Las empresas de EE.UU. aprovechan
la analítica de datos para gestionar su personal
The wall street journal- miércoles, 24 de
agosto de 2016
Promueven la evaluación constante
de los empleados, en lugar de hacer una cada año
No hace mucho, cuando los
empleados de Kimberly-Clark Corp. asistían a reuniones interdepartamentales
comenzaban sus comentarios con sus nombres y años de servicios en la empresa.
Ahora, “a nadie le importa”, dijo Scott Boston, vicepresidente de recursos
humanos. La nueva actitud que impera en las reuniones es “avancemos”, señaló.
Durante generaciones, un empleo
en el gigante de los productos de consumo significaba tener trabajo de por
vida. El fabricante de marcas como los pañuelos Kleenex y los pañales Huggies
pagaba salarios superiores a los del mercado en general y evitaba los despidos.
Incluso los empleados de bajo
desempeño raramente sentían presión. “Mucha gente podía y se escondía detrás de
la maleza”, dijo Rick Herbert, director de ventas quien se retiró en 2014
después de una carrera de más de tres décadas con Kimberly-Clark.
Ya no es el caso. Una de las
metas del conglomerado es deshacerse de “personas inútiles” con la ayuda de
software de gestión de desempeño que hace seguimiento y evalúa el progreso de
los empleados y pronto deja al descubierto a los rezagados. La rotación de
personal es ahora casi el doble de la registrada hace una década;
aproximadamente 10% de sus empleados en Estados Unidos se van al año,
voluntariamente o no, dijo la empresa.
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Armada con metas personalizadas
para empleados y grandes cantidades de datos, Kimberly-Clark espera que el
personal siga mejorando o, de lo contrario, enfrente las consecuencias. “La
gente ya no se pueden agachar y esconder como en el pasado”, dijo Boston, quien
supervisa la gestión de talento en todo el mundo para la compañía.
Ha sido un camino empinado para
la empresa que alguna vez resistió el conflicto y promovió una cultura
paternalista que inspiraba devoción de sus trabajadores.
Los cambios son parecidos a los
que tienen lugar en muchas grandes compañías, donde la “gestión de desempeño”
refleja la convicción de que un enfoque más focalizado en la creación de una
fuerza laboral de alto rendimiento es una herramienta vital para generar
ingresos y ganancias.
En los últimos 12 meses, empresas
como Accenture PLC y General Electric Co. han dejado de lado las evaluaciones
de desempeño anuales para hacer una supervisión más continua con una
retroalimentación constante de los gerentes, todo con la meta de impulsar una
mejoría constante.
Coca-Cola Co. aprobó en junio la
implementación global de un nuevo proceso de gestión de desempeño que estaba en
pruebas piloto. El sistema anima a los gerentes a conducir una “reflexión”
mensual sobre cada uno de sus subordinados respondiendo a cinco preguntas que
incluyen: Dado su desempeño, ¿le asignaría a este empleado una mayor escala,
alcance y responsabilidades? Y ¿Corre riesgo este empleado de tener un
desempeño bajo?
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Adobe Systems Inc., una de las
primeras grandes empresas en concentrarse en la gestión de desempeño, abolió en
2012 las evaluaciones anuales a favor de revisiones más frecuentes.
La gestión de desempeño aleja a
las compañías de las evaluaciones anuales que se usan principalmente en un
marco de cumplimiento —una prueba en papel para potenciales recortes de
personal y decisiones sobre salarios— y las dirige hacia un proceso continuo en
tiempo real y enfocado en ayudar a las personas a cumplir con metas ambiciosas
o salir más rápido de la compañía.
Las empresas gastan unos
US$14.000 millones al año en productos que las ayudan a manejar sus empleados,
incluyendo software de recursos humanos de Workday Inc., SuccessFactors de SAP
SE y Cornerstone onDemand Inc., con cerca de US$2.000 millones de ese monto
dedicados a gestión de desempeño, según la consultora de recursos humanos
Bersin by Deloitte. Esos sistemas permiten a los gerentes hacer seguimiento al
avance de los trabajadores a través de tablas que muestran sus metas, logros, asistencia,
comentarios de colegas y otros datos.
