De funcionario a emprendedor, ¿camino
sencillo?
FORBES- 17 de Marzo de 2016
Convertirse en emprendedor
después de estar más de 40 años en una nómina dentro del sector público y
privado no fue tarea sencilla. Víctor Manuel Borrás Setién lo tiene muy claro.
Él también se enfrentó a lo engorroso que puede ser arrancar un negocio.
Haber sido director general del
Infonavit por 12 años no le allanó del todo el camino del emprendimiento.
Víctor Manuel Borrás Setién tuvo a su cargo este instituto durante la
administración panista y durante su gestión, el Infonavit se convirtió en el
organismo que otorgaba el 60% de los créditos hipotecarios en todo el país.
Su salida del Infonavit en 2012
le puso delante dos opciones: iniciar su vida por el camino del emprendimiento
o continuar siendo parte de la nómina de alguna institución pública o privada.
Optó por lo primero.
“Toda esa inspiración venía de
años atrás de estar trabajando en Endeavor como tutor para ayudar a
emprendedores a que pudieran lanzar un nuevo negocio y me fue picando el
gusanito de que muchos jóvenes estaban tratando de hacer cosas nuevas, de hacer
cosas diferentes y quise cambiar mi rol de ser tutor de emprendedores a yo
mismo ser un emprendedor”.
Poco antes de acabar su gestión
en el Infonavit encabezó el Foro Internacional de Vivienda Sustentable.
Uno de los conferencistas fue
Muhammad Yunus, este emprendedor social desarrolló el concepto de
microcréditos y también el Banco Grameen. Borrás Setién se acercó a Yunus para
conocer más sobre este concepto, y finalmente decidió que el tema del
microcrédito no era para él, pero sí lo sería el continuar otorgando créditos.
“Estuve platicando con él, le
pregunté cómo estaba estructurado el tema de los microcréditos y en qué
consistía. Me explicó y llegué a la conclusión de que era un sector ya muy
competido y con competidores muy grandes”, dice en entrevista.
Así, en septiembre de 2013 nació
Bien para Bien, una Sofom dedicada al otorgamiento de crédito para las micro y
pequeñas empresas a través de un bien inmueble como garantía.
“No es fácil analizar un crédito
para la pyme y nos planteamos encontrar una manera de cómo sí prestar a los
pequeños emprendedores. Ése fue el reto que nos planteamos en Bien para Bien y
hemos innovado en varios aspectos, por ejemplo, tenemos un proceso muy
automatizado, trabajamos mucho en outsourcing y somos de las pocas
instituciones que opera con garantía fiduciaria, nos basamos mucho en la
garantía; y todos los años de experiencia que he tenido en el sector
hipotecario pues lo he aplicado para el mejor conocimiento del cliente a través
de sus garantías”.
El camino no es fácil
“Cuesta mucho trabajo cuando
alguien está acostumbrado a puestos directivos muy altos, como en el
Infonavit, arremangarse y ponerse a trabajar en cosas que… –como que yo no
debería hacer esto–. Por ejemplo, no hubiera ido al SAT a hacer trámites de
impuestos (a él le tocó esperar casi cinco horas para que lo atendieran en una
oficina del SAT), nunca me había tocado que me rechazaran abrir una cuenta en
un banco, que tuviera que andar haciendo circo, maroma y teatro para que me
abrieran una cuenta. En fin, todo ese tipo de cosas que parece que no las ves
siendo la cabeza de una gran empresa… Te das cuenta cómo este tipo de cosas son
las que a veces impiden que los emprendedores puedan abrir rápidamente y son
motivo de que truenen proyectos importantes por razones muy absurdas, por
llamarlas de alguna manera”, dice el exdirector general del Infonavit.
Para Borrás Setién, la pequeña
empresa tiene dos problemas fundamentales: el principal es la falta de
recursos.
Si alguien quiere empezar una
empresa y acude a un banco para solicitar un crédito, se encontrará con que la
empresa requiere por lo menos de dos años de antigüedad.
El segundo es la falta de
asesoría y de soporte: “Muchas veces los pequeños empresarios están solos, no
hay quien los apoye para resolver un tema de recursos humanos, para resolver
un tema de Hacienda o de marketing”.
En el tema de acceso al
financiamiento, explica, los bancos deberían revisar sus políticas generales
en lo concerniente a las nuevas empresas debido a que, en gran medida, los
requisitos están basados en la antigüedad de la empresa para otorgar algunos servicios.
Lo anterior supone un freno a la
apertura de nuevas compañías: “Por ejemplo, nosotros empezamos la empresa en
septiembre de 2013… en octubre hicimos el acta constitutiva y ya nos estábamos
preparando para dar créditos.
