https://www.facebook.com/wilber.carrion.1 - Twitter: @wilbercarrion  
  Su apoyo es bienvenido, cuenta: BBVA Continental- 0011 0175 0200256843  

martes, 29 de marzo de 2016

niños mimados

Confesiones de un 'fuerdai', los niños mimados de la élite china


El Mundo - martes, 29 de marzo de 2016
El presidente Xi Jinping llama otra vez al orden a los millonarios de su país tras los repetidos escándalos ligados a muestras de exuberancia que protagonizan en redes sociales los hijos de la flor y nata adinerada del país asiático.

Wang Daqi fue durante un tiempo un integrante disciplinado de la llamada generación fuerdai. Estudió como ellos en el extranjeros -en su caso en EEUU y Canadá-, y compartió cursos de formación empresarial con muchos. Aunque la fortuna personal de su familia no podía emular la de los oligarcas chinos, el hecho de que su progenitor fuera asesor de varios de estos personajes le permitió codearse con sus descendientes.

Una comunidad conocida en China por sus excesos y donde "conducir un Porsche no es suficiente". "Un Porsche no tiene el nivel requerido. Tienes que disponer de un Ferrari o un Lamborghini. Estos chicos conducen todoterrenos por las dunas de Dubai o se gastan dos millones de yuanes al año sólo en ropa y bolsos (274.000 euros), como una chica que conozco, que tras pasar cuatro años estudiando en el extranjero tuvo que usar dos contenedores para transportar la ropa que había adquirido", asegura sentado en su estudio de Pekín.

La atribulada relación del escritor de 32 años con su progenitor -al que todavía reprocha el trato "empresarial" que le dedicó- le instó a desviarse del futuro que le había preparado su familia y escribir Hijos de la Fortuna, un ácido retrato de los émulos en China de Paris Hilton, donde relata la existencia de media docena de estos jóvenes cuyo ejemplo más mediático es Wang Sicong, hijo del propietario de Wanda y hombre más rico de China, Wang Jianlin.

Asiduo de los foros sociales donde lo mismo publica instantánea con féminas a las que selecciona sólo en base a su "físico super cañón", aquella otra en la que su perro, Keke, aparecía portando en las patas dos relojes Apple dorados por valor de 250.000 yuanes (34.300 euros) que le había regalado, o comentarios como ese que hizo en el que decía que no le importaba si sus amigos eran adinerados porque "nunca serán más ricos que yo", Wang Sicong se ha ganado una legión de detractores por sus excesos pero al mismo tiempo fue designado como el "soltero más codiciado" de la nación asiática por las internautas locales.

La última incursión de Wang Sicong en Weibo (el Twitter chino) le llevó hace pocos días a mostrar las facturas de una noche de juerga en un karaoke -perfectamente alineadas sobre una mesa- en la que se gastó 2,8 millones de yuanes (384.000 euros).
"Es patético. Es la única forma que tiene para intentar evadir la sombra de su padre", afirma Wang Daqi en referencia a la ostentación recurrente de Wang, que no es una excepción sino la regla.
No pasa casi un mes en el que uno de esos chavales no propicie un alboroto virtual al mostrarse en vías de quemar fajos de billetes, con coches a cada cual más estrafalario, o hasta con las copias de sus extractos bancarios con depósitos tan voluminosos como aquel que disponía de 3.700 millones de yuanes (507 millones de euros).

"Son chavales que han crecido solos y cuyos padres intentan congraciarse con ellos a base de darles dinero. Los billetes fueron sus niñeras. Por eso siempre se hacen acompañar de mucha gente. Un fuerdai que entrevisté y que trabaja en Sichuan siempre que iba al cine compraba 30 entradas para sus amigos. Tenía un Land Rover, pero tuvo un accidente, así que se compró dos Hummer y se aburrió de su Ferrari, que regaló a su esposa. Lo usa para ir a comprar al supermercado", asegura Wang.
Hijos de la Fortuna es sólo uno de los múltiples textos y programas de televisión que se han inspirado en los últimos años en la polémica existencia de los fuerdai, que como Wang Sicong provocan en China tanta animadversión como atracción.