Las empresas que establecen metas
y exigen que los trabajadores sean responsables de sus actos “claramente tienen
un desempeño superior”, dijo Nicholas Bloom, economista de la Universidad de
Stanford y coautor de una investigación reciente que usó datos de la Oficina
del Censo de Estados Unidos para examinar más de 32.000 plantas manufactureras
en el país. El académico dijo que éstas tienen un crecimiento más rápido, una
rentabilidad más alta y menos probabilidades de declararse en bancarrota.
Algunos expertos aseguran que un
monitoreo permanente puede sentirse como una intrusión o una amenaza para los
trabajadores, especialmente para aquellos que valoran la estabilidad. Pero
especialistas en recursos humanos coinciden en que el proceso de evaluación
tradicional es una pérdida de tiempo y necesita un cambio.
Para las empresas que deciden
enfocarse en una supervisión constante y en una retroalimentación a veces
incómoda, el cambio puede toparse con algunos baches.
Tom Falk, presidente ejecutivo de
Kimberly-Clark, que lleva 33 años en la empresa, fue quien impulsó el nuevo
curso de la compañía de Dallas. “Hablamos de que tener el mejor equipo es lo
que marca la diferencia más importante en los resultados”, señaló Falk, quien
llegó al máximo cargo en 2002. “Pero no teníamos los procesos de apoyo para
hacerlo de forma sostenible”.
En 2008, cuando la acción de la
empresa estaba estancada, había pocas innovaciones en camino y existía la
creencia de que los costos estaban muy altos, el presidente ejecutivo añadió
por primera vez gerentes de recursos humanos al equipo que armaba el plan de
negocios a largo plazo de la compañía.
El precio de la acción de la
empresa se ha más que duplicado desde 2008 y llegó a un máximo de US$138,13 en
abril. Tras bambalinas, los cambios de recursos humanos son invisibles para
analistas e inversionistas, quienes atribuyeron el alza bursátil a una
reducción en los precios de las materias primas, recortes de costos,
crecimiento en los mercados emergentes y pagos de dividendos generosos.
Desde 2009, Kimberly-Clark ha
despedido 2.900 empleados en todo el mundo, la mayoría de nómina, algunos de
los recortes más grandes en los 144 años de la empresa. Actualmente tienen
43.000 trabajadores.
Se espera que el personal que
queda trabaje de forma “más inteligente” y cumpla metas que regularmente se
aumentan. “Tenemos que rutinariamente barajar los recursos y determinar qué es
lo más importante para hacer en el día, la semana o el mes que nos lleve a ese
objetivo”, dijo Stephanie Martin, ingeniera encargada de analizar nuevas ideas
de productos.
Con el uso de la herramienta de
Workday, los empleados de Kimberly-Clark establecen metas y reportan su
progreso, registran sus logros o errores y piden y envían comentarios.
El sistema recopila y archiva la
retroalimentación, que puede ser vista por los gerentes de los empleados.
También mantiene datos sobre las fortalezas, y necesidades de desarrollo del
personal, así como sus calificaciones de desempeño y riesgo de que dejen la
compañía.
En 2015, Kimberly-Clark retuvo a
95% de los empleados de mejor desempeño. Entre aquellos cuyo trabajo fue
calificado como “inaceptable” o “inconsistente”, 44% dejó la empresa o fue
despedido.
Cada año, Falk revisa los planes
de desempeño 100 gerentes de alto rango para asegurarse de que sus metas sean
ambiciosas y reflejen las prioridades de la empresa. Los gerentes tienen
instrucción de iniciar cada reunión con una historia sobre cómo alguien
demostró uno de los seis comportamientos que la compañía promueve, como
“generar confianza” y “pensar como el cliente”.
Basma Osman una ingeniera de
desarrollo de producto de 27 años, se considera una beneficiaria del nuevo
sistema. Al principio de su carrera, fue designada como una empleada con
potencial alto y estaba trabajando en productos de salud y bienestar, pero le
dijo a su jefe que estaba interesada en seguridad industrial. Pronto le
pidieron que supervisar un proyecto de US$30 millones en esa área. “Estaba
aterrorizada”, confesó, pero también estaba agradecida de que su jefe “entendió
lo que quería y en lo que era buena”.
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