Los autos eléctricos se impondrán
más pronto de lo que se cree
The wall
street journal - agosto de 2016
En 2015, aproximadamente uno de
cada 150 autos vendidos en Estados Unidos tenía un conector eléctrico y una
batería. No obstante, la adopción masiva de vehículos eléctricos se avecina y
llegará mucho más pronto de lo que la mayoría de la gente cree.
Esto se debe en parte a que los
autos eléctricos son como los aparatos electrónicos, en los que el cambio
tecnológico es rápido.
Uno de estos grandes saltos se da
en las baterías. Un vehículo eléctrico típico hoy en día cuesta US$30.000 y
recorre, como mucho, unos 160 kilómetros con una carga. En un año, se podrá
duplicar esa distancia con un poco de dinero más.
Tesla Motors Inc. es el líder de
este cambio, prometiendo un vehículo Model 3 dirigido a las masas, con un
precio de US$35.000 sin incentivos en EE.UU. y más de 320 kilómetros de
autonomía. En comparación, el auto nuevo promedio en el país norteamericano se
vende hoy en día por cerca de US$33.000.
No obstante, Tesla no es la
única. Chevrolet lanzará su Bolt EV de US$37.500, que presume de una autonomía
de más de 320 kilómetros con una carga, lo cual parece ser la nueva meta para
eliminar la “ansiedad de distancia” entre los potenciales compradores de
vehículos eléctricos, es decir, el temor de que un vehículo se quede sin carga
en medio de la carretera.
Y ese es apenas el comienzo.
Pasquale Romano, presidente ejecutivo de ChargePoint Inc., el mayor fabricante
de estaciones de carga de autos eléctricos del mundo, dice que está trabajando
y en negociaciones con la mayoría de las grandes automotrices del mundo. “Hemos
visto sus planes internos para electrificar todo”, dice.
A corto plazo, muchos de estos
autos serán híbridos, con motores eléctricos y a gasolina. Tiene sentido
contarlos junto a los eléctricos debido a que la mayoría de los modelos nuevos
tienen suficiente carga como para llevar al estadounidense promedio a su
trabajo y de regreso a casa sin usar gasolina.
Steve Majoros, director de
marketing de Chevrolet, unidad de General Motors Co., dice que 90% de los
viajes y 65% de los kilómetros conducidos en su híbrido Volt son en el modo
eléctrico. El Volt puede recorrer 85 kilómetros con una carga.
Cada híbrido es, para efectos
prácticos, un auto eléctrico que lleva un “extensor de autonomía”, por si
acaso. Estos ayudarán a electrificar una buena cantidad de los kilómetros que
recorren los conductores. También facilitarán la adopción de los vehículos
eléctricos por parte de los consumidores, al ayudar a superar cualquier temor
respecto a quedarse varados.
La competencia entre los
vehículos eléctricos y los híbridos será intensa, lo cual reducirá los precios.
Volkswagen AG ha prometido fabricar como híbridos todos sus modelos disponibles
para 2025. BMW AG ha dicho lo mismo. Hyundai Motor Co. promete ocho modelos
híbridos para 2020, más dos vehículos completamente eléctricos. La renovación
del híbrido Prius de Toyota Motor Corp, el cual tendrá el doble de autonomía,
llegará antes de fin del año.
Otra tendencia que ayudará esa la
proliferación de las estaciones de carga. ChargePoint dijo hace poco que tiene
30.000 estaciones en su red. En comparación, hay cerca de 90.000 estaciones de
gasolina accesibles al público en EE.UU., dice Mike Fox, director ejecutivo de
Gasoline & Automotive Services Dealers of America.
El número de estaciones de carga
comerciales está creciendo rápidamente en parte porque son relativamente
baratas, con un costo de entre US$3.000 y US$7.500 por puerto, dependiendo de
si es una construcción nueva o una adaptación de una existente. Cuando están
ligadas a un negocio, pueden atraer clientes y alentarlos a quedarse por más
tiempo y gastar más.
Hy-Vee Inc., una cadena de 241
supermercados en ocho estados de EE.UU., instala estaciones de carga en todos
sus locales nuevos. Tiene cuatro cargadores en cada una de 42 locales. Los
tiempos de carga para los autos eléctricos varían ampliamente, dependiendo de
la estación y el auto, pero usualmente toma entre 30 minutos y 1 hora obtener
una carga decente. Convenientemente, es más o menos lo que alguien se demora en
comer algo, dice John Brehm, director de planificación de locales de Hy-Vee.
Colocar estaciones de carga en
los sitios de trabajo, donde los autos pasan mucho tiempo, sería algo poderoso.
Cuando una empresa instala una estación de carga, sus empleados son 20 veces
más propensos a comprar un vehículo con conexión eléctrica, según una encuesta
del Departamento de Energía de EE.UU.
De todas formas, los conductores
no se cambiarán a los vehículos eléctricos tan rápidamente como los
consumidores adoptaron los teléfonos inteligentes. El estadounidense promedio
mantiene su auto por 11 años. Sin embargo, cuando la mayoría de la gente esté
lista para comprar otro auto habrá una gama de vehículos eléctricos disponibles
a precios comparables a los de gasolina. Y eso no tiene en cuenta los ahorros
proyectados en combustible o mantenimiento, ya que los vehículos eléctricos
tienen muchas menos partes móviles.
Esa es la naturaleza de los giros
tecnológicos que causan “disrupción”, en los que parece que nada está cambiando
hasta que parece que todo está cambiando a la vez. Los vehículos eléctricos han
pedido pista desde hace rato, pero ahora representan una amenaza tan clara y
cercana al motor de gasolina que Fox, de la asociación de estaciones de
servicio, recomienda ahora que los miembros que firman contratos a largo plazo
por estaciones de combustible incluyan una opción de renegociar si más de 10%
de la flota de un estado se convierte a vehículos eléctricos.
Si Tesla cumple sus promesas
actuales con el Model 3, dice Fox, “los vehículos a gasolina serán historia”.
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