10
cosas que no sabías sobre el desayuno
Mens Health - martes, 1 de marzo
de 2016
Resulta que todavía tenemos mucho
que aprender sobre la primera comida del día
Desayunar bien (de forma completa
y equilibrada) te pone en marcha. Proporciona la dosis de energía necesaria
para funcionar por la mañana. Eso ya lo sabíamos todos. O casi todos. Pero resulta que no es su única ventaja. Un
estudio realizado por Kaiku Sin Lactosa ha revelado las 10 cosas que
probablemente no sabías sobre el desayuno. Y créenos: te conviene conocerlas.
1. Es un buen sistema de control
El desayuno permite controlar los
ingredientes que ingieres mejor que otras comidas. Resulta que en el desayuno
distinguimos mejor entre los distintos grupos de alimentos. El clásico 60-15-25
(60% hidratos + 15% proteínas + 25% grasas saludables) es más fácil de respetar
que durante la cena o, fundamentalmente, la comida.
2. En España, café y galletas
En lo que se refiere a costumbres
a la hora de desayunar, en este país respetamos los clásicos. Según la Encuesta
Nacional de Salud de España, el tipo de desayuno predominante entre la
población española consiste en algo líquido más pan, galletas, cereales o
bollerías. Este tipo de desayuno (consumido por un 49,5% de los encuestados)
supera con mucho al siguiente desayuno más popular, consistente en únicamente
algo líquido (14%): café, té, leche, yogur o cacao. De hecho, el desayuno más
completo (alimento líquido, fruta y alimentos sólidos como pan o cereales) es
sólo consumido por solo un 13% de la población.
3. Te mantiene en calma
El inglés es un idioma perfecto
para crear nuevos palabros. Hangry es una de ellas. Esta mezcla de hungry
(hambriento) con angry (enfadado) describe el clásico estado de ánimo que lo
invade a uno cuando se salta alguna comida. Pues bien, el desayuno lo mantiene
a raya. La razón es bien sencilla: la glucosa contenida en hidratos de carbono
como los cereales ayuda a mejorar nuestro humor durante el día.
4. Comerás mejor
El resto del día, se entiende.
Diferentes estudios han demostrado que aquellas personas que realizan un
desayuno completo se decantan, a lo largo del día, por alternativas más
saludables; resultando en una menor incidencia del llamado stress-eating.
5. Cultivarás abs
Un buen desayuno trabaja a favor
del efecto vientre plano. Resulta que la combinación de lácteos sin lactosa,
que aseguran digestiones ligeras y combaten la hinchazón, con algunas
modalidades de té como el negro (equilibrante de los niveles de cortisol para
luchar contra el estrés).
6. No sufrirás del corazón
La ciencia ha demostrado una y
otra vez que los desayunos equilibrados reduce el riesgo de enfermedades
cardíacas. De hecho, hacer todo lo contrario, saltarse el desayuno a la torera,
se relaciona con hipertensión y mayor cantidad de azúcar en sangre. Tu verás
qué es lo que te conviene.
7. Mete en cintura a la cintura
Sí, amigos: desayunar adelgaza.
Siempre que la ingesta de alimentos durante el día se planifique y distribuya
de manera óptima, claro. En un reciente estudio, se demostró que, consumiendo
el mismo número de calorías, los individuos que concentraban una mayor cantidad
durante la mañana eran más propensos a adelgazar y mantenerse en su peso óptimo
que aquellos que aumentaban su ingesta durante la cena.
8. Trabajarás mejor
Ojo empresarios: si tus
trabajadores desayunan bien mejorará su productividad a primera hora de la
mañana: mejorar el rango de atención y aumenta la capacidad cognitiva. La
horquilla horaria entre las 9:00 y las 11:00 h. puede convertirse en una de las
más productivas del día si la precede un desayuno adecuado.
9. Es un invento moderno
Seguro que creías que la
humanidad lleva siglos tomando sus infusiones con pan o similares a primera
hora. Pues no. El desayuno, tal y como lo conocemos, es una invención reciente:
la historiadora americana Abigail Carroll sitúa el origen del desayuno actual
en la segunda mitad del siglo XIX. Antes, la primera comida del día se
asemejaba más a la cena o a un almuerzo, incluyendo alimentos como la carne. La
evolución hacia el desayuno que conocemos hoy en día se produjo paulatinamente,
debido a las indigestiones producidas por los ingredientes más contundentes.
10. El yogur es todopoderoso
Otro fenómenos reciente, más
incluso que el anterior: comer un para desayunar, costumbre que, según The New
York Times, tiene su or¡gen en los años 80, al calor del furor que causaba el
yogur desanatado por aquel entonces (y que dura hasta nuestros días, la
verdad). Y con razón: el yogur matutino ayuda a la digestión, refuerza el
sistema inmune desde primera hora de la mañana, y contribuye a la sensación de
saciedad necesaria para evitar picoteos poco saludables a lo largo de las
primeras horas.
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