"El público tiene un notable interés sobre la vida de los fuerdai. Las series sobre la guerra con los japoneses, ya no están de moda", reconoce Pan Jing Cheng, director de la serie televisiva Hielo y Fuego de la Juventud, que como el mismo reconoce "es una ventana a la vida" de esta clase elitista.
La telenovela comienza con una de las escenas más repetidas en la vida real de los hijos de la oligarquía, las habituales carreras de coches de lujo que protagonizan en Pekín y que en ocasiones han acabado en espectaculares accidentes.

El pasado día 11 la policía volvió a irrumpir en una concentración de decenas de vehículos de alta gama modificados -una práctica que aquí supone un desembolso extra de 41.000 a 137.000 euros- que se habían reunido en el aparcamiento de un conocido centro comercial capitalino, muchos de cuyos propietarios fueron multados y se les recordó que estas competiciones están prohibidas.
Hasta el propio presidente del país ,Xi Jinping, se ha visto obligado a reconvenir de forma tácita a la nueva élite adinerada del país tras los repetidos escándalos protagonizados por sus vástagos.

"Mantener vuestra imagen pública y valorarla como un tesoro, porque vuestro comportamiento y declaraciones tienen un gran impacto en la sociedad, y son un ejemplo para otros", señaló en una reunión con los empresarios locales durante la reciente convocatoria anual del Congreso local, tras un aviso similar que les lanzó en 2015. El líder chino les exigió además que "ejerzan de forma extensa los valores básicos del socialismo", una absoluta contradicción con el capitalismo desaforado que parece ilustrar la acción de la mayoría de los grandes magnates locales y su descendencia.

La exhibición de riqueza de esta comunidad resulta especialmente problemática para un país en teoría socialista pero donde un 1% de la población -los padres de estos jóvenes- detenta un tercio del patrimonio nacional, mientras que el 25% más pobre sólo tiene acceso a un 1% , según reveló un estudio conocido el año pasado.

Las autoridades de Fujian llevan promoviendo desde 2013 cursos de "reeducación" para esta prole indisciplinada y en 2015 reunieron a 70 de ellos en una serie de sesiones destinadas a promover "la responsabilidad social y el patriotismo", como informó la prensa local.
"Más niños que nunca están mostrando las cucharas de plata con las que nacieron y algunos han manchado gravemente la imagen del grupo", escribió el diario oficialista Global Times. Pero al mismo tiempo, los oligarcas chinos se han rodeado de una aureola similar a la que ostentaban los ricos rusos en los 90 o los árabes del Golfo años antes.

De ahí el notable éxito de audiencia de programas como Hielo y Fuego, Novia noble, Amor sin remordimientos o el reality show que protagonizan fuerdai chinos residentes en Canadá, Chicas de Asia Ultra Ricas. Esta última emisión sigue la vida de media docena de jóvenes chinas instaladas en Vancouver, que registra tal concentración de hijos de millonarios de esta nación asiática que se ha ganado el apodo de Hancouver, en referencia a la etnia Han a la que pertenecen la mayoría de ellos.
"En Canadá cuando ves un coche de lujo y miras dentro, siempre lo conduce un chino", afirma Pan Jing Cheng. La grabación muestra a las chicas degustando ostras, champán, viajando en limusina y alojándose en la suite presidencial de un hotel, pero también protagonizando gestos tan inusuales como beber vino de la prestigiosa marca Chateu Latour del año 1995 con pajita. "Es para no mancharme los dientes con el vino", explica Flance, de 27 años, durante la emisión.


"Todos procedemos de familia sin historia. Los aristócratas del pasado, los que tenían una historia detrás, fueron eliminados con la llegada del comunismo. Por eso no saben comportarse", precisa Wang Daqi.

No hay comentarios: