Drones y robots mejoran la
eficiencia de la minería
The Wall Street Journal. - agosto
de 2016
En tiempos volátiles para las
materias primas a nivel mundial, una piedra angular de la industria se ha
mantenido sin cambios: el ejército de camioneros que traslada el mineral de
hierro a lo largo de yacimientos profundos y túneles subterráneos. El gigante
minero BHP Billiton está probando una tecnología que tiene el potencial de
cambiar esto.
En un puerto en expansión en la
remota región de Pilbara, Australia Occidental, una cinta transportadora
motorizada de 200 metros de longitud traslada más de 10.000 toneladas de
mineral de hierro por hora a los buques de carga que partirán rumbo a China y
Japón. BHP espera que la tecnología, que empezó a diseñar en noviembre y a
operar a finales de julio, pueda añadir otra dimensión al impulso de
productividad de la empresa, que ya le ha permitido ahorrar US$10.000 millones
al año.
La fuerte caída de los precios de
las materias primas en los últimos cinco años ha perjudicado las ganancias de
la industria, lo que provocó que BHP y rivales como Rio Tinto PLC buscaran cómo
explotar sus minas de forma más barata.
Una ola inicial de reducción de
costos se centró en el despido de trabajadores, el cierre de minas no rentables
en países como Australia y Canadá, y la reducción del gasto en la búsqueda de
nuevos yacimientos. Sin embargo, las empresas también han puesto dinero en el
desarrollo de tecnologías que puedan ayudarlas a llegar a los lugares más
remotos, excavar más profundo y llevar el mineral al mercado más rápido.
Los sistemas de cintas
transportadoras motorizadas en la isla Finucane, frente a Port Hedland, son
sólo una de las ideas que considera BHP. Drones equipados con sensores de tipo
militar que dibujan mapas tridimensionales de una mina en tiempo real y
supercomputadoras tendrán también un papel importante en el futuro de la
minería, dijo Diane Jurgens, directora de tecnología de la empresa
anglo-australiana y ex ingeniera de Boeing Co.
Aunque las empresas mineras han
utilizado desde hace tiempo las cintas transportadoras, su beneficio ha sido
limitado. Los sistemas tradicionales emplean poleas en los extremos que hacen
mover la cinta, lo que implica que sólo sirven para distancias cortas.
BHP dice que su último diseño
—que baja los costos de fabricación y funcionamiento y facilita el control de
las cintas— podría superar esa restricción al conectar pozos profundos y
túneles subterráneos con plantas de procesamiento y sistemas ferroviarios. Esto
debería reducir la cantidad de mineral que se traslada por camión, añade la
empresa, algo que “potencialmente cambia la forma en que hacemos minería
subterránea”, dijo Jurgens en Melbourne.
La ejecutiva está ansiosa por
usar esta tecnología en la mina de cobre Escondida, en Chile, que tiene un pozo
más profundo que la altura del edificio One World Trade Center de Nueva York.
Las cintas motorizadas también
podrían ayudar a la minera a separar el mineral de los residuos con mayor
rapidez. “Es mucho más fácil hacer eso [con las rocas] extendidas sobre una
cinta que verter 200.000 toneladas en la parte trasera de una volqueta”, dijo.
BHP no es la única empresa que
está buscando automatizar el trabajo que antes requería un equipo capacitado de
trabajadores mineros, los cuales gracias al apetito de China por minerales
llegaron a ganar US$200.000 al año en Pilbara.
Sin embargo, los antecedentes de
innovación de la industria son dispares. Rio Tinto esperaba tener el año pasado
trenes sin conductor para trasladar el mineral de sus minas de Pilbara a los
puertos, pero la tecnología no ha pasado las pruebas finales. El retraso obligó
a los directivos a reducir las expectativas para la producción de hierro en
2017.
“Las empresas mineras tienen una
inherente aversión al riesgo”, señala David Cormack, un consultor minero de
Deloitte en Perth. “Un retraso operativo menor causado por pruebas piloto de
una innovación de procesos o tecnología puede tener efectos paralizantes”.
Mejores resultados han sido
obtenidos de los centros de operaciones remotos que permiten a las mineras
monitorear la actividad a cientos de kilómetros de distancia mediante enlaces
satelitales.
BHP también planea la ampliación
del uso de perforadoras autónomas luego de obtener buenos resultados en su
yacimiento Yandi.
Las mineras sienten la presión
para intensificar la innovación a medida que se reducen sus opciones de recorte
de costos.
En Escondida, la mayor mina de
cobre del mundo, BHP tiene a prueba sensores capaces de decir si la roca es
valiosa o se desecha a medida que se recoge, una tecnología que aumentaría
hasta en 10% el grado del cobre que es enviado a sus plantas de procesamiento y
compensar la necesidad de ampliar las costosas instalaciones en el futuro.
En la mina de carbón Goonyella
Riverside, en el este de Australia, drones con sensores infrarrojos y un zoom
telescópico sobrevuelan para indicar cuándo una zona de explosión está libre de
personas y equipos, entre otras aplicaciones.
Eso significa que la minera puede
recabar información sin tener que atravesar el sitio que se extiende por 22
kilómetros de largo y más de 10 kilómetros de ancho en un vehículo o avión
chárter.
De todos modos, BHP y sus
competidores corren el riesgo de una reacción negativa si se automatizan
demasiado rápido a expensas de puestos de trabajo, sobre todo en Australia,
donde gran parte de la fuerza laboral minera está sindicalizada.
“No vamos a automatizar todo, hay
un montón de razones por las cuales las personas son una parte integral del
proceso”, dijo Jurgens.
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