Entonces cuando fui a abrir una
cuenta me pidieron una auditoría por el tema de lavado de dinero, pero lo que
yo les decía era que qué iba a auditar si sólo éramos tres personas y lo único
que estábamos pagando era la nómina y los gastos que requerimos por una
preoperación. Ellos querían que contratara a una persona a la que le tenía que
pagar 40,000 pesos para que nos hiciera una auditoría como requisito para
abrirnos una cuenta de cheques. Entonces, ¿cuál es la enseñanza? Que ellos no
piensan en empresas nuevas cuando ponen los requisitos”, dice.
Y lo mismo sucede, explica, con
las tarjetas de crédito corporativas, herramientas que son muy útiles desde la
apertura de las empresas para lograr un mejor control de los gastos.
“Fue una realidad, un banco
mexicano nunca nos dio, hasta la fecha, una tarjeta empresarial y finalmente la
conseguimos con American Express, que también tienen sus requisitos, pero son
más flexibles en esos temas. Entonces, hablando de empresarios, en general,
debería haber una reglamentación especial en la banca que adapte los requisitos
de antigüedad a otros factores para poder dar servicios a quien abre su
empresa”.
Sin apoyo para la pyme
“Yo me acuerdo que cuando menos
en los tres últimos sexenios que ha habido en el país, siempre los gobiernos
han presumido de apoyar a las pequeñas empresas, cosa que en la realidad no se
ve, por ejemplo, en el sexenio de Vicente Fox se hablaba de que se podían
abrir las empresas en un día, y pues no he visto una sola empresa que se abra
en un día, y eso desde el punto de vista gubernamental, de darte de alta en el
SAT, de darte de alta en el Registro Público y en el sector privado para abrir
una cuenta, para contratar un teléfono, contratar la luz, conseguir un permiso
de uso de suelo, entonces como que se habla mucho de que se apoya la apertura
de nuevas empresas, pero en la realidad no se hace de esa manera”.
Borrás Setién lo tiene claro, es
importante apoyar el nacimiento de empresas, y en general deberían existir
mayores facilidades.
En este sentido, opina, el
gobierno debería sacrificar un poco sus ingresos en cuanto a impuestos se
refiere y más cuando se trata de promover la creación de empresas.
“Yo creo que la pequeña empresa
es una gran generadora de empleo. La gran mayoría de los empleos se crean a través
de la pequeña empresa”, dice.
Sin ayuda divina
Para ir en el camino correcto del
emprendimiento, Borrás Setién sugiere dedicarle mucho tiempo a la planeación y
a la misma estrategia del negocio.
Esta planeación, explica, debe
reflejarse en los números y siempre hacer un presupuesto de lo que será el
siguiente paso de la empresa.
“Muchas veces los emprendedores
son muy pagados de sí mismos, yo conozco algunos que son francamente
insoportables porque se sienten los creadores de ideas fabulosas y muchas veces
en ese espíritu de grandeza se olvidan de planear las cosas y se dan unos tropezones
enormes”. Su recomendación en este sentido es que independiente que la idea sea
genial, se debe aterrizar, planearla y presupuestarla, y analizarla las veces
que sea necesario:
“Aquí no hay inspiración divina,
hay trabajo de todos los días para que las cosas salgan bien, entonces, si las
cosas se hacen bien aunque no haya una idea fabulosa el negocio va a ser
exitoso”.
Borrás Setién trabajó 30 años
para Bancomer, en donde fue director general de Banca Corporativa y de
Empresas, también estuvo al frente de Hipotecaria Bancomer y 12 años más
dirigió el Infonavit. ¿Muy tarde para emprender? No.
“Yo tengo varios sentimientos
encontrados, creo que es una gran ventaja tener experiencia porque la gran
mayoría de los emprendedores comete errores muy básicos por falta de
experiencia, pero por otro lado el entusiasmo es también muy importante.
Entonces a veces entre más joven
se es tienes más entusiasmo, aunque no es mi caso porque sigo manteniendo un
entusiasmo muy grande para hacer las cosas, y a pesar de que a veces digo,
“para qué me ando metiendo en problemas cuando podría llevar una vida más
tranquila”, sí me gusta mucho lo que estoy haciendo y entonces conservo mucho
el entusiasmo. Pero evidentemente si tuviera muchos años menos, si fuera un joven
de veintitantos tendría un entusiasmo mayor”.
Borrás Setién no piensa parar.
Bien para Bien cerró el año 2015 con una cartera de 170 millones de pesos
aproximadamente, ya tiene presencia en 11 estados del país, cuenta con 100
clientes y para el presente año tendrá cobertura en todo el territorio
nacional. También logrará una mayor oferta de productos.
“Yo pienso que el éxito es lograr
objetivos y además estar contento, es como una mezcla de resultados, pero que
se disfrute el camino… Que durante todo el proceso haya sido algo agradable,
disfrutable, que te deje contento y que deje contento al equipo de trabajo… La
gente no está contenta porque tiene oficinas bonitas o porque le pagan un buen
sueldo, un sueldo fabuloso, o porque está en una empresa muy prestigiosa, esas
son cosas que ayudan y que son importantes, pero lo realmente crucial es
cumplir, es saber que estás en una empresa donde se cumple lo que se dice”.
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