El
‘made in China’ ya no es tan barato
Mercado de Dinero - viernes, 25
de marzo de 2016
Actualmente hay un desvío de la carga de trabajo hacia lugares con
costos más reducidos como Vietnam, Camboya, Birmania o Laos, entre otros.
¿Por qué fabricar en China está
dejando de ser tan barato? El año pasado, el Grupo Keer de la ciudad de
Hangzhou (China) inauguró en Carolina del Sur su primera fábrica de hilos de
algodón en suelo estadounidense, una planta en la que trabajan 180 empleados y
a la que se espera que en los próximos años le sigan cuatro más.
“Nadie podía haber imaginado hace
cinco años que China observaría la estructura de los costos en Carolina del Sur
y diría que le es más rentable producir aquí que en su país”, declaró al
respecto Auggie Tantillo, director del Consejo Nacional de la Industria Textil
de este estado.
Sin embargo, como apuntaron los
ejecutivos de Keer, la reducción de la brecha salarial entre los trabajadores
de Estados Unidos y China sumada a unos precios más ventajosos en los terrenos,
en la energía y en la materia prima, hacen que el país americano suponga una
opción más atractiva para esta industria textil del gigante asiático.
No se trata de un hecho aislado.
Aunque a niveles modestos, varias compañías chinas ya han invertido unos 300
millones de dólares en Carolina del Sur en diferentes proyectos y emplean a
unas 1.000 personas según un estudio publicado por el Grupo Rhodium. Todavía es
una cifra pequeña comparada con los más de 120.000 empleados que tienen en este
estado otras compañías extranjeras, pero se prevé que su número aumente en el
futuro.
Hace años, China se convirtió en
“la fábrica del mundo” gracias a los bajos costos de producción que ofrecía, un
hecho que permitió a las centeneras de empresas que decidieron deslocalizar su
producción al país asiático. Sin embargo, en los últimos tiempos esta situación
está cambiando, y con la mejora de los salarios de los trabajadores chinos y de
sus condiciones laborales, muchas compañías están buscando otros lugares más
ventajosos.
Como
señalaba el economista Enrique Fanjul en una publicación del Real Instituto
Elcano, tanto la economía china como su marco de negocios para las empresas
extranjeras están evolucionando hacia una nueva situación de “madurez”,
caracterizada por un menor crecimiento y un aumento de los costos laborales.
En esta línea, Oxford Economics
publicó la semana pasada una investigación en la que echa por tierra muchas de
las peroratas lanzadas por candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos
como Donald Trump en las que critican a China de comercio desleal y la
culpabilizan del declive del sector manufacturero estadounidense.
Según sus datos, los costos
laborales ajustados por productividad en China son tan solo un 4% más baratos
que en EEUU, un hecho propiciado por una subida de los salarios en el país
asiático mucho más rápida que el aumento en la productividad, así como por el
fortalecimiento del yuan en los últimos años.
En sus páginas, el estudio
muestra que la producción manufacturera por empleado en Estados Unidos creció
sobre un 40% de 2003 a 2016, cifra superior al 25% de Alemania o el 30% de Gran
Bretaña. Mientras que la productividad se ha duplicado en la India y China, los
EEUU siguen siendo entre un 80% y un 90% más productivos.
Esto está provocando un desvío de
la carga de trabajo hacia lugares con costos más reducidos como Vietnam,
Camboya, Birmania o Laos entre otros.
De acuerdo con las estimaciones
de los economistas del Banco ANZ, desde ahora y hasta 2030, habrá una
transición hacia estos países asiáticos por parte de multinacionales
extranjeras y chinas. “Creemos que (esta región) le quitará a China su trono de
fábrica del mundo en los próximos 10 o 15 años, a medida que las empresas se
muevan para aprovechar la mano de obra barata y abundante a áreas como el Gran
Mekong”, explicaban.
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