Grynspan ve el peligro de que la
desigualdad vuelva a crecer en Latinoamérica
EFE - jueves, 31 de marzo de 2016
Tras años de reducción de la
pobreza y la desigualdad, Latinoamérica se enfrenta ahora a una coyuntura
económica que puede poner en peligro esos avances, advirtió hoy la secretaria
general iberoamericana, Rebeca Grynspan.
"Creo que en un periodo de
desaceleración podríamos tomar el camino fácil de hacer el ajuste fiscal que
más perjudique a los grupos más vulnerables de la sociedad, y puede haber un
retroceso de los logros obtenidos", aseguró Grynspan en una entrevista con
Efe antes de intervenir en un foro sobre desigualdad en la ONU.
Para la exvicepresidenta de Costa
Rica, los Gobiernos deben tener en estos momentos "mucho cuidado"
para "proteger, no desproteger, a los sectores más vulnerables de la
sociedad".
"Principalmente aquellos que
salieron de la pobreza, pero que aún son muy vulnerables y que fácilmente
podrían volver a caer bajo la línea de pobreza si no reciben el apoyo social y
del Estado que requieren", señaló.
El riesgo se acentúa dado que los
sistemas de protección social latinoamericanos no han alcanzado aún el nivel
que tienen en lugares como Europa, por lo que muchos sectores de la población
pueden verse "desprotegidos" ante el ciclo económico negativo,
apuntó.
Pese a la mala coyuntura y a que
la desigualdad sigue siendo un problema muy importante en Latinoamérica,
Grynspan destacó que la región ha sido precisamente la que ha demostrado al
mundo que es posible combinar la reducción de la pobreza y la de las
desigualdades.
"Por muchos años nos dijeron
que la pobreza se podía combatir pero la desigualdad no", recordó la
titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
En un mundo donde la extrema
pobreza se ha reducido de forma espectacular en los últimos años, América
Latina fue la única zona donde ello llegó de la mano de un claro recorte de las
desigualdades, recordó.
A su juicio, ese logro fue fruto
de "un compromiso muy fuerte de los gobiernos", más allá de su
orientación política, y de la expansión de la democracia en el continente.
La combinación de políticas
redistributivas con un aumento del empleo y de los salarios mínimos, un mayor
acceso a la educación y a la salud y las acciones contra la discriminación
racial y de género permitieron a la región combatir las enormes desigualdades
que tenía, según Grynspan.
"Desgraciadamente hoy en día
lo que tememos es que haya una regresión de ese logro", añadió.
Ese riesgo se da, precisamente,
en un momento en el que el problema de la desigualdad se ha instalado
finalmente en la agenda política a nivel global.
Para Grynspan, esa visibilidad se
debe principalmente a la crisis financiera internacional y a la revolución de
las comunicaciones, que ha facilitado a todo el mundo el ver "las
injusticias que se dan a todos los niveles", pero tiene una raíz muy real.
"El 1 por ciento más rico ha
acumulado mucha más riqueza, ingreso, poder y capital que el resto de la humanidad
y ese es un problema muy serio", aseguró.
Esa concentración es, a su
juicio, algo "descarnado" y que "ha sublevado a la
población", sobre todo en lo referente a la desigualdad económica.
Grynspan, sin embargo, pide
prestar también atención a otras desigualdades "horizontales", que no
tratan necesariamente de la carencia económica, sino de "discriminación,
de la falta de oportunidades o de la marginación dentro de la sociedad".
"Por eso hablamos también
del tema de género, de raza, de etnia, de castas, del lugar donde usted
vive...", enumeró, subrayando que es "la interacción entre las
distintas desigualdades lo que realmente reproduce un sistema injusto".
Por ejemplo, en el área de la
igualdad de género, destacó que Latinoamérica ha logrado tener una de las
proporciones más altas de mujeres en sus parlamentos, pero al mismo tiempo
tiene aún mucho por hacer a la hora de equiparar los sueldos de mujeres y
hombres.
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