calificados el año pasado
como la empresa número uno en la percepción de los servicios de los clientes en
internet y telefonía móvil.
Con la apertura de las
telecomunicaciones incorporamos teléfono e internet, todo eso a nivel
residencial. Tiempo después incorporamos la televisión digital y para vender
el triple play incorporamos los servicios empresariales a través de fibra
óptica, base de datos, telefonía e internet.
Telecable
La conectividad en internet y en
base de datos las utilizan empresas que tienen sucursales, nosotros las
comunicamos igual que los bancos a través de la fibra óptica, tenemos cadenas
de supermercados muy grandes. Hoy día estamos a nivel nacional y esperamos
estar a nivel regional dentro de poco.
Hace año y medio una empresa
multinacional quiso adquirirnos, pero dijimos que no. Ahora tenemos más de 350
colaboradores, es una satisfacción para nosotros saber que estamos generando
empleo. A partir de la decisión de la no fusión hubo un replanteamiento sobre
el rumbo que llevábamos.
Retomamos la idea de cubrir el
territorio nacional, democratizar otras zonas tanto en el segmento residencial
como en el empresarial, en este último ya cubrimos todo el país a través de
estas redes cerradas con otros operadores, nosotros les damos servicio a ellos
y ellos les dan servicio a las empresas, hacemos lo que se llama la última
milla.
Hace tres años nos asociamos con
la familia Uribe anteriores dueños de lo que hoy es Walmart, ellos le dieron
mucha solidez a la empresa.
―Ahora está creciendo la demanda
de videos a través de internet como Netflix, ¿esto les ha hecho replantear su
objetivo? ¿Cómo están viendo esos modelos de negocio contra lo que ha sido el
modelo tradicional de telecomunicaciones? ¿Qué tanto compiten, qué tanto son
compatibles?
―Eso está latente y es todo un
tema que estamos analizando constantemente en diferentes foros, creemos que
todavía se va llevar unos años más para que llegue a ser totalmente sustitutivo.
Siempre habrá paquetes con canales de televisión.
Por otra parte, creemos que es
una gran oportunidad también para nosotros porque todo eso va conducir a ancho
de banda, va a requerir ancho de banda y ese servicio ya lo ofrecemos, la
televisión va ser un complemento de este otro servicio.
Hay que apostarle entonces al
ancho de banda, por eso es que nosotros estamos pensando en migrar hacia la
fibra óptica aunque hoy, por ejemplo, nuestra empresa tiene toda la red en
doble vía con 870 MHz .
La participación de mercado que
tiene Telecable es de 16% en internet y 12% en televisión, de acuerdo con
estimaciones de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel). Aunque esos
datos son del año 2014, hoy considero que es mucho mayor. De hecho, en la
página de la Sutel, Telecable es la única empresa que va en aumento; los
crecimientos han sido bastante buenos, por arriba de 20%, y hemos tenido años
de 55%.
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