Así han evolucionado las
telecomunicaciones en Centroamérica
FORBES- 2 de Agosto de 2016
La señal de los nuevos negocios
el panorama de inversiones en el sector telecomunicaciones es ‘nítido’. Aunque
aún existen retos que superar en la región.
La industria satelital, la
televisión, la radio, el internet y la nube son sectores que comienzan a
detonar cada vez más en Centroamérica, aunque siguen existiendo retos.
De acuerdo con la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo especializado de las
Naciones Unidas para las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en el
futuro se espera que los modelos de negocio de la llamada convergencia digital
no sean del todo estables.
Además, la región centroamericana
no tiene satélites propios y por el momento tiene que comprar el servicio a los
proveedores que operan en esa parte del continente americano.
La televisión vía satélite lidera
el mercado y representa más del 60% de la oferta en Latinoamérica, mientras que
la televisión por cable cubre el restante 40%. En general, la TV de paga
registró un crecimiento de más de 50% en los últimos cinco años.
Ésta es la evolución de
telecomunicaciones en Centroamérica.
Oferta e innovación para bajar
costos satelitales
Los costos de los servicios
satelitales, en comparación con los terrestres, siguen siendo altos: cerca de
35% en promedio, principalmente en señales de internet, en que la fibra óptica
domina el mercado. Adicionalmente, la latencia de datos o velocidad a la que
éstos viajan por satélite aún es baja, señalaron a Forbes Centroamérica
expertos de la industria satelital.
Ésta es una realidad que impera
no sólo en nuestra región, sino en casi todos los continentes; sin embargo,
aquí se hace más evidente, ya que se tienen poblaciones alejadas o de muy
difícil acceso, reconoció Alan Gabriel Alquisalet, de la Agencia Boliviana
Espacial, quien sugirió que para bajar los costos se tendrían que desplegar
terminales terrestres a una mayor escala.
El mercado, sin embargo, está
creciendo en Latinoamérica, sobre todo en cuanto a conectividad de internet. Y
ahí los expertos han identificado el potencial de la industria. Cármen
González–Sanfeliu, vicepresidenta regional de Ventas para América Latina y el
Caribe de Intelsat, recomienda que haya mayor coordinación entre los sectores
público y privado para aprovechar mejor las tecnologías satelitales.
Intelsat, que desde hace 40 años
tiene licencia del gobierno de Estados Unidos para proveer servicios
satelitales a Cuba, ve en la innovación la clave para bajar los costos; por
ejemplo, en megabytes en la banda denominada Ku, sólo así será un negocio
atractivo para jugadores privados, mientras que el sector gobierno deberá
continuar subsidiando el servicio.
Ignacio Sanchis, director de
Negocios de Hispasat, dijo que antes el satélite era la estrella en la parte
del video y no en el segmento de los datos, pero reconoció que “la demanda en
América Latina y Caribe existe y es sólida” y coincidió en que ahora se tendrán
que bajar los costos de operación satelital también para los datos.
Los expertos señalaron que en
medio del difícil ambiente macroeconómico global, la industria satelital tiene
oportunidad en la región; se puede alcanzar la competitividad aprovechando
ventajas como la rapidez en la instalación y la conveniencia de no tener
problemas con el tema geográfico.
Se requerirá algún tiempo hasta
que el beneficio efectivo se vea. Fabricantes de equipo, operadores, empresas
proveedoras y el cliente final tendrán que esperar entre cinco y 10 años hasta
que se adopten en la región tecnologías como las Ka o la HTS o de alto
rendimiento, para ver los beneficios y los retornos esperados.
La TV de paga se proyecta
Durante la edición 2016 del
Congreso Latinoamericano Satelital de Comunicaciones y Radiodifusión latsat se
dijo que para 2021 el valor del mercado de la televisión de paga será de casi
20,000 mdd.
En el panel denominado
Oportunidad para los servicios de TV y video en América Latina explicaron que
los mercados más grandes con proyección a ese año seguirán siendo Brasil,
México y Argentina, que en conjunto aportarán más del 50% del valor de mercado
referido.
La televisión vía satélite lidera
el mercado y representa más del 60% de la oferta en Latinoamérica, mientras que
la televisión por cable cubre el restante 40%. En general, la TV de paga
registró un crecimiento de más de 50% en los últimos cinco años.
El número de hogares que cuenta
con este tipo de servicios en Latam rebasa los 70 millones, sin embargo, se
prevé que nuevas plataformas de video en línea impacten estos números; los
países con más penetración del mercado de la TV de paga son Argentina,
Honduras, Panamá, Brasil, República Dominicana, El Salvador, Guatemala y Perú.
El mercado pertenece a cinco
empresas
El mercado de Latinoamérica
representa una gran área de oportunidad para las empresas globales satelitales.
De acuerdo con información originada en la cumbre más reciente de esa industria
organizada por Euroconsult, son 12 los principales jugadores que operan en la
región.
Sin embargo, Eutelsat, Intelsat,
Hispasat, SES y Star One dominan más de 70% del mercado. Sólo el negocio en
Latam de Hispasat, por ejemplo, representa dos terceras partes del total de la
empresa.
Los servicios ofrecidos por las
cinco compañías destacan por su cobertura, así como por la oferta tecnológica
que dan a los países que ocupan sus satélites. Los equipos de estas compañías
ofrecen servicios de telecomunicaciones, observación de la Tierra y navegación.
