Las 5 claves para entender el consumo que
viene
Apertura - viernes, 26 de agosto
de 2016
Pensar el consumo para los
próximos 15 años. Apertura.com acerca los 5 puntos a considerar por las
empresas a la hora de pensar el cliente del futuro.
Las ciudades importan. El mundo
urbano es donde, principalmente, se desarrollará el consumo. Hacia 2030, los
consumidores en las grandes ciudades –que serán el 50 por ciento de la
población mundial– generarán 81 por ciento del consumo global y el 91 por
ciento del crecimiento del consumo global. De todas maneras, los perfiles
demográficos y el crecimiento de los prospects en las ciudades son divergentes.
Mientras algunas ciudades continuarán expandiendo sus poblaciones y se espera
que el consumo crezca, otras tendrán menos población, con consumo tendiente a
la baja, indica el informe del McKinsey Global Institute (MGI). Cerca de la
mitad de las ciudades más grandes del mundo tendrán menos adultos jóvenes –de
15 a 29 años– de los que tienen actualmente. El consumo global urbano estará
extraordinariamente concentrado: sólo 32 ciudades generarán un cuarto de los
US$ 23 billones de crecimiento de consumo urbano proyectado desde 2015 hasta
2030 y 100 ciudades serán responsables por el 45 por ciento de ese crecimiento.
Patrones de consumo más variados
y complejos. Una de las observaciones iniciales que hace el informe es que no
habrá un consumidor promedio en un mercado promedio. Las economías emergentes
–con amplio rango de ingresos, culturas y hábitos de consumo– son, cada vez
más, las características prominentes del consumo global mientras aumentan los
ingresos. Al mismo tiempo, la desigualdad de los ingresos crece en muchos
países, lo que significa que las empresas se enfrentan al reto de atraer a los
clientes en muy diferentes rangos de precios. El peso del consumo mundial se
desplaza hacia los servicios, lo que refleja el envejecimiento de los segmentos
de consumidores clave en las economías desarrolladas y el aumento de los
ingresos en las economías emergentes. Y las ciudades, muy diferentes en sus
perfiles de consumo, podrían diverger en sus características, a la vez que se
desacelera el crecimiento de la población.
Los drivers del gasto. Las
compañías necesitarán conocer la geografía de los consumidores lo mismo que
cuáles son los drivers estructurales de su gasto –desde sus características
étnicas y tendencias de ingreso, como los cambios en los tiempos en que toman
decisiones de vida importantes, tales como la edad en que se casan y tienen
hijos. En América del Norte, por ejemplo, la edad promedio en la cual las
personas se casan por primera vez cambió desde los 22 años –para la generación
nacida entre 1940 y 1954– a los 28, para quienes nacieron después de 1985. Solo
este cambio explica en gran parte la declinación en la propiedad de viviendas
entre los adultos jóvenes.
El gasto per cápita, clave. A
medida que el crecimiento poblacional disminuye y que la población envejece, el
incremento del consumo dependerá de que cada individuo gaste más. Hasta el
cambio de siglo, más de la mitad del consumo global provino de la expansión en
el número de consumidores en el mundo; sin embargo, en los próximos 15 años, el
crecimiento de la población mundial sólo generará 25 por ciento del crecimiento
del consumo global mientras que el resto provendrá del crecimiento del consumo
per cápita –17 billones de un total de 23 billones. Un cambio similar está
ocurriendo en los mercados urbanos, donde el crecimiento de la población se
enlentece debido al descenso de la fertilidad y a una moderación en el ritmo de
la migración rural-urbana, explica el trabajo.
Los servicios pesan cada vez más.
A pesar de que la demanda de productos sigue creciendo a tasas respetables en
muchas economías, el consumo se desplaza hacia los servicios a la vez que crece
el ingreso per cápita y grandes grupos de consumidores envejecen.Está probado
que con el aumento de los ingresos, una menor proporción del gasto se destina a
necesidades como la alimentación y crece la proporción del gasto en servicios
como restaurantes, hoteles, recreación y cultura.
La porción de consumo en
servicios crece en todos estos grupos de consumidores urbanos, aunque las
razones varían dependiendo del grupo. En las regiones desarrolladas, el gasto
en cuidado de la salud de los mayores de 60 sube rápidamente, aunque el resto
de sus consumos tienden a mantenerse o a declinar. Hoy, el promedio per cápita
del gasto en cuidados de salud públicos y privados crece desde US$ 8200 a los
60 años hasta los US$ 35.000 a la edad de 90 o más en las regiones
desa-rrolladas. En los mercados emergentes, una nueva clase consumidora
alimenta la demanda por cines, restaurantes y servicios bancarios. En China,
US$ 1,25 de cada 10 de crecimiento del consumo se volcará a educación porque
los jóvenes trabajadores invierten fuertemente en la próxima generación.
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