El poder del pricing
FORBES- 31 de Marzo de 2016
La cantidad de recursos que las
empresas dejan sobre la mesa por una inadecuada gestión de precios es
impresionante. Aquí 5 claves para que aproveches el poder del pricing.
El pricing es, sin duda, una de
las palancas más efectivas para aumentar la rentabilidad de los resultados
financieros de una empresa. Diversos estudios han mostrado que un programa
adecuado para el manejo de los precios logra mejores resultados que actividades
enfocadas a la reducción de costos y gastos, e incluso que el mismo aumento de
los volúmenes de ventas.
Sin embargo, es frecuente ver que
los ejecutivos dentro de las empresas se muestran renuentes a emprender
acciones para mejorar la gestión de los precios con base en una buena cantidad
de preocupaciones. Entre las más comunes, y de forma perfectamente entendible,
se encuentran las relacionadas con la potencial caída en los pedidos y la
participación de mercado, el fortalecimiento de la competencia y, ya en un
plano más personal, una afectación a las remuneraciones propias de las áreas de
ventas.
Si bien hay algo de lógica en
estos riesgos, los temores se magnifican por una inercia en la forma histórica
de hacer las cosas y una resistencia que en un ambiente de riesgos controlados
y aprendizaje continuo es posible aislar, porque en realidad, si de plano
queremos asustarnos, mejor que sea con el muerto y no con el petate.
La cantidad de recursos que las
empresas dejan diariamente sobre la mesa por una inadecuada gestión de precios
es impresionante. Esto hace que del precio original o de lista, al precio final
después de políticas de descuentos autorizados, rebates, descuentos no
autorizados, bonificaciones, así como otros “descuentos disfrazados”, el precio
que finalmente queda en el bolsillo resulta bajísimo comparado con el de lista.
El modelo prevaleciente para la fijación de precios obedece a una lógica de
costo más margen y que en muchas industrias se basa en cuantiosos descuentos
que sustraen la fuente de legitimidad de las listas de precios.
Y, paradójicamente, en las
industrias en las que han existido históricamente presiones en precios –como
las industrias de los commodities o materias primas– es donde mejor se han
desarrollado programas de pricing exitosos.
En particular hemos sido testigos
de la evolución de la industria de la aviación, en la que de una sofisticación
inexistente en el manejo de los precios pasamos a guerras de precios que
destruyeron valor en la industria, y luego de allí a una gestión de precios
cada vez más sofisticada. Es cada vez más frecuente encontrar en la aviación el
uso de conceptos como la discriminación de precios, diferenciación de
productos, venta de servicios a costos marginales y sobrecostos por precio de
combustible. Precisamente ante la caída de los precios de los combustibles, las
tarifas se han mantenido estables a pesar de que los costos de operación han
bajado en forma significativa.
Una de las dificultades para
tener un manejo adecuado de los precios es que éstos típicamente se gestionan a
partir de un análisis de margen sobre ventas y no desde un enfoque de gestión
de precios con un área organizacional que rinda cuentas por esto.
Al gestionar los precios a partir
del margen sobre ventas se crea una indefinición compleja y por naturaleza de
los mismos. Por ejemplo, si baja el margen sobre ventas puede deberse, entre
otras muchas causas, a:
a) Aumento de costos de
manufactura.
b) Aumento de costos logísticos.
c) Bonificaciones por publicidad.
d) Descuentos por arriba de
política.
Así que qué mejor para perder el
control sobre los precios que enfocarse en el margen sobre ventas, donde la
pelota se la pueden echar –“sin querer queriendo”– de un área a otra sin tener
que rendir cuentas.
Otra dificultad es la objeción de
las áreas de ventas sobre las estrategias de clientes y otra más de
mercadotecnia sobre las estrategias de producto.
Finalmente tenemos la cultura
financiera del costo más margen que nos lleva a fijar arbitrariamente precios
que pueden estar realmente desconectados de la percepción de valor del cliente
y de las características únicas de nuestra forma de servir al mercado. Así, la
gestión de los precios es ya sea con base en parámetros de tipo financiero o
demasiado apegada al mercado, restando la intencionalidad inherente a nuestra
oferta de productos o servicios.
Un programa diseñado para la
gestión adecuada del pricing en una empresa tiene varias características clave:
Las mejoras en precio están
fundamentalmente focalizadas, por lo que no es necesario afectar todos los
productos para tener resultados tangibles desde el punto de vista financiero.
En este sentido, los programas de pricing son enfocados y acotados donde está
la oportunidad, se trabaja donde se tiene que trabajar. En el mundo inercial en
el que vivimos asumimos que conocemos nuestros productos, y al mismo tiempo
hemos creado verdades absolutas que lo son porque lo repetimos, pero muchas
veces no resisten la prueba del ácido.
Un mayor precio neto –vía
reducción de descuentos– se convierte por medio del costo más margen en mayores
ganancias para nuestros clientes, mayores comisiones para la fuerza de ventas y
mayor rentabilidad para la empresa, que se reflejan en resultados financieros.
Es importante recordar que no sólo competimos en precio sino con la propuesta
total de valor para nuestros clientes con elementos como días de crédito,
bonificación de fletes, capacidad de respuesta, oferta continua de los
materiales y calidad del producto. El enfoque es en maximizar el precio de
venta y tener un área que rinda cuentas por esto, dejando de lado los otros
factores que inciden en el margen sobre ventas.
Se requiere la disciplina del
golpe del tambor periódica con indicadores específicos que nos permiten medir
el avance y también las desviaciones en el programa.
El cambio en la cultura en toda
la organización y del trabajo en equipo de las áreas involucradas, tomando
riesgos controlados y con el objetivo único de mejorar la rentabilidad y
atender mejor a cada tipo de clientes.
La participación –empoderando al
programa de pricing– por parte del liderazgo de la empresa es una condición
para tener éxito con la iniciativa.
Un programa de pricing bien
ejecutado tiene un impacto directo en los resultados de la empresa, permite
romper con “verdades” ancestrales que no funcionan y da una oportunidad a la
organización de redefinir sus reglas de precios y descuentos, y además permite
contribuir al ordenamiento del mercado.
El objetivo último es la
construcción de precios de largo plazo, y esto requiere un esfuerzo intencional
y decidido que genera resultados. Un esfuerzo que vale la pena emprender.
Jorge Flores Kelly-Líder nato,
MSc., economista, consultor de negocios, creador del portal El Catalista,
mentor de Endeavor, autor del libro México Piensa+. Conferencista en
TEDxCondesaRoma.
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