Combinan los beneficios de las
bandas C y KU para la distribución de video y de la tecnología THS y banda KA,
que ofrecen un alto rendimiento para banda ancha. Desde 1970 se definieron las
bandas planificadas para los servicios fijos y de radiodifusión por satélite.
La huella de los satélites de estas
empresas cubre todos los países de Latinoamérica, la flota que orbita la región
es de 80 aparatos, de los cuales 29 son nuevos. Se estima que para el próximo
año América Latina contará con casi 100 satélites, 25 de ellos nuevos.
Para los proyectos relacionados
con el lanzamiento y la puesta en órbita de satélites propios, los países
tienen la garantía de acceder a un recurso órbita/espectro para implementarlos.
Centroamérica, sin satélites
propios
La región centroamericana no
tiene satélites propios y por el momento tiene que comprar el servicio a los
proveedores que operan en esa parte del continente americano. En entrevista
con Forbes Centroamérica, Sagrario Fonseca, directora de Gestión del Espectro
Radioeléctrico de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Honduras,
comenta que ésa es la realidad del istmo.
Pero el tema no sólo es
tecnológico o de presupuestos, sino de legislaciones. Cuando ya exista la
infraestructura y los países de la región tengan sus propios satélites de
comunicación, se tendrán que hacer reformas a las leyes existentes en la
materia o de plano crear nuevas.
En Honduras, por ejemplo, en el
año 2013 se hizo una reforma a la ley marco y se le instruyó a la Comisión
Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) a liderar todos los procesos en esa
materia, “algo similar tendrían que hacer los países vecinos”, considera
Sagrario Fonseca.
Por lo pronto, existen dos
proyectos concretos en países de Centroamérica para que tengan sus propios
satélites, uno en Costa Rica y el otro en Nicaragua, este último podría estar
listo a finales de 2016.
La Corporación Internacional Gran
Muralla China será la encargada de construir el satélite nicaragüense y se
estima que cueste unos 9 millones de dólares (mdd), aproximadamente; de acuerdo
con el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos, estará
destinado a servicios de telefonía celular, televisión y datos.
El otro proyecto es el de la
Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio, asentada en Costa
Rica, que construye un satélite meteorológico que tendrá un costo aproximado de
0.5 mdd y se espera sea lanzado en 2017 bajo el nombre de Proyecto Irazú.
Carmen González–Sanfeliu,
vicepresidenta regional de ventas para américa latina y el caribe de intelsat,
insistió en que es necesario incrementar la coordinación entre los sectores
público y privado para que los costos de los servicios satelitales alcancen un
sano equilibrio.
Una de las soluciones que
proponen los expertos para bajar costos y desarrollar la industria de las
telecomunicaciones, principalmente satelitales, es la creación de un fondo
alimentado por todos los operadores de servicios de telecomunicaciones con el 1%
de sus ganancias brutas.
Honduras ya ha adoptado esta
figura, según dijo a Forbes Centroamérica Sagrario Fonseca, directora de
Gestión del Espectro Radioeléctrico del gobierno de ese país, “los recursos
obtenidos se van a un fideicomiso manejado por Conatel, un banco y un comité
técnico”.
Se calcula que si los países que
aún no tienen satélites propios los tuvieran, el ahorro por dejar de rentar
(hacer) sería de hasta 8 mdd mensuales tanto para operadores como para los
propios gobiernos.
De acuerdo con Javier Mendieta,
director general de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), el valor del mercado
satelital global “es del orden de 400,000 millones de dólares, lo cual lo
convierte en un mercado muy atractivo”.
La región, dijo Mendieta, tiene
que transitar de ser únicamente compradora y operadora a realmente
desarrolladora a través de alianzas estratégicas. A pesar de que varios países
latinomericanos cuentan ya con satélites propios, Argentina es la única nación
que tiene un satélite con manufactura 100% local.
Todo acabará (tarde o temprano)
en la nube
De acuerdo con la unión
internacional de telecomunicaciones (UIT), organismo especializado de las
Naciones Unidas para las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en el
futuro se espera que los modelos de negocio de la llamada convergencia digital
no sean del todo estables.
En el documento, Costeo
Estratégico y Planificación del Negocio para la Convergencia, derivado del
taller del mismo nombre organizado por la UIT en Managua, Nicaragua a finales
del año pasado, se especifica que los riesgos de algunas inversiones
innovadoras serán más altos que el promedio de la industria.
En la visión del UIT, se espera
que las tecnologías sigan con su evolución vertiginosa, que cambien y provean
sustento para nuevos servicios, lo cual traería como consecuencia una
transformación en los modelos organizacionales de los operadores, así como sus
acuerdos con otras empresas además de la aparición de nuevas formas de
aplicaciones y contenidos, incluyendo multipantallas.
LA UIT sugiere que “la publicidad
pueda empezar a financiar los servicios, como sucede ahora con los contenidos
patrocinados”, y prevé que será difícil identificar los mercados y los
operadores dominantes.
“En el futuro se espera que la
paquetización de servicios con contenidos y aplicaciones sea habitual, sin
conformar una conducta anticompetitiva que las redes de acceso a internet sean
plataformas entre grupos de usuarios (mercados multilaterales) y que el costo
del acceso sea subsidiado por los proveedores de contenidos y aplicaciones,
como ya está sucediendo”.
Por último, el documento de la
UIT predice que todos los servicios migrarán a la nube, incluyendo los mismos
dispositivos de control, “la inteligencia de los servicios prestados por las
redes, los contenidos y las aplicaciones se ubicarán en la nube, haciendo
difícil, más no imposible, identificar el país donde se encuentran”.
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